Día 180

10 Los Profetas del Exilio

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Jeremias 45

Mensaje a Baruc

Jer 45:1

Mensaje para Baruc

Ésta es la palabra que el profeta Jeremías le comunicó a Baruc hijo de Nerías, en el año cuarto del gobierno de Joacim hijo de Josías, cuando Baruc escribía en un rollo estas palabras que Jeremías le dictaba:

Jer 45:2 «Así dice el SEÑOR, Dios de Israel, acerca de ti, Baruc:

Jer 45:3 “Tú dijiste: ‘¡Ay de mí! ¡El SEÑOR añade angustia a mi dolor! Estoy agotado de tanto gemir, y no encuentro descanso.’

Jer 45:4 » ” Pues le dirás que así dice el SEÑOR: ‘Voy a destruir lo que he construido, y a arrancar lo que he plantado; es decir, arrasaré con toda esta tierra.

Jer 45:5 ¿Buscas grandes cosas para ti? No las pidas, porque voy a provocar una desgracia sobre toda la gente, pero a ti te concederé la posibilidad de conservar la vida dondequiera que vayas —afirma el SEÑOR—. Ése será tu botín.’” »

Jeremias 46

Juicio contra Egipto

Jer 46:1

Mensaje para Egipto

La palabra del SEÑOR acerca de las naciones vino a Jeremías el profeta.

Jer 46:2 En cuanto a Egipto, éste es el mensaje contra el ejército del faraón Necao, rey de Egipto, que en el año cuarto del gobierno de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, fue derrotado en Carquemis, junto al río Éufrates, por Nabucodonosor, rey de Babilonia:

Jer 46:3 «¡Preparen el escudo y el broquel, y avancen al combate!

Jer 46:4 ¡Ensillen los caballos, monten los corceles! ¡Alístense, pónganse los cascos! ¡Afilen las lanzas, vístanse las corazas!

Jer 46:5 Pero ¿qué es lo que veo? Sus guerreros están derrotados; aterrados retroceden. Sin mirar atrás, huyen despavoridos. ¡Cunde el terror por todas partes! —afirma el SEÑOR—.

Jer 46:6 El más veloz no puede huir ni el más fuerte, escapar. En el norte, a orillas del río Éufrates trastabillan y caen.

Jer 46:7 »¿Quién es ése que sube como el Nilo, como ríos de aguas agitadas?

Jer 46:8 Es Egipto, que trepa como el Nilo, como ríos de aguas agitadas. Dice Egipto: “Subiré y cubriré toda la tierra; destruiré las ciudades y sus habitantes.”

Jer 46:9 ¡Ataquen, corceles! ¡Carros, avancen con furia! ¡Que marchen los guerreros! ¡Que tomen sus escudos los soldados de Cus y de Fut! ¡Que tensen el arco los soldados de Lidia!

Jer 46:10 »Aquel día pertenece al Señor, al SEÑOR Todopoderoso. Será un día de venganza; se vengará de sus enemigos. La espada devorará hasta saciarse; con sangre apagará su sed. En la tierra del norte, a orillas del río Éufrates, el Señor, el SEÑOR Todopoderoso, realizará una matanza.[a]

Jer 46:11 »¡Virginal hija de Egipto, ve a Galaad y consigue bálsamo! En vano multiplicas los remedios; ya no sanarás.

Jer 46:12 Las naciones ya saben de tu humillación; tus gritos llenan la tierra. Un guerrero tropieza contra otro, y juntos caen por tierra.»

Jer 46:13 Ésta es la palabra del SEÑOR, que vino a Jeremías el profeta cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino para atacar el país de Egipto:

Jer 46:14 «Anuncien esto en Egipto, proclámenlo en Migdol, Menfis[b] y Tafnes: “¡A sus puestos! ¡Manténganse alerta! ¡La espada devora a su alrededor!”

Jer 46:15 ¿Por qué yacen postrados tus guerreros? ¡No pueden mantenerse en pie, porque el SEÑOR los ha derribado!

Jer 46:16 Tropiezan una y otra vez, se caen uno sobre otro. Se dicen: “¡Levántate, volvamos a nuestra gente, a la tierra donde nacimos, lejos de la espada del opresor!”

Jer 46:17 Allí gritan: “¡El faraón es puro ruido! ¡el rey de Egipto ya perdió su oportunidad!”

Jer 46:18 »¡Vivo yo! —declara el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR Todopoderoso—: Como el Tabor, que sobresale de entre los montes, y como el Carmelo, que se erige sobre el mar, así será el enemigo que viene.

Jer 46:19 Tú, que habitas en Egipto, prepara tu equipaje para el exilio, porque Menfis se convertirá en desolación, en una ruina deshabitada.

Jer 46:20 »Novilla hermosa es Egipto, pero viene contra ella un tábano del norte.

Jer 46:21 Los mercenarios en sus filas son como novillos cebados; también ellos se vuelven atrás; todos juntos huyen sin detenerse, porque ha llegado el día de su ruina, el momento de su castigo.

Jer 46:22 Egipto huye silbando como serpiente, pues el enemigo avanza con fuerza. Se acercan contra ella con hachas, como si fueran leñadores;

Jer 46:23 por impenetrables que sean sus bosques, los talan por completo —afirma el SEÑOR—. Más numerosos que langostas, son los leñadores; nadie los puede contar.

Jer 46:24 Egipto la hermosa será avergonzada y entregada a la gente del norte.»

Jer 46:25 El SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel, dice: «Voy a castigar a Amón, dios de Tebas,[c] a Egipto, a sus dioses y reyes, al faraón y a los que en él confían.

Jer 46:26 Los entregaré al poder de quienes atentan contra su vida, al poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de sus siervos. Luego Egipto será habitada como en los días de antaño —afirma el SEÑOR—.

Jer 46:27 »Pero tú, Jacob siervo mío, no temas; no te asustes, Israel. Porque te salvaré de un lugar remoto; y a tu descendencia, del destierro. Jacob volverá a vivir en paz; estará seguro y tranquilo.

Jer 46:28 Tú, Jacob, siervo mío, no temas, porque yo estoy contigo —afirma el SEÑOR—. »Aunque aniquile a todas las naciones por las que te he dispersado, a ti no te aniquilaré. Te corregiré con justicia, pero no te dejaré sin castigo.»

Jeremias 47

Juicio contra los filisteos

Jer 47:1

Mensaje para los filisteos

Antes de que el faraón atacara Gaza, la palabra del SEÑOR acerca de los filisteos vino al profeta Jeremías:

Jer 47:2 «Así dice el SEÑOR: »“¡Miren! Las aguas del norte suben cual torrente desbordado. Inundan la tierra y todo lo que contiene, sus ciudades y sus habitantes. ¡Grita toda la gente! ¡Gimen los habitantes de la tierra!

Jer 47:3 Al oír el galope de sus corceles, el estruendo de sus carros y el estrépito de sus ruedas, los padres abandonan a sus hijos porque sus fuerzas desfallecen.

Jer 47:4 Ha llegado el día de exterminar a los filisteos, y de quitarles a Tiro y Sidón todos los aliados con que aún cuenten. El SEÑOR exterminará a los filisteos y al resto de las costas de Caftor.[a]

Jer 47:5 Se rapan la cabeza los de Gaza; se quedan mudos los de Ascalón. Tú, resto de las llanuras, ¿hasta cuándo te harás incisiones?

Jer 47:6 » ”¡Ay, espada del SEÑOR! ¿Cuándo vas a descansar? ¡Vuélvete a la vaina! ¡Deténte, quédate quieta!

Jer 47:7 » ”¿Cómo va a descansar, si el SEÑOR le ha dado órdenes de atacar a Ascalón y a la costa del mar?” »

Jeremias 48

Juicio contra Moab

Jer 48:1

Mensaje para Moab

48:29-36—Is 16:6-12

Así dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel, acerca de Moab: «¡Ay de Nebo, porque será devastada! ¡Quiriatayin será capturada y puesta en vergüenza! ¡Su fortaleza[a] será humillada y destruida!

Jer 48:2 La gloria de Moab ha desaparecido; en Hesbón[b] maquinan el mal contra ella: “¡Vengan, hagamos desaparecer a esta nación!” También tú, Madmén,[c] serás silenciada, y la espada te perseguirá.

Jer 48:3 Se oye el clamor desde Joronayin: ¡devastación y gran destrucción!

Jer 48:4 Moab será quebrantada; ya se oyen los gritos de sus pequeños.

Jer 48:5 Por la cuesta de Luhit suben llorando sin cesar; por la bajada de Joronayin se oyen gritos de dolor, por causa de la destrucción.

Jer 48:6 ¡Huyan! ¡Sálvese quien pueda! ¡Sean como las zarzas[d] del desierto!

Jer 48:7 Por cuanto confías en tus obras y en tus riquezas, también tú serás capturada. Quemós, tu dios, irá al exilio, junto con sus sacerdotes y oficiales.

Jer 48:8 El destructor vendrá contra toda ciudad, y ni una sola de ellas escapará. El valle quedará en ruinas, y la meseta quedará destruida, tal como lo ha dicho el SEÑOR.

Jer 48:9 Coloquen una lápida[e] para Moab, porque yace destruida; sus ciudades están desoladas, y sin habitante alguno.

Jer 48:10 »¡Maldito el que sea negligente para realizar el trabajo del SEÑOR! ¡Maldito el que de la sangre retraiga su espada!

Jer 48:11 »Moab ha vivido en paz desde su juventud; ha reposado sobre sus heces. No ha pasado de vasija en vasija, ni ha ido jamás al exilio. Por eso conserva su sabor y no pierde su aroma.

Jer 48:12 Pero vienen días —afirma el SEÑOR—en que enviaré gente que transvasará a Moab; y vaciará sus vasijas y romperá sus cántaros.

Jer 48:13 Entonces Moab se avergonzará de Quemós, como el pueblo de Israel se avergonzó de Betel, santuario en el que había depositado su confianza.

Jer 48:14 »¿Cómo se atreven a decir: “Somos guerreros, hombres valientes para la guerra” ?

Jer 48:15 Moab será devastada y sus ciudades, invadidas —afirma el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR Todopoderoso—: Lo mejor de su juventud descenderá al matadero.

Jer 48:16 La ruina de Moab se acerca; su calamidad es inminente.

Jer 48:17 Lloren por él todos sus vecinos, los que saben de su fama. Digan: “¡Cómo se ha quebrado el cetro tan poderoso e imponente!”

Jer 48:18 »Tú, que habitas en Dibón: desciende de tu lugar de honor y siéntate en el sequedal, porque el destructor de Moab te ataca y destruye tus fortificaciones.

Jer 48:19 Tú, que habitas en Aroer, párate a la vera del camino, y observa; pregunta a los que huyen, hombres y mujeres: “¿Qué es lo que ha sucedido?”

Jer 48:20 Moab está humillado; ha sido destrozado. ¡Giman y clamen! ¡Anuncien por el río Arnón que Moab ha sido devastado!

Jer 48:21 El juicio ha llegado hasta la meseta contra Holón, Yahaza y Mefat;

Jer 48:22 contra Dibón, Nebo y Bet Diblatayin;

Jer 48:23 contra Quiriatayin, Bet Gamul y Bet Megón,

Jer 48:24 contra Queriot y Bosra, y contra todas las ciudades de Moab, cercanas y lejanas.

Jer 48:25 El poder[f] de Moab ha desaparecido; ¡su fuerza está abatida! —afirma el SEÑOR—.

Jer 48:26 »¡Emborrachen a Moab, porque ha desafiado al SEÑOR! ¡Que se regodee en su vómito, y se convierta en objeto de burla!

Jer 48:27 ¿Acaso no te burlabas de Israel, y con tus palabras lo despreciabas, como si hubiera sido sorprendido entre ladrones?

Jer 48:28 Habitantes de Moab, ¡abandonen las ciudades y vivan entre las rocas! Sean como las palomas que anidan al borde de los precipicios.

Jer 48:29 »Conocemos bien el orgullo de Moab, ese orgullo exagerado. ¡Tanta soberbia y tanto orgullo! ¡Tanta arrogancia y altivez!

Jer 48:30 Yo conozco su insolencia, pero sus jactancias no logran nada —afirma el SEÑOR—.

Jer 48:31 Por eso lloro por Moab; gimo por toda su gente, sollozo por el pueblo de Quir Jeres.

Jer 48:32 Lloro por ti, viña de Sibma, más que por Jazer; tus sarmientos sobrepasan el mar y llegan hasta Jazer, pero caerá el destructor sobre tu cosecha y sobre tu vendimia.

Jer 48:33 De los fértiles campos de Moab han desaparecido el gozo y alegría. Acabé con el vino de tus lagares; ya nadie pisa las uvas entre gritos de alborozo; los gritos ya no son de regocijo.

Jer 48:34 »El clamor de Hesbón llega hasta Elalé y Yahaza, su voz se alza desde Zoar hasta Joronayin y Eglat Selisiyá. Porque hasta las aguas de Nimrín se han secado.

Jer 48:35 Acabaré con la gente de Moab que ofrece sacrificios en altares paganos y quema incienso a sus dioses —afirma el SEÑOR—.

Jer 48:36 »Por eso, con sonido de flautas gime por Moab mi corazón; con sonido de flautas gime mi corazón por Quir Jeres, porque han desaparecido las riquezas que acumularon.

Jer 48:37 Toda cabeza está rapada y toda barba rasurada; en todas las manos hay incisiones, y todos están vestidos de luto.

Jer 48:38 Sobre todos los techos de Moab, y por todas sus plazas, sólo se escuchan lamentos; porque rompí en pedazos a Moab como a una vasija desechada —afirma el SEÑOR—.

Jer 48:39 ¡Cómo quedó hecha pedazos! ¡Cómo gimen! Moab ha vuelto la espalda del todo avergonzada. Es para todos sus vecinos objeto de burla y de terror.»

Jer 48:40 Así dice el SEÑOR: «¡Miren! Vuela el enemigo como águila; sobre Moab despliega sus alas.

Jer 48:41 Sus ciudades serán capturadas, y conquistadas sus fortalezas. En aquel día, el corazón de los guerreros de Moab será como el de una parturienta.

Jer 48:42 Moab será destruida como nación, porque ha desafiado al SEÑOR.

Jer 48:43 El terror, la fosa y la trampa, aguardan al habitante de Moab —afirma el SEÑOR—.

Jer 48:44 El que huya del terror caerá en la fosa; el que salga de la fosa caerá en la trampa; porque yo hago venir sobre Moab el tiempo de su castigo —afirma el SEÑOR—.

Jer 48:45 »A la sombra de Hesbón se detienen exhaustos los fugitivos. De Hesbón sale un fuego; de la ciudad de Sijón, una llama que consume las sienes de Moab y el cráneo de los arrogantes y revoltosos.

Jer 48:46 ¡Ay de ti, Moab! El pueblo de Quemós está destruido; tus hijos son llevados al exilio; tus hijas, al cautiverio.

Jer 48:47 Pero en los días venideros yo cambiaré la suerte de Moab», afirma el SEÑOR. Aquí concluye el juicio contra Moab.

Salmo 25

Enséñame tus sendas

Salmo de David.

Álef

A ti, SEÑOR, elevo mi alma;

Sal 25:2

Bet

mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí.

Sal 25:3

Guímel

Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado; pero quedarán en vergüenza los que traicionan sin razón.

Sal 25:4

Dálet

SEÑOR, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas.

Sal 25:5

He

Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador;

Vav

¡en ti pongo mi esperanza todo el día!

Sal 25:6

Zayin

Acuérdate, SEÑOR, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado;

Sal 25:7

Jet

olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, SEÑOR, eres bueno.

Sal 25:8

Tet

Bueno y justo es el SEÑOR; por eso les muestra a los pecadores el camino.

Sal 25:9

Yod

Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino.

Sal 25:10

Caf

Todas las sendas del SEÑOR son amor y verdad para quienes cumplen los preceptos de su pacto.

Sal 25:11

Lámed

Por amor a tu nombre, SEÑOR, perdona mi gran iniquidad.

Sal 25:12

Mem

¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? Será instruido en el mejor de los caminos.

Sal 25:13

Nun

Tendrá una vida placentera, y sus descendientes heredarán la tierra.

Sal 25:14

Sámej

El SEÑOR brinda su amistad a quienes le honran, y les da a conocer su pacto.

Sal 25:15

Ayin

Mis ojos están puestos siempre en el SEÑOR, pues sólo él puede sacarme de la trampa.

Sal 25:16

Pe

Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión, pues me encuentro solo y afligido.

Sal 25:17

Tsade

Crecen las angustias de mi corazón; líbrame de mis tribulaciones

Sal 25:18 Fíjate en mi aflicción y en mis penurias, y borra todos mis pecados.

Sal 25:19

Resh

¡Mira cómo se han multiplicado mis enemigos, y cuán violento es el odio que me tienen!

Sal 25:20

Shin

Protege mi vida, rescátame; no permitas que sea avergonzado, porque en ti busco refugio.

Sal 25:21

Tav

Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza.

Sal 25:22 ¡Libra, oh Dios, a Israel de todas sus angustias!