Día 110

Los Profetas

Los libros de los profetas del Antiguo Testamento están llenos de poesía densa e imágenes salvajes. Si has intentado leerlos, es probable que quedaras intrigado y confundido. En este video aprenderemos cómo estos libros contribuyen a la historia de la Biblia y por qué vale la pena aprender a leerlos con más atención.

08 Los Profetas Antes del Exilio

109 - 110 - 111 - 112 - 113 - 114 - 115 - 116 - 117 - 118 - 119 - 120 - 121 - 122 - 123 - 124 - 125 - 126 - 127 - 128 - 129 - 130 - 131 - 132 - 133 - 134 - 135 - 136 - 137 - 138 - 139

Isaías 5

Destruida la viña del Señor

Isa 5:1

El canto a la viña

Cantaré en nombre de mi amigo querido una canción dedicada a su viña. Mi amigo querido tenía una viña en una ladera fértil.

Isa 5:2 La cavó, la limpió de piedras y la plantó con las mejores cepas. Edificó una torre en medio de ella y además preparó un lagar. Él esperaba que diera buenas uvas, pero acabó dando uvas agrias.

Isa 5:3 Y ahora, hombres de Judá, habitantes de Jerusalén, juzguen entre mi viña y yo.

Isa 5:4 ¿Qué más se podría hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? Yo esperaba que diera buenas uvas; ¿por qué dio uvas agrias?

Isa 5:5 Voy a decirles lo que haré con mi viña: Le quitaré su cerco, y será destruida; derribaré su muro, y será pisoteada.

Isa 5:6 La dejaré desolada, y no será podada ni cultivada; le crecerán espinos y cardos. Mandaré que las nubes no lluevan sobre ella.

Isa 5:7 La viña del SEÑOR Todopoderoso es el pueblo de Israel; los hombres de Judá son su huerto preferido. Él esperaba justicia, pero encontró ríos de sangre; esperaba rectitud, pero encontró gritos de angustia.

¡Ay de los malvados!

Isa 5:8

Maldiciones contra los explotadores

¡Ay de aquellos que acaparan casa tras casa y se apropian de campo tras campo hasta que no dejan lugar para nadie más, y terminan viviendo solos en el país!

Isa 5:9 El SEÑOR Todopoderoso me ha dicho al oído: «Muchas casas quedarán desoladas, y no habrá quien habite las grandes mansiones.

Isa 5:10 Tres hectáreas de viña sólo producirán un tonel, y diez medidas de semilla darán tan sólo una.»[a]

Isa 5:11 ¡Ay de los que madrugan para ir tras bebidas embriagantes, que quedan hasta muy tarde embriagándose con vino!

Isa 5:12 En sus banquetes hay vino y arpas, liras, tambores y flautas; pero no se fijan en los hechos del SEÑOR ni tienen en cuenta las obras de sus manos.

Isa 5:13 Por eso mi pueblo será exiliado porque no me conoce; sus nobles perecerán de hambre y la multitud se morirá de sed.

Isa 5:14 Por eso el sepulcro ensancha su garganta, y desmesuradamente abre sus fauces. Allí bajan nobles y plebeyos, con sus juergas y diversiones.

Isa 5:15 El hombre será humillado, la humanidad, doblegada, y abatidos los ojos altivos.

Isa 5:16 Pero el SEÑOR Todopoderoso será exaltado en justicia, el Dios santo se mostrará santo en rectitud.

Isa 5:17 Los corderos pastarán como en praderas propias, y las cabras[b] comerán entre las ruinas de los ricos.

Isa 5:18 ¡Ay de los que arrastran iniquidad con cuerdas de mentira, y el pecado con sogas de carreta!

Isa 5:19 Dicen: «¡Que Dios se apure, que apresure su obra para que la veamos; que se acerque y se cumpla el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos!»

Isa 5:20 ¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

Isa 5:21 ¡Ay de los que se consideran sabios, de los que se creen inteligentes!

Isa 5:22 ¡Ay de los valientes para beber vino, de los valentones que mezclan bebidas embriagantes,

Isa 5:23 de los que por soborno absuelven al culpable, y le niegan sus derechos al indefenso!

Isa 5:24 Por eso, así como las lenguas de fuego devoran la paja y el pasto seco se consume en las llamas, su raíz se pudrirá y, como el polvo, se disipará su flor. Porque han rechazado la ley del SEÑOR Todopoderoso y han desdeñado la palabra del Santo de Israel.

Isa 5:25 Por eso se enciende la ira del SEÑOR contra su pueblo, levanta la mano contra él y lo golpea; las montañas se estremecen, los cadáveres quedan como basura en medio de las calles. Con todo, no se aplacó su ira, y su brazo aún sigue extendido.

Isa 5:26 Con una bandera le hará señas a una nación lejana, con un silbido la llamará desde el extremo de la tierra, y esta nación llegará presta y veloz.

Isa 5:27 Ninguno de ellos se cansa ni tropieza, ni dormita ni se duerme; a ninguno se le afloja el cinturón ni se le rompe la correa de las sandalias.

Isa 5:28 Sus flechas son puntiagudas, tensos todos sus arcos; parecen pedernal los cascos de sus caballos, y torbellino las ruedas de sus carros.

Isa 5:29 Su rugido es el de una leona, como el de los leoncillos: gruñe y atrapa la presa, y se la lleva sin que nadie se la arrebate.

Isa 5:30 En aquel día bramará contra ella como brama el mar. Si alguien contempla la tierra, la verá sombría y angustiada, y la luz se ocultará tras negros nubarrones.

Isaías 6

Isaías ve al Señor en una visión

Isa 6:1

La misión de Isaías

El año de la muerte del rey Uzías, vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su manto llenaban el templo.

Isa 6:2 Por encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.

Isa 6:3 Y se decían el uno al otro: «Santo, santo, santo es el SEÑOR Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.»

Isa 6:4 Al sonido de sus voces, se estremecieron los umbrales de las puertas y el templo se llenó de humo.

Isa 6:5 Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al SEÑOR Todopoderoso!»

Isa 6:6 En ese momento voló hacia mí uno de los serafines. Traía en la mano una brasa que, con unas tenazas, había tomado del altar.

Isa 6:7 Con ella me tocó los labios y me dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios; tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado.»

Isaías recibe una comisión

Isa 6:8 Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!

Isa 6:9 Él dijo: —Ve y dile a este pueblo: »“Oigan bien, pero no entiendan; miren bien, pero no perciban.”

Isa 6:10 Haz insensible el corazón de este pueblo; embota sus oídos y cierra sus ojos, no sea que vea con sus ojos, oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y se convierta y sea sanado.

Isa 6:11 Entonces exclamé: —¿Hasta cuándo, Señor? Y él respondió: «Hasta que las ciudades queden destruidas y sin habitante alguno; hasta que las casas queden deshabitadas, y los campos, asolados y en ruinas;

Isa 6:12 hasta que el SEÑOR haya enviado lejos a todo el pueblo, y el país quede en total abandono.

Isa 6:13 Y si aún queda en la tierra una décima parte, ésta volverá a ser devastada. Pero así como al talar la encina y el roble queda parte del tronco, esa parte es la simiente santa.»

Isaías 7

Isaías enviado al rey Acaz

Isa 7:1

La señal de Emanuel

Acaz, hijo de Jotán y nieto de Uzías, reinaba en Judá. En ese tiempo Rezín, rey de Siria, y Pecaj hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para atacarla, pero no pudieron conquistarla.

Isa 7:2 En el palacio de David se recibió la noticia de que Siria se había aliado con Efraín, y se estremeció el corazón de Acaz y el de su pueblo, como se estremecen por el viento los árboles del bosque.

Isa 7:3 El SEÑOR le dijo a Isaías: «Ve con tu hijo Sear Yasub[a] a encontrarte con Acaz donde termina el canal del estanque superior, en el camino que conduce al Campo del Lavandero.

Isa 7:4 Dile que tenga cuidado y no pierda la calma; que no tema ante el enojo ardiente de Rezín el sirio, ni ante el hijo de Remalías; que no se descorazone a causa de esos dos tizones humeantes.

Isa 7:5 Dile también que Efraín, junto con el hijo de Remalías y el sirio, han tramado hacerle mal, pues piensan

Isa 7:6 subir contra Judá, provocar el pánico, conquistarla y poner allí como rey al hijo de Tabel.

Isa 7:7 Pero dile además que yo, el SEÑOR omnipotente, digo: »“Eso no se cumplirá ni sucederá.

Isa 7:8 La cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco es Rezín; pero dentro de sesenta y cinco años Efraín será destrozado hasta dejar de ser pueblo.

Isa 7:9 La cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías; si ustedes no creen en mí, no permanecerán[b] firmes.” »

La señal de Emanuel

Isa 7:10 El SEÑOR se dirigió a Acaz de nuevo:

Isa 7:11 —Pide que el SEÑOR tu Dios te dé una señal, ya sea en lo más profundo de la tierra o en lo más alto del cielo.

Isa 7:12 Pero Acaz respondió: —No pondré a prueba al SEÑOR, ni le pediré nada.

Isa 7:13 Entonces Isaías dijo: «¡Escuchen ahora ustedes, los de la dinastía de David! ¿No les basta con agotar la paciencia de los hombres, que hacen lo mismo con mi Dios?

Isa 7:14 Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel.[c]

Isa 7:15 Cuando sepa elegir lo bueno y rechazar lo malo, comerá cuajada con miel.

Isa 7:16 Porque antes de que el niño sepa elegir lo bueno y rechazar lo malo, la tierra de los dos reyes que tú temes quedará abandonada.

Isa 7:17 »El SEÑOR hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la dinastía de tu padre, días como no se conocieron desde que Efraín se separó de Judá, pues hará venir al rey de Asiria.»

Isa 7:18 En aquel día el SEÑOR llamará con un silbido a la mosca que está en los lejanos ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria.

Isa 7:19 Todas ellas vendrán y anidarán en las quebradas profundas, en las hendiduras de las rocas, en todos los matorrales espinosos y sobre todos los abrevaderos.

Isa 7:20 En aquel día, con el rey de Asiria como navaja prestada del otro lado del río Éufrates, el Señor le afeitará a Israel la cabeza y el vello púbico,[d] y también la barba.

Isa 7:21 En aquel día, un hombre criará un ternero y dos cabras;

Isa 7:22 y le darán tanta leche que tendrá leche cuajada para comer. Además, todos los que permanezcan en la tierra comerán cuajada con miel.

Isa 7:23 En aquel día, allí donde hubo mil viñedos que costaban mil monedas de plata[e] cada uno, no quedarán más que zarzas y espinos,

Isa 7:24 los cuales cubrirán toda la tierra. Sólo se podrá entrar allí con arco y flecha.

Isa 7:25 Y por temor a estos espinos y a estas zarzas, ya no irás a los cerros que antes se cultivaban con el azadón, pues se convertirán en lugares donde se suelta el ganado y corretean las ovejas.

Isaías 8

La venidera invasión asiria

Isa 8:1

Asiria, el instrumento del SEÑOR

El SEÑOR me dijo: «Toma una tablilla grande y, con un estilete común, escribe sobre ella: “Tocante a Maher Salal Jasbaz” .[a]

Isa 8:2 Yo convocaré como testigos confiables al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías.»

Isa 8:3 Luego tuve relaciones con la profetisa, y ella concibió y dio a luz un hijo. Entonces el SEÑOR me dijo: «Ponle por nombre Maher Salal Jasbaz.

Isa 8:4 Antes de que el niño aprenda a decir “papá” y “mamá”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.»

Isa 8:5 El SEÑOR volvió a decirme:

Isa 8:6 «Por cuanto este pueblo ha rechazado las mansas corrientes de Siloé y se regocija con Rezín y con el hijo de Remalías,

Isa 8:7 el Señor está a punto de traer contra ellos las impetuosas crecientes del río Éufrates: al rey de Asiria con toda su gloria. Rebasará todos sus canales, desbordará todas sus orillas;

Isa 8:8 pasará hasta Judá, la inundará, y crecerá hasta llegarle al cuello. Sus alas extendidas, ¡oh Emanuel!,[b] cubrirán la anchura de tu tierra.»

Isa 8:9 Escuchen esto, naciones, todas las naciones lejanas: ¡Alcen el grito de guerra, y serán destrozadas! ¡Prepárense para la batalla, y serán despedazadas! ¡Prepárense para la batalla, y serán desmenuzadas!

Isa 8:10 Tracen su estrategia, pero será desbaratada; propongan su plan, pero no se realizará, porque Dios está con nosotros.[c]

"Teme a Dios, espera en el Señor"

Isa 8:11

Hay que temer a Dios

El SEÑOR me habló fuertemente y me advirtió que no siguiera el camino de este pueblo. Me dijo:

Isa 8:12 «No digan ustedes que es conspiración todo lo que llama conspiración esta gente; no teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar.

Isa 8:13 Sólo al SEÑOR Todopoderoso tendrán ustedes por santo, sólo a él deben honrarlo, sólo a él han de temerlo.

Isa 8:14 El SEÑOR será un santuario. Pero será una piedra de tropiezo para las dos casas de Israel; ¡una roca que los hará caer! ¡Será para los habitantes de Jerusalén un lazo y una trampa!

Isa 8:15 Muchos de ellos tropezarán; caerán y serán quebrantados. Se les tenderán trampas, y en ellas quedarán atrapados.»

Isa 8:16 Guarda bien el testimonio; sella la ley entre mis discípulos.

Isa 8:17 El SEÑOR ha escondido su rostro del pueblo de Jacob, pero yo esperaré en él, pues en él tengo puesta mi esperanza.

Isa 8:18 Aquí me tienen, con los hijos que el SEÑOR me ha dado. Somos en Israel señales y presagios del SEÑOR Todopoderoso, que habita en el monte Sión.

Isa 8:19 Si alguien les dice: «Consulten a las pitonisas y a los agoreros que susurran y musitan; ¿acaso no es deber de un pueblo consultar a sus dioses y a los muertos, en favor de los vivos?»,

Isa 8:20 yo les digo: «¡Aténganse a la ley y al testimonio!» Para quienes no se atengan a esto, no habrá un amanecer.

Isa 8:21 Ustedes habrán de enfurecerse cuando, angustiados y hambrientos, vaguen por la tierra. Levantando los ojos al cielo, maldecirán a su rey y a su Dios,

Isa 8:22 y clavando la mirada en la tierra, sólo verán aflicción, tinieblas y espantosa penumbra; ¡serán arrojados a una oscuridad total!

Salmo 110

Siéntate a mi diestra

Sal 110:1

Salmo de David.

Así dijo el SEÑOR a mi Señor: «Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.»

Sal 110:2 ¡Que el SEÑOR extienda desde Sión el poder de tu cetro! ¡Domina tú en medio de tus enemigos!

Sal 110:3 Tus tropas estarán dispuestas el día de la batalla, ordenadas en santa majestad. De las entrañas de la aurora recibirás el rocío de tu juventud.

Sal 110:4 El SEÑOR ha jurado y no cambiará de parecer: «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.»

Sal 110:5 El Señor está a tu mano derecha; aplastará a los reyes en el día de su ira.

Sal 110:6 Juzgará a las naciones y amontonará cadáveres; aplastará cabezas en toda la tierra.

Sal 110:7 Beberá de un arroyo junto al camino, y por lo tanto cobrará nuevas fuerzas.[a]