Día 224

13 La Historia Hasta Ahora

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1 de Cronicas 22

1Cr 22:1 Entonces dijo David: «Aquí se levantará el templo de Dios el SEÑOR, y también el altar donde Israel ofrecerá el holocausto.»

Preparativos de David para la construcción del templo

1Cr 22:2

Preparativos para el templo

Luego David ordenó que se reuniera a los extranjeros que vivían en territorio israelita. De entre ellos nombró canteros que labraran piedras para la construcción del templo de Dios.

1Cr 22:3 Además, David juntó mucho hierro para los clavos y las bisagras de las puertas, y bronce en abundancia.

1Cr 22:4 También amontonó mucha madera de cedro, pues los habitantes de Sidón y de Tiro le habían traído madera de cedro en abundancia.

1Cr 22:5 «Mi hijo Salomón —pensaba David—es muy joven e inexperto, y el templo que hay que construir para el SEÑOR debe ser el más grande y famoso de toda la tierra; por eso le dejaré todo listo.» Así que antes de morir, David dejó todo listo.

Salomón construirá el templo

1Cr 22:6 Luego llamó a su hijo Salomón y le encargó construir el templo para el SEÑOR, Dios de Israel.

1Cr 22:7 David le dijo a Salomón: «Hijo mío, yo tenía la intención de construir un templo para honrar al SEÑOR mi Dios.

1Cr 22:8 Pero el SEÑOR me dijo: “Ante mis propios ojos has derramado mucha sangre y has hecho muchas guerras en la tierra; por eso no serás tú quien me construya un templo.

1Cr 22:9 Pero tendrás un hijo que será un hombre pacífico; yo haré que los países vecinos que sean sus enemigos lo dejen en paz; por eso se llamará Salomón.[a] Durante su reinado, yo le daré a Israel paz y tranquilidad.

1Cr 22:10 Él será quien me construya un templo. Él será para mí como un hijo, y yo seré para él como un padre. Yo afirmaré para siempre el trono de su reino en Israel.”

1Cr 22:11 »Ahora, hijo mío, que el SEÑOR tu Dios te ayude a construir su templo, tal como te lo ha prometido.

1Cr 22:12 Que te dé prudencia y sabiduría para que, cuando estés al frente de Israel, obedezcas su ley. Él es el SEÑOR tu Dios.

1Cr 22:13 Si cumples las leyes y normas que el SEÑOR le entregó a Israel por medio de Moisés, entonces te irá bien. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!

1Cr 22:14 »Mira, con mucho esfuerzo he logrado conseguir para el templo del SEÑOR tres mil trescientas toneladas de oro, treinta y tres mil toneladas de plata[b] y una incontable cantidad de bronce y de hierro. Además, he conseguido madera y piedra, pero tú debes adquirir más.

1Cr 22:15 También cuentas con una buena cantidad de obreros: canteros, albañiles, carpinteros, y expertos en toda clase de trabajos

1Cr 22:16 en oro, plata, bronce y hierro. Así que, ¡pon manos a la obra, y que el SEÑOR te acompañe!»

1Cr 22:17 Después David les ordenó a todos los jefes de Israel que colaboraran con su hijo Salomón.

1Cr 22:18 Les dijo: «El SEÑOR su Dios está con ustedes, y les ha dado paz en todo lugar. Él ha entregado en mi poder a los habitantes de la región, y éstos han quedado sometidos al SEÑOR y a su pueblo.

1Cr 22:19 Ahora, pues, busquen al SEÑOR su Dios de todo corazón y con toda el alma. Comiencen la construcción del santuario de Dios el SEÑOR, para que trasladen el arca del pacto y los utensilios sagrados al templo que se construirá en su honor.»

1 de Cronicas 23

David organiza los levitas

1Cr 23:1

Los levitas

David era muy anciano cuando declaró a su hijo Salomón rey de Israel.

1Cr 23:2 Reunió a todos los jefes de Israel, y a los sacerdotes y levitas.

1Cr 23:3 Entonces contaron a los levitas que tenían más de treinta años, y resultó que eran en total treinta y ocho mil hombres.

1Cr 23:4 De éstos, veinticuatro mil estaban a cargo del trabajo del templo del SEÑOR, seis mil eran oficiales y jueces,

1Cr 23:5 cuatro mil eran porteros, y los otros cuatro mil estaban encargados de alabar al SEÑOR con los instrumentos musicales que David había ordenado hacer[a] para ese propósito.

1Cr 23:6 David dividió a los levitas en grupos de acuerdo con el número de los hijos de Leví, que fueron Guersón, Coat y Merari.

1Cr 23:7

Los guersonitas

De los guersonitas: Ladán y Simí.

1Cr 23:8 Los hijos de Ladán fueron tres: Jehiel, el mayor, Zetán y Joel.

1Cr 23:9 Simí también tuvo tres hijos: Selomit, Jaziel y Jarán. Éstos fueron los jefes de las familias patriarcales de Ladán.

1Cr 23:10 Los hijos de Simí fueron cuatro: Yajat, Ziza,[b] Jeús y Beriá. Éstos fueron los hijos de Simí.

1Cr 23:11 Yajat era el mayor y Ziza, el segundo. Como Jeús y Beriá no tuvieron muchos hijos, se les contó como una sola familia y se les dio un mismo cargo.

1Cr 23:12

Los coatitas

Los hijos de Coat fueron cuatro: Amirán, Izar, Hebrón y Uziel.

1Cr 23:13 Los hijos de Amirán fueron Aarón y Moisés. Aarón y sus descendientes fueron los escogidos para presentar las ofrendas santas, quemar el incienso, servir al SEÑOR y pronunciar la bendición en su nombre.

1Cr 23:14 A Moisés, hombre de Dios, y a sus hijos se les incluyó en la tribu de Leví.

1Cr 23:15 Los hijos de Moisés fueron Guersón y Eliezer.

1Cr 23:16 Sebuel fue el primero de los descendientes de Guersón.

1Cr 23:17 Eliezer no tuvo sino un solo hijo, que fue Rejabías, pero éste sí tuvo muchos hijos.

1Cr 23:18 El primer hijo de Izar fue Selomit.

1Cr 23:19 El primer hijo de Hebrón fue Jerías; el segundo, Amarías; el tercero, Jahaziel, y el cuarto, Jecamán.

1Cr 23:20 El primer hijo de Uziel fue Micaías, y el segundo, Isías.

1Cr 23:21

Los meraritas

Los hijos de Merari fueron Majlí y Musí. Los hijos de Majlí fueron Eleazar y Quis.

1Cr 23:22 Eleazar murió sin tener hijos: solamente tuvo hijas. Éstas se casaron con sus primos, los hijos de Quis.

1Cr 23:23 Musí tuvo tres hijos: Majlí, Edar y Jeremot.

1Cr 23:24 Éstos fueron los descendientes de Leví por sus familias patriarcales. El censo los registró por nombre como jefes de sus familias patriarcales. Éstos prestaban servicio en el templo del SEÑOR, y eran mayores de veinte años.

1Cr 23:25 David dijo: «Desde que el SEÑOR, Dios de Israel, estableció a su pueblo y estableció su residencia para siempre en Jerusalén,

1Cr 23:26 los levitas ya no tienen que cargar el santuario ni los utensilios que se usan en el culto.»

1Cr 23:27 De acuerdo con las últimas disposiciones de David, fueron censados los levitas mayores de veinte años,

1Cr 23:28 y su función consistía en ayudar a los descendientes de Aarón en el servicio del templo del SEÑOR. Eran los responsables de los atrios, de los cuartos y de la purificación de todas las cosas santas; en fin, de todo lo relacionado con el servicio del templo de Dios.

1Cr 23:29 También estaban encargados del pan de la Presencia, de la harina para las ofrendas de cereales, de las hojuelas sin levadura, de las ofrendas fritas en sartén o cocidas, y de todas las medidas de capacidad y de longitud.

1Cr 23:30 Cada mañana y cada tarde debían estar presentes para agradecer y alabar al SEÑOR.

1Cr 23:31 Así mismo, debían ofrecer todos los holocaustos que se presentaban al SEÑOR los sábados y los días de luna nueva, y durante las otras fiestas. Así que siempre servían al SEÑOR, según el número y la función que se les asignaba.

1Cr 23:32 De modo que tenían a su cargo el cuidado de la Tienda de reunión y del santuario. El servicio que realizaban en el templo del SEÑOR quedaba bajo las órdenes de sus hermanos, los descendientes de Aarón.

1 de Cronicas 24

David organiza los sacerdotes

1Cr 24:1

Organización del servicio sacerdotal

Los descendientes de Aarón se organizaron de la siguiente manera: Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.

1Cr 24:2 Nadab y Abiú murieron antes que su padre, y no tuvieron hijos, así que Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio.

1Cr 24:3 Con la ayuda de Sadoc, descendiente de Eleazar, y de Ajimélec, descendiente de Itamar, David organizó a los sacerdotes por turnos para el desempeño de sus funciones.

1Cr 24:4 Como había más jefes entre los descendientes de Eleazar que entre los de Itamar, los organizaron así: dieciséis jefes de las familias patriarcales de los descendientes de Eleazar, y ocho jefes de los descendientes de Itamar.

1Cr 24:5 La distribución se hizo por sorteo, pues tanto los descendientes de Eleazar como los de Itamar tenían oficiales del santuario y oficiales de Dios.

1Cr 24:6 El cronista Semaías hijo de Natanael, que era levita, registró sus nombres en presencia del rey y de los oficiales, del sacerdote Sadoc, de Ajimélec hijo de Abiatar, de los jefes de las familias patriarcales de los sacerdotes y de los levitas. La suerte se echó dos veces por la familia de Eleazar y una vez por la familia de Itamar.

1Cr 24:7 La primera suerte le tocó a Joyarib; la segunda, a Jedaías;

1Cr 24:8 la tercera, a Jarín; la cuarta, a Seorín;

1Cr 24:9 la quinta, a Malquías; la sexta, a Mijamín;

1Cr 24:10 la séptima, a Cos; la octava, a Abías;

1Cr 24:11 la novena, a Jesúa; la décima, a Secanías;

1Cr 24:12 la undécima, a Eliasib; la duodécima, a Yaquín;

1Cr 24:13 la decimotercera, a Hupá; la decimocuarta, a Jesebab;

1Cr 24:14 la decimoquinta, a Bilgá; la decimosexta, a Imer;

1Cr 24:15 la decimoséptima, a Hezir; la decimoctava, a Afsés;

1Cr 24:16 la decimonovena, a Petaías; la vigésima, a Ezequiel;

1Cr 24:17 la vigesimoprimera, a Jaquín; la vigesimosegunda, a Gamul;

1Cr 24:18 la vigesimotercera, a Delaías; la vigesimocuarta, a Maazías.

1Cr 24:19 Así fue como se organizaron los turnos para el servicio en el templo del SEÑOR, tal como el SEÑOR, Dios de Israel, lo había ordenado por medio de Aarón, antepasado de ellos.

1Cr 24:20

El resto de los levitas

La siguiente es la lista del resto de los descendientes de Leví: de los descendientes de Amirán, Subael; de los descendientes de Subael, Jehedías;

1Cr 24:21 de los descendientes de Rejabías, Isías, el hijo mayor;

1Cr 24:22 de los descendientes de Izar, Selomot; de los descendientes de Selomot, Yajat.

1Cr 24:23 De los hijos de Hebrón: el primero,[a] Jerías; el segundo, Amarías; el tercero, Jahaziel, y el cuarto, Jecamán.

1Cr 24:24 De los descendientes de Uziel, Micaías; de los descendientes de Micaías, Samir;

1Cr 24:25 Isías, hermano de Micaías; de los descendientes de Isías, Zacarías;

1Cr 24:26 de los descendientes de Merari, Majlí y Musí; Benó, hijo de Jazías.

1Cr 24:27 De entre los descendientes de Merari: de Jazías: Benó, Soján, Zacur e Ibrí;

1Cr 24:28 de Majlí: Eleazar, quien no tuvo hijos;

1Cr 24:29 de Quis: su hijo Jeramel;

1Cr 24:30 y los hijos de Musí: Majlí, Edar y Jeremot. Éstos eran los hijos de los levitas por sus familias patriarcales.

1Cr 24:31 Al igual que a sus hermanos los descendientes de Aarón, también a ellos los repartieron por sorteo en presencia del rey David y de Sadoc, de Ajimélec y de los jefes de las familias patriarcales de los sacerdotes y de los levitas. A las familias de los hermanos mayores las trataron de la misma manera que a las de los hermanos menores.

Salmo 69

"Sálvame, oh Dios"

Sal 69:1

Al director musical. Sígase la tonada de «Los lirios». De David.

Sálvame, Dios mío, que las aguas ya me llegan al cuello.

Sal 69:2 Me estoy hundiendo en una ciénaga profunda, y no tengo dónde apoyar el pie. Estoy en medio de profundas aguas, y me arrastra la corriente.

Sal 69:3 Cansado estoy de pedir ayuda; tengo reseca la garganta. Mis ojos languidecen, esperando la ayuda de mi Dios.

Sal 69:4 Más que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo; muchos son los enemigos gratuitos que se han propuesto destruirme. ¿Cómo voy a devolver lo que no he robado?

Sal 69:5 Oh Dios, tú sabes lo insensato que he sido; no te puedo esconder mis transgresiones.

Sal 69:6 SEÑOR Soberano, Todopoderoso, que no sean avergonzados por mi culpa los que en ti esperan; oh Dios de Israel, que no sean humillados por mi culpa los que te buscan.

Sal 69:7 Por ti yo he sufrido insultos; mi rostro se ha cubierto de ignominia.

Sal 69:8 Soy como un extraño para mis hermanos; soy un extranjero para los hijos de mi madre.

Sal 69:9 El celo por tu casa me consume; sobre mí han recaído los insultos de tus detractores.

Sal 69:10 Cuando lloro y ayuno, tengo que soportar sus ofensas;

Sal 69:11 cuando me visto de luto, soy objeto de burlas.

Sal 69:12 Los que se sientan a la puerta murmuran contra mí; los borrachos me dedican parodias.

Sal 69:13 Pero yo, SEÑOR, te imploro en el tiempo de tu buena voluntad. Por tu gran amor, oh Dios, respóndeme; por tu fidelidad, sálvame.

Sal 69:14 Sácame del fango; no permitas que me hunda. Líbrame de los que me odian, y de las aguas profundas.

Sal 69:15 No dejes que me arrastre la corriente; no permitas que me trague el abismo, ni que el foso cierre sus fauces sobre mí.

Sal 69:16 Respóndeme, SEÑOR, por tu bondad y tu amor; por tu gran compasión, vuélvete a mí.

Sal 69:17 No escondas tu rostro de este siervo tuyo; respóndeme pronto, que estoy angustiado.

Sal 69:18 Ven a mi lado, y rescátame; redímeme, por causa de mis enemigos.

Sal 69:19 Tú bien sabes cómo me insultan, me avergüenzan y denigran; sabes quiénes son mis adversarios.

Sal 69:20 Los insultos me han destrozado el corazón; para mí ya no hay remedio. Busqué compasión, y no la hubo; busqué consuelo, y no lo hallé.

Sal 69:21 En mi comida pusieron hiel; para calmar mi sed me dieron vinagre.

Sal 69:22 Que se conviertan en trampa sus banquetes, y su prosperidad en lazo.

Sal 69:23 Que se les nublen los ojos, para que no vean; y que sus fuerzas flaqueen para siempre.

Sal 69:24 Descarga tu furia sobre ellos; que tu ardiente ira los alcance.

Sal 69:25 Quédense desiertos sus campamentos, y deshabitadas sus tiendas de campaña.

Sal 69:26 Pues al que has afligido lo persiguen, y se burlan del dolor del que has herido.

Sal 69:27 Añade a sus pecados más pecados; no los hagas partícipes de tu salvación.

Sal 69:28 Que sean borrados del libro de la vida; que no queden inscritos con los justos.

Sal 69:29 Y a mí, que estoy pobre y adolorido, que me proteja, oh Dios, tu salvación.

Sal 69:30 Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré.

Sal 69:31 Esa ofrenda agradará más al SEÑOR que la de un toro o un novillo con sus cuernos y pezuñas.

Sal 69:32 Los pobres verán esto y se alegrarán; ¡reanímense ustedes, los que buscan a Dios!

Sal 69:33 Porque el SEÑOR oye a los necesitados, y no desdeña a su pueblo cautivo.

Sal 69:34 Que lo alaben los cielos y la tierra, los mares y todo lo que se mueve en ellos,

Sal 69:35 porque Dios salvará a Sión y reconstruirá las ciudades de Judá. Allí se establecerá el pueblo y tomará posesión de la tierra.

Sal 69:36 La heredarán los hijos de sus siervos; la habitarán los que aman al Señor.