Día 131

08 Los Profetas Antes del Exilio

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Lee la Biblia: Amós

Mira nuestro video de Lee la Biblia sobre el libro de Amós, que analiza el diseño literario del libro y su flujo de pensamiento. En este libro, Amós acusa a Israel de romper su pacto con Dios y destaca cómo su idolatría les ha llevado a la injusticia y al descuido de los pobres.

Amós 1

Amó 1:1 Éstas son las palabras de Amós, pastor de Tecoa. Es la visión que recibió acerca de Israel dos años antes del terremoto, cuando Uzías era rey de Judá, y Jeroboán hijo de Joás era rey de Israel.

Sentencia contra los vecinos de Israel

Amó 1:2 Amós dijo: «Ruge el SEÑOR desde Sión; truena su voz desde Jerusalén. Los pastizales de los pastores quedan asolados, y se seca la cumbre del Carmelo.»

Amó 1:3

Juicio contra las naciones vecinas

Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Damasco han llegado a su colmo;[a] por tanto, no revocaré su castigo: Porque trillaron a Galaad con trillos de hierro,

Amó 1:4 yo enviaré fuego contra el palacio de Jazael, que consumirá las fortalezas de Ben Adad.

Amó 1:5 Romperé el cerrojo de la puerta de Damasco, destruiré al que reina en el valle de Avén[b] y al que empuña el cetro en Bet Edén. Y el pueblo de Siria será desterrado a Quir», dice el SEÑOR.

Amó 1:6 Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Gaza han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque desterraron a poblaciones enteras para venderlas a Edom,

Amó 1:7 yo enviaré fuego contra los muros de Gaza, que consumirá sus fortalezas.

Amó 1:8 Destruiré al que reina en Asdod y al que empuña el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerá hasta el último de los filisteos», dice el SEÑOR omnipotente.

Amó 1:9 Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Tiro han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque le vendieron a Edom poblaciones enteras de cautivos, olvidando así una alianza entre hermanos,

Amó 1:10 yo enviaré fuego contra los muros de Tiro, que consumirá sus fortalezas.»

Amó 1:11 Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Edom han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque sin mostrar ninguna compasión persiguieron con espada a su hermano; porque dieron rienda suelta a su ira y no dejaron de alimentar su enojo,

Amó 1:12 yo enviaré fuego contra Temán, que consumirá las fortalezas de Bosra.»

Amó 1:13 Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Amón han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque, a fin de extender sus fronteras, a las mujeres encintas de la región de Galaad les abrieron el vientre,

Amó 1:14 yo prenderé fuego a los muros de Rabá, que consumirá sus fortalezas entre gritos de guerra en el día de la batalla, y en el rugir de la tormenta en un día de tempestad.

Amó 1:15 Su rey[c] marchará al destierro, junto con sus oficiales», dice el SEÑOR.

Amós 2

Amó 2:1 Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Moab han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque quemaron los huesos del rey de Edom hasta reducirlos a ceniza,

Amó 2:2 yo enviaré fuego sobre Moab que consumirá las fortalezas de Queriot, y morirá Moab en medio del estrépito de gritos de guerra y toques de trompeta.

Amó 2:3 Destruiré al gobernante en medio de su pueblo, y junto con él mataré a todos sus oficiales», dice el SEÑOR.

Sentencia contra Judá

Amó 2:4 Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Judá han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque, dejándose descarriar por sus mentiras, tras las cuales anduvieron sus antepasados, rechazaron la ley del SEÑOR y no obedecieron sus preceptos.

Amó 2:5 Por eso yo enviaré fuego contra Judá, que consumirá las fortalezas de Jerusalén.»

Sentencia contra Israel

Amó 2:6

Juicio contra Israel

Así dice el SEÑOR: «Los delitos de Israel han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Venden al justo por monedas, y al necesitado, por un par de sandalias.

Amó 2:7 Pisotean la cabeza de los desvalidos como si fuera el polvo de la tierra, y pervierten el camino de los pobres. Padre e hijo se acuestan con la misma mujer, profanando así mi santo nombre.

Amó 2:8 Junto a cualquier altar se acuestan sobre ropa que tomaron en prenda, y el vino que han cobrado como multa lo beben en la casa de su Dios.[a]

Amó 2:9 »Todo esto, a pesar de que por ellos yo destruí a los amorreos; destruí su fruto arriba y sus raíces abajo, aunque eran altos como el cedro y fuertes como la encina.

Amó 2:10 »Yo mismo los hice subir desde Egipto, y los conduje cuarenta años por el desierto, a fin de conquistar para ustedes la tierra de los amorreos.

Amó 2:11 También levanté profetas de entre sus hijos y nazareos de entre sus jóvenes. ¿Acaso no fue así, israelitas? —afirma el SEÑOR—.

Amó 2:12 Pero ustedes les hicieron beber vino a los nazareos y les ordenaron a los profetas que no profetizaran.

Amó 2:13 »Pues bien, estoy por aplastarlos a ustedes como aplasta una carreta cargada de trigo.

Amó 2:14 Entonces no habrá escapatoria para el ágil, ni el fuerte podrá valerse de su fuerza, ni el valiente librará su vida.

Amó 2:15 El arquero no resistirá, ni escapará con vida el ágil de piernas, ni se salvará el que monta a caballo.

Amó 2:16 En aquel día huirá desnudo aun el más valiente de los guerreros,» afirma el SEÑOR.

Amós 3

La culpa y el castigo de Israel

Amó 3:1

Vocación del profeta Amós

Oigan, israelitas, esta palabra que el SEÑOR pronuncia contra ustedes, contra toda la familia que saqué de Egipto:

Amó 3:2 «Sólo a ustedes los he escogido entre todas las familias de la tierra. Por tanto, les haré pagar todas sus perversidades.»

Amó 3:3 ¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?

Amó 3:4 ¿Ruge el león en la espesura sin tener presa alguna? ¿Gruñe el leoncillo en su guarida sin haber atrapado nada?

Amó 3:5 ¿Cae el pájaro en la trampa sin que haya carnada? ¿Salta del suelo la trampa sin haber atrapado nada?

Amó 3:6 ¿Se toca la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Ocurrirá en la ciudad alguna desgracia que el SEÑOR no haya provocado?

Amó 3:7 En verdad, nada hace el SEÑOR omnipotente sin antes revelar sus designios a sus siervos los profetas.

Amó 3:8 Ruge el león; ¿quién no temblará de miedo? Habla el SEÑOR omnipotente; ¿quién no profetizará?

Amó 3:9

El castigo a Israel

Proclamen en las fortalezas de Asdod y en los baluartes de Egipto: «Reúnanse sobre los montes de Samaria y vean cuánto pánico hay en ella, ¡cuánta opresión hay en su medio!»

Amó 3:10 «Los que acumulan en sus fortalezas el fruto de la violencia y el saqueo no saben actuar con rectitud», afirma el SEÑOR.

Amó 3:11 Por lo tanto, así dice el SEÑOR omnipotente: «Un enemigo invadirá tu tierra; echará abajo tu poderío y saqueará tus fortalezas.»

Amó 3:12 Así dice el SEÑOR: «Como el pastor arrebata de las fauces del león si acaso dos patas o un pedazo de oreja, así serán rescatados los israelitas, los que en Samaria se reclinan en el borde de la cama y en divanes de Damasco.[a]

Amó 3:13 »Oigan esto y testifiquen contra el pueblo de Jacob —afirma el SEÑOR omnipotente, el Dios Todopoderoso—:

Amó 3:14 »El día en que haga pagar a Israel sus delitos, destruiré los altares de Betel; los cuernos del altar serán arrancados, y caerán por tierra.

Amó 3:15 Derribaré tanto la casa de invierno como la de verano; serán destruidas las casas adornadas de marfil y serán demolidas muchas mansiones», afirma el SEÑOR.

Amós 4

Amó 4:1 Oigan esta palabra ustedes, vacas de Basán, que viven en el monte de Samaria, que oprimen a los desvalidos y maltratan a los necesitados, que dicen a sus esposos: «¡Tráigannos de beber!»

Amó 4:2 El SEÑOR omnipotente ha jurado por su santidad: «Vendrán días en que hasta la última de ustedes será arreada con garfios y arpones.

Amó 4:3 Una tras otra saldrán por las brechas del muro, y hacia Hermón serán expulsadas —afirma el SEÑOR—.

Amó 4:4 »Vayan a Betel y pequen; vayan a Guilgal y sigan pecando. Ofrezcan sus sacrificios por la mañana, y al tercer día sus diezmos.

Amó 4:5 Quemen pan leudado como ofrenda de gratitud y proclamen ofrendas voluntarias. Háganlo saber a todos, israelitas; ¡eso es lo que a ustedes les encanta! —afirma el SEÑOR omnipotente—.

Israel no ha vuelto al Señor

Amó 4:6

Dureza de Israel

»Yo les hice pasar hambre en todas sus ciudades, y los privé de pan en todos sus poblados. Con todo, ustedes no se volvieron a mí —afirma el SEÑOR—.

Amó 4:7 »Yo les retuve la lluvia cuando aún faltaban tres meses para la cosecha. En una ciudad hacía llover, pero en otra no; una parcela recibía lluvia, mientras que otra no, y se secó.

Amó 4:8 Vagando de ciudad en ciudad, iba la gente en busca de agua, pero no calmaba su sed. Con todo, ustedes no se volvieron a mí —afirma el SEÑOR—.

Amó 4:9 »Castigué sus campos con plagas y sequía; la langosta devoró sus huertos y viñedos, sus higueras y olivares. Con todo, ustedes no se volvieron a mí —afirma el SEÑOR—.

Amó 4:10 »Les mandé plagas como las de Egipto. Pasé por la espada a sus mejores jóvenes, junto con los caballos capturados. Hice que llegara hasta sus propias narices el hedor de los cadáveres. Con todo, ustedes no se volvieron a mí —afirma el SEÑOR—.

Amó 4:11 »Yo les envié destrucción como la de Sodoma y Gomorra; ¡quedaron como tizones arrebatados del fuego! Con todo, ustedes no se volvieron a mí —afirma el SEÑOR—.

Amó 4:12 »Por eso, Israel, voy a actuar contra ti; y como voy a hacerlo, ¡prepárate, Israel, para encontrarte con tu Dios!»

Amó 4:13 He aquí el que forma las montañas, el que crea el viento, el que revela al hombre sus designios, el que convierte la aurora en tinieblas, el que marcha sobre las alturas de la tierra: su nombre es el SEÑOR Dios Todopoderoso.

Amós 5

Buscad al Señor y vivir

Amó 5:1

Advertencias y lamentos

Oye esta palabra, reino de Israel, este canto fúnebre que por ti entono:

Amó 5:2 «Ha caído la joven Israel, y no volverá a levantarse; postrada en su propia tierra, no hay quien la levante.»

Amó 5:3 Así dice el SEÑOR omnipotente al reino de Israel: «La ciudad que salía a la guerra con mil hombres se quedará sólo con cien, y la que salía con cien se quedará sólo con diez.»

Amó 5:4 Así dice el SEÑOR al reino de Israel: «Búsquenme y vivirán.

Amó 5:5 Pero no acudan a Betel, ni vayan a Guilgal, ni pasen a Berseba, porque Guilgal será llevada cautiva, y Betel, reducida a la nada.»

Amó 5:6 Busquen al SEÑOR y vivirán, no sea que él caiga como fuego sobre los descendientes de José, fuego que devore a Betel sin que haya quien lo apague.

Amó 5:7 Ustedes convierten el derecho en amargura y echan por tierra la justicia.

Amó 5:8 El SEÑOR hizo las Pléyades y el Orión, convierte en aurora las densas tinieblas y oscurece el día hasta convertirlo en noche. Él convoca las aguas del mar y las derrama sobre la tierra. ¡Su nombre es el SEÑOR!

Amó 5:9 Él reduce a la nada la fortaleza y trae la ruina sobre la plaza fuerte.

Amó 5:10 Ustedes odian al que defiende la justicia en el tribunal y detestan al que dice la verdad.

Amó 5:11 Por eso, como pisotean al desvalido y le imponen tributo de grano, no vivirán en las casas de piedra labrada que han construido, ni beberán del vino de los selectos viñedos que han plantado.

Amó 5:12 ¡Yo sé cuán numerosos son sus delitos, cuán grandes sus pecados! Ustedes oprimen al justo, exigen soborno y en los tribunales atropellan al necesitado.

Amó 5:13 Por eso en circunstancias como éstas guarda silencio el prudente, porque estos tiempos son malos.

Amó 5:14 Busquen el bien y no el mal, y vivirán; y así estará con ustedes el SEÑOR Dios Todopoderoso, tal como ustedes lo afirman.

Amó 5:15 ¡Odien el mal y amen el bien! Hagan que impere la justicia en los tribunales; tal vez así el SEÑOR, el Dios Todopoderoso, tenga compasión del remanente de José.

Amó 5:16 Por eso, así dice el SEÑOR omnipotente, el Dios Todopoderoso: «En todas las plazas se escucharán lamentos, y gritos de angustia en todas las calles. Llamarán a duelo a los campesinos, y a los llorones profesionales, a hacer lamentación.

Amó 5:17 Se escucharán lamentos en todos los viñedos cuando yo pase en medio de ti», dice el SEÑOR.

Corra el juicio como las aguas

Amó 5:18 ¡Ay de los que suspiran por el día del SEÑOR! ¿De qué les servirá ese día si va a ser de oscuridad y no de luz?

Amó 5:19 Será como cuando alguien huye de un león y se le viene encima un oso, o como cuando al llegar a su casa, apoya la mano en la pared y lo muerde una serpiente.

Amó 5:20 ¿No será el día del SEÑOR de oscuridad y no de luz? ¡Será por cierto sombrío y sin resplandor!

Amó 5:21 «Yo aborrezco sus fiestas religiosas; no me agradan sus cultos solemnes.

Amó 5:22 Aunque me traigan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré, ni prestaré atención a los sacrificios de comunión de novillos cebados.

Amó 5:23 Aleja de mí el bullicio de tus canciones; no quiero oír la música de tus cítaras.

Amó 5:24 ¡Pero que fluya el derecho como las aguas, y la justicia como arroyo inagotable!

Amó 5:25 »Pueblo de Israel, ¿acaso me ofrecieron sacrificios y ofrendas durante los cuarenta años en el desierto?

Amó 5:26 Ustedes tendrán que cargar con la imagen de Sicut, su rey, y también con la de Quiyún, imágenes de esos dioses astrales que ustedes mismos se han fabricado.

Amó 5:27 Entonces los mandaré al exilio más allá de Damasco», dice el SEÑOR, cuyo nombre es Dios Todopoderoso.

Salmo 126

Haz volver nuestra cautividad

Sal 126:1

Cántico de los peregrinos.

Cuando el SEÑOR hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando.

Sal 126:2 Nuestra boca se llenó de risas; nuestra lengua, de canciones jubilosas. Hasta los otros pueblos decían: «El SEÑOR ha hecho grandes cosas por ellos.»

Sal 126:3 Sí, el SEÑOR ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría.

Sal 126:4 Ahora, SEÑOR, haz volver a nuestros cautivos como haces volver los arroyos del desierto.

Sal 126:5 El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha.

Sal 126:6 El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas.