Día 312
15 El Pueblo del Reino
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Generosidad
En la historia de la Biblia, Dios es representado como un anfitrión generoso que satisface las necesidades de sus invitados. Sin embargo, los humanos viven con una mentalidad de escasez y, por eso acaparan los abundantes regalos de Dios. En este video exploraremos el plan de Dios para superar nuestro egoísmo, que es dar el sumo regalo de si mismo, en la persona de Jesús.
2 Corintios 7
2Co 7:1 Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.
Alegría de Pablo
2Co 7:2
La alegría de Pablo
Hagan lugar para nosotros en su corazón. A nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos explotado.
2Co 7:3 No digo esto para condenarlos; ya les he dicho que tienen un lugar tan amplio en nuestro corazón que con ustedes viviríamos o moriríamos.
2Co 7:4 Les tengo mucha confianza y me siento muy orgulloso de ustedes. Estoy muy animado; en medio de todas nuestras aflicciones se desborda mi alegría.
2Co 7:5 Cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, sino que nos vimos acosados por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro.
2Co 7:6 Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito,
2Co 7:7 y no sólo con su llegada sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí, lo cual me llenó de alegría.
2Co 7:8 Si bien los entristecí con mi carta, no me pesa. Es verdad que antes me pesó, porque me di cuenta de que por un tiempo mi carta los había entristecido.
2Co 7:9 Sin embargo, ahora me alegro, no porque se hayan entristecido sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes se entristecieron tal como Dios lo quiere, de modo que nosotros de ninguna manera los hemos perjudicado.
2Co 7:10 La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte.
2Co 7:11 Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo han demostrado su inocencia en este asunto.
2Co 7:12 Así que, a pesar de que les escribí, no fue por causa del ofensor ni del ofendido, sino más bien para que delante de Dios se dieran cuenta por ustedes mismos de cuánto interés tienen en nosotros.
2Co 7:13 Todo esto nos reanima. Además del consuelo que hemos recibido, nos alegró muchísimo el ver lo feliz que estaba Tito debido a que todos ustedes fortalecieron su espíritu.
2Co 7:14 Ya le había dicho que me sentía orgulloso de ustedes, y no me han hecho quedar mal. Al contrario, así como todo lo que les dijimos es verdad, también resultaron ciertos los elogios que hice de ustedes delante de Tito.
2Co 7:15 Y él les tiene aún más cariño al recordar que todos ustedes fueron obedientes y lo recibieron con temor y temblor.
2Co 7:16 Me alegro de que puedo confiar plenamente en ustedes.
2 Corintios 8
Estímulo a dar generosamente
2Co 8:1
Estímulo a la generosidad
Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios ha dado a las iglesias de Macedonia.
2Co 8:2 En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad.
2Co 8:3 Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían,
2Co 8:4 rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos.
2Co 8:5 Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios.
2Co 8:6 De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado.
2Co 8:7 Pero ustedes, así como sobresalen en todo —en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros[a] —, procuren también sobresalir en esta gracia de dar.
2Co 8:8 No es que esté dándoles órdenes, sino que quiero probar la sinceridad de su amor en comparación con la dedicación de los demás.
2Co 8:9 Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
2Co 8:10 Aquí va mi consejo sobre lo que les conviene en este asunto: El año pasado ustedes fueron los primeros no sólo en dar sino también en querer hacerlo.
2Co 8:11 Lleven ahora a feliz término la obra, para que, según sus posibilidades, cumplan con lo que de buena gana propusieron.
2Co 8:12 Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.
2Co 8:13 No se trata de que otros encuentren alivio mientras que ustedes sufren escasez; es más bien cuestión de igualdad.
2Co 8:14 En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan. Así habrá igualdad,
2Co 8:15 como está escrito: «Ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba.»[b]
Recomendación de Tito
2Co 8:16
Tito enviado a Corinto
Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes.
2Co 8:17 De hecho, cuando accedió a nuestra petición de ir a verlos, lo hizo con mucho entusiasmo y por su propia voluntad.
2Co 8:18 Junto con él les enviamos al hermano que se ha ganado el reconocimiento de todas las iglesias por los servicios prestados al evangelio.
2Co 8:19 Además, las iglesias lo escogieron para que nos acompañe cuando llevemos la ofrenda, la cual administramos para honrar al Señor y demostrar nuestro ardiente deseo de servir.
2Co 8:20 Queremos evitar cualquier crítica sobre la forma en que administramos este generoso donativo;
2Co 8:21 porque procuramos hacer lo correcto, no sólo delante del Señor sino también delante de los demás.
2Co 8:22 Con ellos les enviamos a nuestro hermano que nos ha demostrado con frecuencia y de muchas maneras que es diligente, y ahora lo es aún más por la gran confianza que tiene en ustedes.
2Co 8:23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador entre ustedes; y en cuanto a los otros hermanos, son enviados de las iglesias, son una honra para Cristo.
2Co 8:24 Por tanto, den a estos hombres una prueba de su amor y muéstrenles por qué nos sentimos orgullosos de ustedes, para testimonio ante las iglesias.
Salmo 2
El Reino del Ungido del Señor
Sal 2:1
¿Por qué se sublevan las naciones, y en vano conspiran los pueblos?
Sal 2:2 Los reyes de la tierra se rebelan; los gobernantes se confabulan contra el SEÑOR y contra su ungido.
Sal 2:3 Y dicen: «¡Hagamos pedazos sus cadenas! ¡Librémonos de su yugo!»
Sal 2:4 El rey de los cielos se ríe; el SEÑOR se burla de ellos.
Sal 2:5 En su enojo los reprende, en su furor los intimida y dice:
Sal 2:6 «He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte.»
Sal 2:7 Yo proclamaré el decreto del SEÑOR: «Tú eres mi hijo», me ha dicho; «hoy mismo te he engendrado.
Sal 2:8 Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!
Sal 2:9 Las gobernarás con puño[a] de hierro; las harás pedazos como a vasijas de barro.»
Sal 2:10 Ustedes, los reyes, sean prudentes; déjense enseñar, gobernantes de la tierra.
Sal 2:11 Sirvan al SEÑOR con temor; con temblor ríndanle alabanza.
Sal 2:12 Bésenle los pies,[b] no sea que se enoje y sean ustedes destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!