Día 264

14 Jesús & el Reino

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Lee la Biblia: Juan 13-21

Mira nuestro video de Lee la Biblia sobre el libro de Juan, que desglosa el diseño literario del libro y su línea de pensamiento. En Juan, Jesús se transforma en un ser humano como encarnación del Dios creador de Israel, para compartir con el mundo su amor y el don de la vida eterna.

Juan 13

Jesús lava los pies de los discípulos

Jua 13:1

Jesús les lava los pies a sus discípulos

Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.[a]

Jua 13:2 Llegó la hora de la cena. El diablo ya había incitado a Judas Iscariote, hijo de Simón, para que traicionara a Jesús.

Jua 13:3 Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía;

Jua 13:4 así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura.

Jua 13:5 Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura.

Jua 13:6 Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: —¿Y tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?

Jua 13:7 —Ahora no entiendes lo que estoy haciendo —le respondió Jesús—, pero lo entenderás más tarde.

Jua 13:8 —¡No! —protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies! —Si no te los lavo,[b] no tendrás parte conmigo.

Jua 13:9 —Entonces, Señor, ¡no sólo los pies sino también las manos y la cabeza!

Jua 13:10 —El que ya se ha bañado no necesita lavarse más que los pies —le contestó Jesús—; pues ya todo su cuerpo está limpio. Y ustedes ya están limpios, aunque no todos.

Jua 13:11 Jesús sabía quién lo iba a traicionar, y por eso dijo que no todos estaban limpios.

Jua 13:12 Cuando terminó de lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar. Entonces les dijo: —¿Entienden lo que he hecho con ustedes?

Jua 13:13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.

Jua 13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.

Jua 13:15 Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.

Jua 13:16 Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió.

Jua 13:17 ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica.

Jua 13:18

Jesús predice la traición de Judas

»No me refiero a todos ustedes; yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla la Escritura: “El que comparte el pan conmigo me ha puesto la zancadilla.”[c]

Jua 13:19 »Les digo esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda crean que yo soy.

Jua 13:20 Ciertamente les aseguro que el que recibe al que yo envío me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me envió.

Uno de vosotros me entregará

Jua 13:21 Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y declaró: —Ciertamente les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.

Jua 13:22 Los discípulos se miraban unos a otros sin saber a cuál de ellos se refería.

Jua 13:23 Uno de ellos, el discípulo a quien Jesús amaba, estaba a su lado.

Jua 13:24 Simón Pedro le hizo señas a ese discípulo y le dijo: —Pregúntale a quién se refiere.

Jua 13:25 —Señor, ¿quién es? —preguntó él, reclinándose sobre Jesús.

Jua 13:26 —Aquel a quien yo le dé este pedazo de pan que voy a mojar en el plato —le contestó Jesús. Acto seguido, mojó el pedazo de pan y se lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón.

Jua 13:27 Tan pronto como Judas tomó el pan, Satanás entró en él. —Lo que vas a hacer, hazlo pronto —le dijo Jesús.

Jua 13:28 Ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo eso Jesús.

Jua 13:29 Como Judas era el encargado del dinero, algunos pensaron que Jesús le estaba diciendo que comprara lo necesario para la fiesta, o que diera algo a los pobres.

Jua 13:30 En cuanto Judas tomó el pan, salió de allí. Ya era de noche.

Un nuevo mandamiento

Jua 13:31

Jesús predice la negación de Pedro

Cuando Judas hubo salido, Jesús dijo: —Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él.

Jua 13:32 Si Dios es glorificado en él,[d] Dios glorificará al Hijo en sí mismo, y lo hará muy pronto.

Jua 13:33 »Mis queridos hijos, poco tiempo me queda para estar con ustedes. Me buscarán, y lo que antes les dije a los judíos, ahora se lo digo a ustedes: Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.

Jua 13:34 »Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.

Jua 13:35 De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.

Jesús predice la negación de Pedro

Jua 13:36 —¿Y a dónde vas, Señor? —preguntó Simón Pedro. —Adonde yo voy, no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde.

Jua 13:37 —Señor —insistió Pedro—, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Por ti daré hasta la vida.

Jua 13:38 —¿Tú darás la vida por mí? ¡De veras te aseguro que antes de que cante el gallo, me negarás tres veces!

Juan 14

"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida"

Jua 14:1

Jesús consuela a sus discípulos

»No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.[a]

Jua 14:2 En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar.

Jua 14:3 Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté.

Jua 14:4 Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy.

Jua 14:5

Jesús, el camino al Padre

Dijo entonces Tomás: —Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino?

Jua 14:6 —Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.

Jua 14:7 Si ustedes realmente me conocieran, conocerían[b] también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen y lo han visto.

Jua 14:8 —Señor —dijo Felipe—, muéstranos al Padre y con eso nos basta.

Jua 14:9 —¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre ustedes, y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre” ?

Jua 14:10 ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras.

Jua 14:11 Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos créanme por las obras mismas.

Jua 14:12 Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.

Jua 14:13 Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo.

Jua 14:14 Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.

Jesús promete el Espíritu Santo

Jua 14:15

Jesús promete el Espíritu Santo

»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.

Jua 14:16 Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre:

Jua 14:17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará[c] en ustedes.

Jua 14:18 No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.

Jua 14:19 Dentro de poco el mundo ya no me verá más, pero ustedes sí me verán. Y porque yo vivo, también ustedes vivirán.

Jua 14:20 En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes.

Jua 14:21 ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.

Jua 14:22 Judas (no el Iscariote) le dijo: —¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo?

Jua 14:23 Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él.

Jua 14:24 El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías sino del Padre, que me envió.

Jua 14:25 »Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes.

Jua 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.

Jua 14:27 La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.

Jua 14:28 »Ya me han oído decirles: “Me voy, pero vuelvo a ustedes.” Si me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, porque el Padre es más grande que yo.

Jua 14:29 Y les he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean.

Jua 14:30 Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí,

Jua 14:31 pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga. »¡Levántense, vámonos de aquí!

Juan 15

Yo soy la vid verdadera

Jua 15:1

Jesús, la vid verdadera

»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Jua 15:2 Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda[a] para que dé más fruto todavía.

Jua 15:3 Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado.

Jua 15:4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.

Jua 15:5 »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.

Jua 15:6 El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman.

Jua 15:7 Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.

Jua 15:8 Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.

Jua 15:9 »Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.

Jua 15:10 Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Jua 15:11 Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa.

Jua 15:12 Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.

Jua 15:13 Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.

Jua 15:14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.

Jua 15:15 Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes.

Jua 15:16 No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

Jua 15:17 Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.

El odio del mundo

Jua 15:18

Jesús y sus discípulos aborrecidos por el mundo

»Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí.

Jua 15:19 Si fueran del mundo, el mundo los querría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.

Jua 15:20 Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo.”[b] Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas, también obedecerán las de ustedes.

Jua 15:21 Los tratarán así por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.

Jua 15:22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado.

Jua 15:23 El que me aborrece a mí, también aborrece a mi Padre.

Jua 15:24 Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro antes ha realizado, no serían culpables de pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo a mí y a mi Padre nos han aborrecido.

Jua 15:25 Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo.”[c]

Jua 15:26 »Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí.

Jua 15:27 Y también ustedes darán testimonio porque han estado conmigo desde el principio.

Salmo 109

"Ayúdame, oh Señor Dios mío"

Sal 109:1

Al director musical. Salmo de David.

Oh Dios, alabanza mía, no guardes silencio.

Sal 109:2 Pues gente impía y mentirosa ha declarado en mi contra, y con lengua engañosa me difaman;

Sal 109:3 con expresiones de odio me acosan, y sin razón alguna me atacan.

Sal 109:4 Mi amor me lo pagan con calumnias, mientras yo me encomiendo a Dios.

Sal 109:5 Mi bondad la pagan con maldad; en vez de amarme, me aborrecen.

Sal 109:6 Pon en su contra a un malvado; que a su derecha esté su acusador.[a]

Sal 109:7 Que resulte culpable al ser juzgado, y que sus propias oraciones lo condenen.

Sal 109:8 Que se acorten sus días, y que otro se haga cargo de su oficio.

Sal 109:9 Que se queden huérfanos sus hijos; que se quede viuda su esposa.

Sal 109:10 Que anden sus hijos vagando y mendigando; que anden rebuscando entre las ruinas.

Sal 109:11 Que sus acreedores se apoderen de sus bienes; que gente extraña saquee sus posesiones.

Sal 109:12 Que nadie le extienda su bondad; que nadie se compadezca de sus huérfanos.

Sal 109:13 Que sea exterminada su descendencia; que desaparezca su nombre en la próxima generación.

Sal 109:14 Que recuerde el SEÑOR la iniquidad de su padre, y no se olvide del pecado de su madre.

Sal 109:15 Que no les quite el SEÑOR la vista de encima, y que borre de la tierra su memoria.

Sal 109:16 Por cuanto se olvidó de hacer el bien, y persiguió hasta la muerte a pobres, afligidos y menesterosos,

Sal 109:17 y porque le encantaba maldecir, ¡que caiga sobre él la maldición! Por cuanto no se complacía en bendecir, ¡que se aleje de él la bendición!

Sal 109:18 Por cuanto se cubrió de maldición como quien se pone un vestido, ¡que ésta se filtre en su cuerpo como el agua!, ¡que penetre en sus huesos como el aceite!

Sal 109:19 ¡Que lo envuelva como un manto! ¡Que lo apriete en todo tiempo como un cinto!

Sal 109:20 ¡Que así les pague el SEÑOR a mis acusadores, a los que me calumnian!

Sal 109:21 Pero tú, SEÑOR Soberano, trátame bien por causa de tu nombre; líbrame por tu bondad y gran amor.

Sal 109:22 Ciertamente soy pobre y estoy necesitado; profundamente herido está mi corazón.

Sal 109:23 Me voy desvaneciendo como sombra vespertina; se desprenden de mí como de una langosta.

Sal 109:24 De tanto ayunar me tiemblan las rodillas; la piel se me pega a los huesos.

Sal 109:25 Soy para ellos motivo de burla; me ven, y menean la cabeza.

Sal 109:26 SEÑOR, mi Dios, ¡ayúdame!; por tu gran amor, ¡sálvame!

Sal 109:27 Que sepan que ésta es tu mano; que tú mismo, SEÑOR, lo has hecho.

Sal 109:28 ¿Qué importa que ellos me maldigan? ¡Bendíceme tú! Pueden atacarme, pero quedarán avergonzados; en cambio, este siervo tuyo se alegrará.

Sal 109:29 ¡Queden mis acusadores cubiertos de deshonra, envueltos en un manto de vergüenza!

Sal 109:30 Por mi parte, daré muchas gracias al SEÑOR; lo alabaré entre una gran muchedumbre.

Sal 109:31 Porque él defiende al[b] necesitado, para salvarlo de quienes lo condenan.