Día 36

04 El Pacto en el Monte Sinaí

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Levítico 19

El Señor es santo

Lev 19:1

Llamado a la santidad

El SEÑOR le ordenó a Moisés

Lev 19:2 que hablara con toda la asamblea de los israelitas y les dijera: «Sean santos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo.

Lev 19:3 »Respeten todos ustedes a su madre y a su padre, y observen mis sábados. Yo soy el SEÑOR su Dios.

Lev 19:4 »No se vuelvan a los ídolos inútiles, ni se hagan dioses de metal fundido. Yo soy el SEÑOR su Dios.

Lev 19:5 »Cuando le ofrezcan al SEÑOR un sacrificio de comunión, háganlo de tal manera que el SEÑOR lo acepte de buen grado.

Lev 19:6 Cómanselo el día en que lo sacrifiquen, o al día siguiente. Lo que sobre para el tercer día deberán quemarlo.

Lev 19:7 Si alguien lo come al tercer día, tal sacrificio no le será válido, pues la carne ya se habrá descompuesto.

Lev 19:8 Cualquiera que lo coma sufrirá las consecuencias de su pecado por profanar lo que ha sido consagrado al SEÑOR. Tal persona será eliminada de su pueblo.

Ama a tu prójimo como a ti mismo

Lev 19:9

Relaciones sociales

»Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón de sus campos ni recojan todas las espigas que allí queden.

Lev 19:10 »No rebusquen hasta el último racimo de sus viñas, ni recojan las uvas que se hayan caído. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el SEÑOR su Dios.

Lev 19:11 »No roben. »No mientan. »No engañen a su prójimo.

Lev 19:12 »No juren en mi nombre sólo por jurar, ni profanen el nombre de su Dios. Yo soy el SEÑOR.

Lev 19:13 »No explotes a tu prójimo, ni lo despojes de nada. »No retengas el salario de tu jornalero hasta el día siguiente.

Lev 19:14 »No maldigas al sordo, ni le pongas tropiezos al ciego, sino teme a tu Dios. Yo soy el SEÑOR.

Lev 19:15 »No perviertas la justicia, ni te muestres parcial en favor del pobre o del rico, sino juzga a todos con justicia.

Lev 19:16 »No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el SEÑOR.

Lev 19:17 »No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado.

Lev 19:18 »No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo.[a] Yo soy el SEÑOR.

Mis estatutos guardarás

Lev 19:19

Otras exigencias de la santidad

»Cumplan mis estatutos: »No crucen animales de especies diferentes. »No planten en su campo dos clases distintas de semilla. »No usen ropa tejida con dos clases distintas de hilo.

Lev 19:20 »Si un hombre se acuesta con una esclava prometida a otro en matrimonio, pero que aún no ha sido rescatada ni declarada libre, a los dos se les impondrá el castigo debido,[b] pero no se les condenará a muerte porque ella aún no ha sido declarada libre.

Lev 19:21 No obstante, el hombre deberá ofrecer al SEÑOR un carnero como ofrenda por su culpa. Lo llevará a la entrada de la Tienda de reunión,

Lev 19:22 y el sacerdote hará expiación ante el SEÑOR por el pecado cometido. De este modo su pecado le será perdonado.

Lev 19:23 »Cuando ustedes entren en la tierra y planten cualquier clase de árboles frutales, durante tres años no comerán su fruto, sino que lo considerarán inmundo.[c]

Lev 19:24 En el cuarto año todo su fruto será consagrado como una ofrenda de alabanza al SEÑOR,

Lev 19:25 y en el quinto año ya podrán comer de su fruto. De este modo aumentarán sus cosechas. Yo soy el SEÑOR su Dios.

Lev 19:26 »No coman nada que tenga sangre. »No practiquen la adivinación ni los sortilegios.

Lev 19:27 »No se corten el cabello en redondo ni se despunten la barba.

Lev 19:28 »No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el SEÑOR.

Lev 19:29 »No degraden a su hija haciendo de ella una prostituta, para que tampoco se prostituya la tierra ni se llene de perversidad.

Lev 19:30

Otros deberes

»Observen mis sábados, y tengan reverencia por mi santuario. Yo soy el SEÑOR.

Lev 19:31 »No acudan a la nigromancia, ni busquen a los espiritistas, porque se harán impuros por causa de ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios.

Lev 19:32 »Ponte de pie en presencia de los mayores. »Respeta a los ancianos. »Teme a tu Dios. Yo soy el SEÑOR.

Lev 19:33 »Cuando algún extranjero se establezca en el país de ustedes, no lo traten mal.

Lev 19:34 Al contrario, trátenlo como si fuera uno de ustedes. Ámenlo como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el SEÑOR y Dios de Israel.

Lev 19:35 »No cometan injusticias falseando las medidas de longitud, de peso y de capacidad.

Lev 19:36 Usen balanzas, pesas y medidas[d] justas. Yo soy el SEÑOR su Dios, que los saqué de Egipto.

Lev 19:37 »Obedezcan todos mis estatutos. Pongan por obra todos mis preceptos. Yo soy el SEÑOR.»

Levítico 20

Castigo por el sacrificio de niños

Lev 20:1

Castigos por el pecado

El SEÑOR le ordenó a Moisés

Lev 20:2 que les dijera a los israelitas: «Todo israelita o extranjero residente en Israel que entregue a uno de sus hijos para quemarlo como sacrificio a Moloc, será condenado a muerte. Los miembros de la comunidad lo matarán a pedradas.

Lev 20:3 Yo mismo me pondré en contra de ese hombre y lo eliminaré de su pueblo porque, al entregar a uno de sus hijos para quemarlo como sacrificio a Moloc, profana mi santuario y mi santo nombre.

Lev 20:4 »Si los miembros de la comunidad hacen caso omiso del hombre que haya entregado alguno de sus hijos a Moloc, y no lo condenan a muerte,

Lev 20:5 yo mismo me pondré en contra de él y de su familia; eliminaré del pueblo a ese hombre y a todos los que se hayan prostituido con él, siguiendo a Moloc.

Lev 20:6 »También me pondré en contra de quien acuda a la nigromancia y a los espiritistas, y por seguirlos se prostituya. Lo eliminaré de su pueblo.

Lev 20:7 »Conságrense a mí, y sean santos, porque yo soy el SEÑOR su Dios.

Lev 20:8 »Obedezcan mis estatutos y pónganlos por obra. Yo soy el SEÑOR, que los santifica.

Lev 20:9 »Si alguien maldice a su padre o a su madre, será condenado a muerte: ha maldecido a su padre o a su madre, y será responsable de su propia muerte.

Castigos por la inmoralidad sexual

Lev 20:10 »Si alguien comete adulterio con la mujer de su prójimo, tanto el adúltero como la adúltera serán condenados a muerte.

Lev 20:11 »Si alguien se acuesta con la mujer de su padre, deshonra a su padre. Tanto el hombre como la mujer serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables.

Lev 20:12 »Si alguien se acuesta con su nuera, hombre y mujer serán condenados a muerte. Han cometido un acto depravado, y ellos mismos serán responsables de su propia muerte.

Lev 20:13 »Si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables.

Lev 20:14 »Si alguien tiene relaciones sexuales con hija y madre, comete un acto depravado. Tanto él como ellas morirán quemados, para que no haya tal depravación entre ustedes.

Lev 20:15 »Si alguien tiene trato sexual con un animal, será condenado a muerte, y se matará también al animal.

Lev 20:16 »Si una mujer tiene trato sexual con un animal, se les dará muerte a ambos, y ellos serán responsables de su muerte.

Lev 20:17 »Si alguien tiene relaciones sexuales con una hermana suya, comete un acto vergonzoso y los dos serán ejecutados en público. Ha deshonrado a su hermana, y sufrirá las consecuencias de su pecado.

Lev 20:18 »Si alguien se acuesta con una mujer y tiene relaciones sexuales con ella durante su período menstrual, pone al descubierto su flujo, y también ella expone el flujo de su sangre. Los dos serán eliminados de su pueblo.

Lev 20:19 »No tendrás relaciones sexuales ni con tu tía materna ni con tu tía paterna, pues eso significaría la deshonra de un pariente cercano y los dos sufrirían las consecuencias de su pecado.

Lev 20:20 »Si alguien se acuesta con su tía, deshonra a su tío, y los dos sufrirán las consecuencias de su pecado: morirán sin tener descendencia.

Lev 20:21 »Si alguien viola a la esposa de su hermano, comete un acto de impureza: ha deshonrado a su hermano, y los dos se quedarán sin descendencia.

Habéis de ser santos

Lev 20:22 »Cumplan todos mis estatutos y preceptos; pónganlos por obra, para que no los vomite la tierra adonde los llevo a vivir.

Lev 20:23 No vivan según las costumbres de las naciones que por amor a ustedes voy a expulsar. Porque ellas hicieron todas estas cosas, y yo las aborrecí.

Lev 20:24 Pero a ustedes les digo: “Poseerán la tierra que perteneció a esas naciones, tierra donde abundan la leche y la miel. Yo mismo se la daré a ustedes como herencia.” »Yo soy el SEÑOR su Dios, que los he distinguido entre las demás naciones.

Lev 20:25 Por consiguiente, también ustedes deben distinguir entre los animales puros y los impuros, y entre las aves puras y las impuras. No se hagan detestables ustedes mismos por causa de animales, de aves o de cualquier alimaña que se arrastra por el suelo, pues yo se los he señalado como impuros.

Lev 20:26 Sean ustedes santos, porque yo, el SEÑOR, soy santo, y los he distinguido entre las demás naciones, para que sean míos.

Lev 20:27 »Cualquiera de ustedes, hombre o mujer, que sea nigromante o espiritista, será condenado a muerte. Morirá apedreado, y será responsable de su propia muerte.»

Salmo 36

"Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia"

Sal 36:1

Al director musical. De David, el siervo del SEÑOR.

Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón.»[a] No hay temor de Dios delante de sus ojos

Sal 36:2 Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado

Sal 36:3 Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien

Sal 36:4 Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad.

Sal 36:5 Tu amor, SEÑOR, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes

Sal 36:6 Tu justicia es como las altas montañas;[b] tus juicios, como el gran océano. Tú, SEÑOR, cuidas de hombres y animales;

Sal 36:7 ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas

Sal 36:8 Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites

Sal 36:9 Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz.

Sal 36:10 Extiende tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón

Sal 36:11 Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me desarraigue la mano del impío.

Sal 36:12 Vean cómo fracasan los malvados: ¡caen a tierra, y ya no pueden levantarse!