Día 04

02 El Pacto con Abraham

Lee la Biblia: Génesis cap. 12-50

Mira nuestro video Lee la Biblia sobre el libro de Génesis que desglosa el diseño literario del libro y su línea de pensamiento. En Génesis, Dios promete bendecir a la humanidad rebelde a través de la familia de Abraham, a pesar de sus constantes fallos y locuras.

Génesis 12

La llamada de Abram

Gén 12:1

Llamamiento de Abram

El SEÑOR le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré.

Gén 12:2 »Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición.

Gén 12:3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»

Gén 12:4 Abram partió, tal como el SEÑOR se lo había ordenado, y Lot se fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Jarán.

Gén 12:5 Al encaminarse hacia la tierra de Canaán, Abram se llevó a su esposa Saray, a su sobrino Lot, a toda la gente que habían adquirido en Jarán, y todos los bienes que habían acumulado. Cuando llegaron a Canaán,

Gén 12:6 Abram atravesó toda esa región hasta llegar a Siquén, donde se encuentra la encina sagrada de Moré. En aquella época, los cananeos vivían en esa región.

Gén 12:7 Allí el SEÑOR se le apareció a Abram y le dijo: «Yo le daré esta tierra a tu descendencia.» Entonces Abram erigió un altar al SEÑOR, porque se le había aparecido.

Gén 12:8 De allí se dirigió a la región montañosa que está al este de Betel, donde armó su campamento, teniendo a Betel al oeste y Hai al este. También en ese lugar erigió un altar al SEÑOR e invocó su nombre.

Gén 12:9 Después, Abram siguió su viaje por etapas hasta llegar a la región del Néguev.

Abram y Sarai en Egipto

Gén 12:10

Abram en Egipto

En ese entonces, hubo tanta hambre en aquella región que Abram se fue a vivir a Egipto.

Gén 12:11 Cuando estaba por entrar a Egipto, le dijo a su esposa Saray: «Yo sé que eres una mujer muy hermosa.

Gén 12:12 Estoy seguro que en cuanto te vean los egipcios, dirán: “Es su esposa” ; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida.

Gén 12:13 Por favor, di que eres mi hermana, para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida.»

Gén 12:14 Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Saray era muy hermosa.

Gén 12:15 También los funcionarios del faraón la vieron, y fueron a contarle al faraón lo hermosa que era. Entonces la llevaron al palacio real.

Gén 12:16 Gracias a ella trataron muy bien a Abram. Le dieron ovejas, vacas, esclavos y esclavas, asnos y asnas, y camellos.

Gén 12:17 Pero por causa de Saray, la esposa de Abram, el SEÑOR castigó al faraón y a su familia con grandes plagas.

Gén 12:18 Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa?

Gén 12:19 ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ¡Yo pude haberla tomado por esposa! ¡Anda, toma a tu esposa y vete!»

Gén 12:20 Y el faraón ordenó a sus hombres que expulsaran a Abram y a su esposa, junto con todos sus bienes.


Génesis 13

Abram y Lot se separan

Gén 13:1

Abram y Lot se separan

Abram salió de Egipto con su esposa, con Lot y con todos sus bienes, en dirección a la región del Néguev.

Gén 13:2 Abram se había hecho muy rico en ganado, plata y oro.

Gén 13:3 Desde el Néguev, Abram regresó por etapas hasta Betel, es decir, hasta el lugar donde había acampado al principio, entre Betel y Hai.

Gén 13:4 En ese lugar había erigido antes un altar, y allí invocó Abram el nombre del SEÑOR.

Gén 13:5 También Lot, que iba acompañando a Abram, tenía rebaños, ganado y tiendas de campaña.

Gén 13:6 La región donde estaban no daba abasto para mantener a los dos, porque tenían demasiado como para vivir juntos.

Gén 13:7 Por eso comenzaron las fricciones entre los pastores de los rebaños de Abram y los que cuidaban los ganados de Lot. Además, los cananeos y los ferezeos también habitaban allí en aquel tiempo.

Gén 13:8 Así que Abram le dijo a Lot: «No debe haber pleitos entre nosotros, ni entre nuestros pastores, porque somos parientes.

Gén 13:9 Allí tienes toda la tierra a tu disposición. Por favor, aléjate de mí. Si te vas a la izquierda, yo me iré a la derecha, y si te vas a la derecha, yo me iré a la izquierda.»

Gén 13:10 Lot levantó la vista y observó que todo el valle del Jordán, hasta Zoar, era tierra de regadío, como el jardín del SEÑOR o como la tierra de Egipto. Así era antes de que el SEÑOR destruyera a Sodoma y a Gomorra.

Gén 13:11 Entonces Lot escogió para sí todo el valle del Jordán, y partió hacia el oriente. Fue así como Abram y Lot se separaron.

Gén 13:12 Abram se quedó a vivir en la tierra de Canaán, mientras que Lot se fue a vivir entre las ciudades del valle, estableciendo su campamento cerca de la ciudad de Sodoma.

Gén 13:13 Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían muy graves pecados contra el SEÑOR.

Gén 13:14 Después de que Lot se separó de Abram, el SEÑOR le dijo: «Abram, levanta la vista desde el lugar donde estás, y mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este y hacia el oeste.

Gén 13:15 Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada.

Gén 13:16 Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tus descendientes.

Gén 13:17 ¡Ve y recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo daré!»

Gén 13:18 Entonces Abram levantó su campamento y se fue a vivir cerca de Hebrón, junto al encinar de Mamré. Allí erigió un altar al SEÑOR.


Génesis 14

Abram rescata a Lot

Gén 14:1

Abram rescata a Lot

En aquel tiempo los reyes Amrafel de Sinar,[a] Arioc de Elasar, Quedorlaómer de Elam, y Tidal de Goyim

Gén 14:2 estuvieron en guerra contra los reyes Bera de Sodoma, Birsá de Gomorra, Sinab de Admá, Semeber de Zeboyín, y el rey de Bela, es decir, de Zoar.

Gén 14:3 Estos cinco últimos aunaron fuerzas en el valle de Sidín, conocido como el Mar Muerto.

Gén 14:4 Durante doce años habían estado bajo el dominio de Quedorlaómer, pero en el año trece se rebelaron contra él.

Gén 14:5 Al año siguiente, Quedorlaómer y los reyes que estaban con él salieron y derrotaron a los refaítas en la región de Astarot Carnayin; luego derrotaron a los zuzitas en Jam, a los emitas en Save Quiriatayin,

Gén 14:6 y a los horeos en los montes de Seír, hasta El Parán, que está cerca del desierto.

Gén 14:7 Al volver, llegaron hasta Enmispat, es decir, Cades, y conquistaron todo el territorio de los amalecitas, y también el de los amorreos que vivían en la región de Jazezón Tamar.

Gén 14:8 Entonces los reyes de Sodoma, Gomorra, Admá, Zeboyín y Bela, es decir, Zoar, salieron al valle de Sidín y presentaron batalla

Gén 14:9 a los reyes Quedorlaómer de Elam, Tidal de Goyim, Amrafel de Sinar, y Arioc de Elasar. Eran cuatro reyes contra cinco.

Gén 14:10 El valle de Sidín estaba lleno de pozos de asfalto, y cuando los reyes de Sodoma y Gomorra huyeron, se cayeron en ellos, pero los demás lograron escapar hacia los montes.

Gén 14:11 Los vencedores saquearon todos los bienes de Sodoma y de Gomorra, junto con todos los alimentos, y luego se retiraron.

Gén 14:12 Y como Lot, el sobrino de Abram, habitaba en Sodoma, también se lo llevaron a él, con todas sus posesiones.

Gén 14:13 Uno de los que habían escapado le informó todo esto a Abram el hebreo, que estaba acampando junto al encinar de Mamré el amorreo. Mamré era hermano[b] de Escol y de Aner, y éstos eran aliados de Abram.

Gén 14:14 En cuanto Abram supo que su sobrino estaba cautivo, convocó a trescientos dieciocho hombres adiestrados que habían nacido en su casa, y persiguió a los invasores hasta Dan.

Gén 14:15 Durante la noche Abram y sus siervos desplegaron sus fuerzas y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Hobá, que está al norte de Damasco.

Gén 14:16 Así recuperó todos los bienes, y también rescató a su sobrino Lot, junto con sus posesiones, las mujeres y la demás gente.

Abram bendecido por Melquisedec

Gén 14:17 Cuando Abram volvía de derrotar a Quedorlaómer y a los reyes que estaban con él, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el valle de Save, es decir, en el valle del Rey.

Gén 14:18 Y Melquisedec, rey de Salén y sacerdote del Dios altísimo, le ofreció pan y vino.

Gén 14:19 Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios altísimo, creador[c] del cielo y de la tierra, bendiga a Abram!

Gén 14:20 ¡Bendito sea el Dios altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos!» Entonces Abram le dio el diezmo de todo.

Gén 14:21 El rey de Sodoma le dijo a Abram: —Dame las personas y quédate con los bienes.

Gén 14:22 Pero Abram le contestó: —He jurado por el SEÑOR, el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra,

Gén 14:23 que no tomaré nada de lo que es tuyo, ni siquiera un hilo ni la correa de una sandalia. Así nunca podrás decir: “Yo hice rico a Abram.”

Gén 14:24 No quiero nada para mí, salvo lo que mis hombres ya han comido. En cuanto a los hombres que me acompañaron, es decir, Aner, Escol y Mamré, que tomen ellos su parte.


Génesis 15

Pacto de Dios con Abram

Gén 15:1

Dios hace un pacto con Abram

Después de esto, la palabra del SEÑOR vino a Abram en una visión: «No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa.»

Gén 15:2 Pero Abram le respondió: —SEÑOR y Dios, ¿para qué vas a darme algo, si aún sigo sin tener hijos, y el heredero[a] de mis bienes será Eliezer de Damasco?

Gén 15:3 Como no me has dado ningún hijo, mi herencia la recibirá uno de mis criados.

Gén 15:4 —¡No! Ese hombre no ha de ser tu heredero —le contestó el SEÑOR—. Tu heredero será tu propio hijo.

Gén 15:5 Luego el SEÑOR lo llevó afuera y le dijo: —Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia!

Gén 15:6 Abram creyó al SEÑOR, y el SEÑOR lo reconoció a él como justo.

Gén 15:7 Además, le dijo: —Yo soy el SEÑOR, que te hice salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra.

Gén 15:8 Pero Abram le preguntó: —SEÑOR y Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?

Gén 15:9 El SEÑOR le respondió: —Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos ellos de tres años, y también una tórtola y un pichón de paloma.

Gén 15:10 Abram llevó todos estos animales, los partió por la mitad, y puso una mitad frente a la otra, pero a las aves no las partió.

Gén 15:11 Y las aves de rapiña comenzaron a lanzarse sobre los animales muertos, pero Abram las espantaba.

Gén 15:12 Al anochecer, Abram cayó en un profundo sueño, y lo envolvió una oscuridad aterradora.

Gén 15:13 El SEÑOR le dijo: —Debes saber que tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años.

Gén 15:14 Pero yo castigaré a la nación que los esclavizará, y luego tus descendientes saldrán en libertad y con grandes riquezas.

Gén 15:15 Tú, en cambio, te reunirás en paz con tus antepasados, y te enterrarán cuando ya seas muy anciano.

Gén 15:16 Cuatro generaciones después tus descendientes volverán a este lugar, porque antes de eso no habrá llegado al colmo la iniquidad de los amorreos.

Gén 15:17 Cuando el sol se puso y cayó la noche, aparecieron una hornilla humeante y una antorcha encendida, las cuales pasaban entre los animales descuartizados.

Gén 15:18 En aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abram. Le dijo: —A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates.

Gén 15:19 Me refiero a la tierra de los quenitas, los quenizitas, los cadmoneos,

Gén 15:20 los hititas, los ferezeos, los refaítas,

Gén 15:21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.


Salmo 4

Respóndeme cuando clamo

Sal 4:1

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Salmo de David.

Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Dame alivio cuando esté angustiado, apiádate de mí y escucha mi oración.

Sal 4:2 Y ustedes, señores, ¿hasta cuándo cambiarán mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amarán ídolos vanos e irán en pos de lo ilusorio? Selah

Sal 4:3 Sepan que el SEÑOR honra al que le es fiel; el SEÑOR me escucha cuando lo llamo.

Sal 4:4 Si se enojan, no pequen; en la quietud del descanso nocturno examínense el corazón. Selah

Sal 4:5 Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en el SEÑOR.

Sal 4:6 Muchos son los que dicen: «¿Quién puede mostrarnos algún bien?» ¡Haz, SEÑOR, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!

Sal 4:7 Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría, alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino en abundancia.

Sal 4:8 En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, SEÑOR, me haces vivir confiado.