Día 326

1 Tesalonisenses 3

1Ts 3:1 Por tanto, cuando ya no pudimos soportarlo más, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas.

1Ts 3:2 Así que les enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios[a] en el evangelio de Cristo, con el fin de afianzarlos y animarlos en la fe

1Ts 3:3 para que nadie fuera perturbado por estos sufrimientos. Ustedes mismos saben que se nos destinó para esto,

1Ts 3:4 pues cuando estábamos con ustedes les advertimos que íbamos a padecer sufrimientos. Y así sucedió.

1Ts 3:5 Por eso, cuando ya no pude soportarlo más, mandé a Timoteo a indagar acerca de su fe, no fuera que el tentador los hubiera inducido a hacer lo malo y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.

Alentador informe de Timoteo

1Ts 3:6

El informe alentador de Timoteo

Ahora Timoteo acaba de volver de Tesalónica con buenas noticias de la fe y del amor de ustedes. Nos dice que conservan gratos recuerdos de nosotros y que tienen muchas ganas de vernos, tanto como nosotros a ustedes.

1Ts 3:7 Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras angustias y sufrimientos ustedes nos han dado ánimo por su fe.

1Ts 3:8 ¡Ahora sí que vivimos al saber que están firmes en el Señor!

1Ts 3:9 ¿Cómo podemos agradecer bastante a nuestro Dios por ustedes y por toda la alegría que nos han proporcionado delante de él?

1Ts 3:10 Día y noche le suplicamos que nos permita verlos de nuevo para suplir lo que le falta a su fe.

1Ts 3:11 Que el Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesús, nos preparen el camino para ir a verlos.

1Ts 3:12 Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes.

1Ts 3:13 Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre.

1 Tesalonisenses 4

Una vida agradable a Dios

1Ts 4:1

La vida que agrada a Dios

Por lo demás, hermanos, les pedimos encarecidamente en el nombre del Señor Jesús que sigan progresando en el modo de vivir que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están practicando.

1Ts 4:2 Ustedes saben cuáles son las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús.

1Ts 4:3 La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual;

1Ts 4:4 que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo[a] de una manera santa y honrosa,

1Ts 4:5 sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios;

1Ts 4:6 y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido.

1Ts 4:7 Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad;

1Ts 4:8 por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo.

1Ts 4:9 En cuanto al amor fraternal, no necesitan que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.

1Ts 4:10 En efecto, ustedes aman a todos los hermanos que viven en Macedonia. No obstante, hermanos, les animamos a amarse aún más,

1Ts 4:11 a procurar vivir en paz con todos, a ocuparse de sus propias responsabilidades y a trabajar con sus propias manos. Así les he mandado,

1Ts 4:12 para que por su modo de vivir se ganen el respeto de los que no son creyentes, y no tengan que depender de nadie.

La venida del Señor

1Ts 4:13

La venida del Señor

Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto,[b] para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza.

1Ts 4:14 ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.

1Ts 4:15 Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto.

1Ts 4:16 El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero.

1Ts 4:17 Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.

1Ts 4:18 Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.

Salmo 16

No dejarás mi alma en el Seol

Sal 16:1

Mictam de David.

Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.

Sal 16:2 Yo le he dicho al SEÑOR: «Mi SEÑOR eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno.»

Sal 16:3 Poderosos son los sacerdotes paganos del país, según todos sus seguidores.[a]

Sal 16:4 Pero aumentarán los dolores de los que corren tras ellos. ¡Jamás derramaré sus sangrientas libaciones, ni con mis labios pronunciaré sus nombres!

Sal 16:5 Tú, SEÑOR, eres mi porción y mi copa; eres tú quien ha afirmado mi suerte.

Sal 16:6 Bellos lugares me han tocado en suerte; ¡preciosa herencia me ha correspondido!

Sal 16:7 Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun de noche me reprende mi conciencia.

Sal 16:8 Siempre tengo presente al SEÑOR; con él a mi derecha, nada me hará caer.

Sal 16:9 Por eso mi corazón se alegra, y se regocijan mis entrañas;[b] todo mi ser se llena de confianza.

Sal 16:10 No dejarás que mi vida termine en el sepulcro; no permitirás que sufra corrupción tu siervo fiel.

Sal 16:11 Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.