Día 242

14 Jesús & el Reino

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Las Parábolas de Jesús

Jesús de Nazaret era un narrador por excelencia, y muchas de sus enseñanzas más conocidas fueron dichas como parábolas. Pero estas historias fueron diseñadas para hacer mucho más que solo “enseñar”. Jesús dijo que las parábolas fueron diseñadas, tanto para revelar como para esconder Su mensaje, acerca de la llegada del Reino de Dios. En este video, exploraremos los temas principales de las parábolas de Jesús y cuestionaremos por qué las usó como uno de los vehículos principales para transmitir su mensaje.

Mateo 13

La parábola del sembrador

Mat 13:1

Parábola del sembrador

13:1-15—Mr 4:1-12; Lc 8:4-10

13:16-17—Lc 10:23-24

13:18-23—Mr 4:13-20; Lc 8:11-15

Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó junto al lago.

Mat 13:2 Era tal la multitud que se reunió para verlo que él tuvo que subir a una barca donde se sentó mientras toda la gente estaba de pie en la orilla.

Mat 13:3 Y les dijo en parábolas muchas cosas como éstas: «Un sembrador salió a sembrar.

Mat 13:4 Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron.

Mat 13:5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda;

Mat 13:6 pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron.

Mat 13:7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron.

Mat 13:8 Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado.

Mat 13:9 El que tenga oídos, que oiga.»

El propósito de las parábolas

Mat 13:10 Los discípulos se acercaron y le preguntaron: —¿Por qué le hablas a la gente en parábolas?

Mat 13:11 —A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no.

Mat 13:12 Al que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.

Mat 13:13 Por eso les hablo a ellos en parábolas: »Aunque miran, no ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden.

Mat 13:14 En ellos se cumple la profecía de Isaías: »“Por mucho que oigan, no entenderán; por mucho que vean, no percibirán.

Mat 13:15 Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han embotado los oídos, y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se convertirían, y yo los sanaría.”[a]

Mat 13:16 Pero dichosos los ojos de ustedes porque ven, y sus oídos porque oyen.

Mat 13:17 Porque les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.

La parábola del sembrador explicada

Mat 13:18 »Escuchen lo que significa la parábola del sembrador:

Mat 13:19 Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino.

Mat 13:20 El que recibió la semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría;

Mat 13:21 pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella.

Mat 13:22 El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto.

Mat 13:23 Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno.

La parábola de la cizaña

Mat 13:24

Parábola de la mala hierba

Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo.

Mat 13:25 Pero mientras todos dormían, llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue.

Mat 13:26 Cuando brotó el trigo y se formó la espiga, apareció también la mala hierba.

Mat 13:27 Los siervos fueron al dueño y le dijeron: “Señor, ¿no sembró usted semilla buena en su campo? Entonces, ¿de dónde salió la mala hierba?”

Mat 13:28 “Esto es obra de un enemigo”, les respondió. Le preguntaron los siervos: “¿Quiere usted que vayamos a arrancarla?”

Mat 13:29 “¡No! —les contestó—, no sea que, al arrancar la mala hierba, arranquen con ella el trigo.

Mat 13:30 Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha. Entonces les diré a los segadores: Recojan primero la mala hierba, y átenla en manojos para quemarla; después recojan el trigo y guárdenlo en mi granero.” »

El grano de mostaza y la levadura

Mat 13:31

Parábolas del grano de mostaza y de la levadura

13:31-32—Mr 4:30-32

13:31-33—Lc 13:18-21

Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo.

Mat 13:32 Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas.»

Mat 13:33 Les contó otra parábola más: «El reino de los cielos es como la levadura que una mujer tomó y mezcló en una gran cantidad[b] de harina, hasta que fermentó toda la masa.»

Profecía y parábolas

Mat 13:34 Jesús le dijo a la multitud todas estas cosas en parábolas. Sin emplear parábolas no les decía nada.

Mat 13:35 Así se cumplió lo dicho por el profeta: «Hablaré por medio de parábolas; revelaré cosas que han estado ocultas desde la creación del mundo.»[c]

La parábola de la cizaña explicada

Mat 13:36

Explicación de la parábola de la mala hierba

Una vez que se despidió de la multitud, entró en la casa. Se le acercaron sus discípulos y le pidieron: —Explícanos la parábola de la mala hierba del campo.

Mat 13:37 —El que sembró la buena semilla es el Hijo del hombre —les respondió Jesús—.

Mat 13:38 El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los hijos del reino. La mala hierba son los hijos del maligno,

Mat 13:39 y el enemigo que la siembra es el diablo. La cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

Mat 13:40 »Así como se recoge la mala hierba y se quema en el fuego, ocurrirá también al fin del mundo.

Mat 13:41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que pecan y hacen pecar.

Mat 13:42 Los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes.

Mat 13:43 Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.

La parábola del tesoro escondido

Mat 13:44

Parábolas del tesoro escondido y de la perla

»El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo.

La parábola de la perla de gran valor

Mat 13:45 »También se parece el reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas finas.

Mat 13:46 Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

La parábola de la red

Mat 13:47

Parábola de la red

»También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago, que recoge peces de toda clase.

Mat 13:48 Cuando se llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan y recogen en canastas los peces buenos, y desechan los malos.

Mat 13:49 Así será al fin del mundo. Vendrán los ángeles y apartarán de los justos a los malvados,

Mat 13:50 y los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes.

Tesoros nuevos y viejos

Mat 13:51 —¿Han entendido todo esto? —les preguntó Jesús. —Sí —respondieron ellos. Entonces concluyó Jesús:

Mat 13:52 —Todo maestro de la ley que ha sido instruido acerca del reino de los cielos es como el dueño de una casa, que de lo que tiene guardado saca tesoros nuevos y viejos.

Jesús rechazado en Nazaret

Mat 13:53

Un profeta sin honra

13:54-58—Mr 6:1-6

Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí.

Mat 13:54 Al llegar a su tierra, comenzó a enseñar a la gente en la sinagoga. —¿De dónde sacó éste tal sabiduría y tales poderes milagrosos? —decían maravillados—.

Mat 13:55 ¿No es acaso el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?

Mat 13:56 ¿No están con nosotros todas sus hermanas? ¿Así que de dónde sacó todas estas cosas?

Mat 13:57 Y se escandalizaban a causa de él. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra y en su propia casa.

Mat 13:58 Y por la incredulidad de ellos, no hizo allí muchos milagros.

Mateo 14

La muerte de Juan el Bautista

Mat 14:1

Decapitación de Juan el Bautista

14:1-12—Mr 6:14-29

En aquel tiempo Herodes el tetrarca se enteró de lo que decían de Jesús,

Mat 14:2 y comentó a sus sirvientes: «¡Ése es Juan el Bautista; ha resucitado! Por eso tiene poder para realizar milagros.»

Mat 14:3 En efecto, Herodes había arrestado a Juan. Lo había encadenado y metido en la cárcel por causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe.

Mat 14:4 Es que Juan había estado diciéndole: «La ley te prohíbe tenerla por esposa.»

Mat 14:5 Herodes quería matarlo, pero le tenía miedo a la gente, porque consideraban a Juan como un profeta.

Mat 14:6 En el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó delante de todos; y tanto le agradó a Herodes

Mat 14:7 que le prometió bajo juramento darle cualquier cosa que pidiera.

Mat 14:8 Instigada por su madre, le pidió: «Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.»

Mat 14:9 El rey se entristeció, pero a causa de sus juramentos y en atención a los invitados, ordenó que se le concediera la petición,

Mat 14:10 y mandó decapitar a Juan en la cárcel.

Mat 14:11 Llevaron la cabeza en una bandeja y se la dieron a la muchacha, quien se la entregó a su madre.

Mat 14:12 Luego llegaron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo y le dieron sepultura. Después fueron y avisaron a Jesús.

Jesús alimenta a cinco mil

Mat 14:13

Jesús alimenta a los cinco mil

14:13-21—Mr 6:32-44; Lc 9:10-17; Jn 6:1-13

Cuando Jesús recibió la noticia, se retiró él solo en una barca a un lugar solitario. Las multitudes se enteraron y lo siguieron a pie desde los poblados.

Mat 14:14 Cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos.

Mat 14:15 Al atardecer se le acercaron sus discípulos y le dijeron: —Éste es un lugar apartado y ya se hace tarde. Despide a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren algo de comer.

Mat 14:16 —No tienen que irse —contestó Jesús—. Denles ustedes mismos de comer.

Mat 14:17 Ellos objetaron: —No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.

Mat 14:18 —Tráiganmelos acá —les dijo Jesús.

Mat 14:19 Y mandó a la gente que se sentara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos, quienes los repartieron a la gente.

Mat 14:20 Todos comieron hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron.

Mat 14:21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.

Jesús camina sobre el agua

Mat 14:22

Jesús camina sobre el agua

14:22-33—Mr 6:45-51; Jn 6:15-21

14:34-36—Mr 6:53-56

En seguida Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado mientras él despedía a la multitud.

Mat 14:23 Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo,

Mat 14:24 y la barca ya estaba bastante lejos[a] de la tierra, zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario.

Mat 14:25 En la madrugada,[b] Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago.

Mat 14:26 Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. —¡Es un fantasma! —gritaron de miedo.

Mat 14:27 Pero Jesús les dijo en seguida: —¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.

Mat 14:28 —Señor, si eres tú —respondió Pedro—, mándame que vaya a ti sobre el agua.

Mat 14:29 —Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús.

Mat 14:30 Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame!

Mat 14:31 En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Mat 14:32 Cuando subieron a la barca, se calmó el viento.

Mat 14:33 Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: —Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.

Jesús sana a los enfermos en Genesaret

Mat 14:34 Después de cruzar el lago, desembarcaron en Genesaret.

Mat 14:35 Los habitantes de aquel lugar reconocieron a Jesús y divulgaron la noticia por todos los alrededores. Le llevaban todos los enfermos,

Mat 14:36 suplicándole que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto, y quienes lo tocaban quedaban sanos.

Salmo 87

Cosas gloriosas se han dicho de ti

Sal 87:1

Salmo de los hijos de Coré. Cántico.

Los cimientos de la ciudad de Dios[a] están en el santo monte.

Sal 87:2 El SEÑOR ama las entradas de Sión más que a todas las moradas de Jacob.

Sal 87:3 De ti, ciudad de Dios, se dicen cosas gloriosas: Selah

Sal 87:4 «Entre los que me reconocen puedo contar a Rahab y a Babilonia, a Filistea y a Tiro, lo mismo que a Cus. Se dice: “Éste nació en Sión.” »

Sal 87:5 De Sión se dirá, en efecto: «Éste y aquél nacieron en ella. El Altísimo mismo la ha establecido.»

Sal 87:6 El SEÑOR anotará en el registro de los pueblos: «Éste nació en Sión.» Selah

Sal 87:7 Y mientras cantan y bailan, dicen: «En ti se hallan todos mis orígenes.»