Día 191
Ezequiel 19
Lamento por los príncipes de Israel
Eze 19:1
Lamento por los príncipes de Israel
»Dedícale este lamento a la nobleza de Israel:
Eze 19:2 »“En medio de los leones, tu madre era toda una leona. Recostada entre leoncillos, amamantaba a sus cachorros.
Eze 19:3 A uno de ellos lo crió, y éste llegó a ser un león bravo que aprendió a desgarrar su presa y a devorar a la gente.
Eze 19:4 Las naciones supieron de sus excesos, y lo atraparon en una fosa; ¡se lo llevaron encadenado a Egipto!
Eze 19:5 Cuando la leona madre perdió toda esperanza de que volviera su cachorro, tomó a otra de sus crías y la convirtió en una fiera.
Eze 19:6 Cuando este león se hizo fuerte, se paseaba muy orondo entre los leones. Aprendió a desgarrar su presa y a devorar a la gente.
Eze 19:7 Demolía palacios,[a] asolaba ciudades, y amedrentaba con sus rugidos a todo el país y a sus habitantes.
Eze 19:8 Las naciones y provincias vecinas se dispusieron a atacarlo. Le tendieron trampas, y quedó atrapado en la fosa.
Eze 19:9 Encadenado y enjaulado lo llevaron ante el rey de Babilonia. Enjaulado lo llevaron para que no se oyeran sus rugidos en los cerros de Israel.
Eze 19:10 » ” En medio del viñedo[b] tu madre era una vid plantada junto al agua: ¡fructífera y frondosa, gracias al agua abundante!
Eze 19:11 Sus ramas crecieron vigorosas, ¡aptas para ser cetros de reyes! Tanto creció que se destacaba por encima del follaje. Se le reconocía por su altura y por sus ramas frondosas.
Eze 19:12 Pero fue desarraigada con furia y arrojada por el suelo. El viento del este la dejó marchita, y la gente le arrancó sus frutos. Secas quedaron sus vigorosas ramas, y fueron consumidas por el fuego.
Eze 19:13 Ahora se halla en el desierto, plantada en tierra árida y reseca.
Eze 19:14 De una de sus ramas brotó un fuego, y ese fuego devoró sus frutos. ¡Nada queda de esas vigorosas ramas, aptas para ser cetros de reyes!” Éste es un lamento, y debe entonarse como tal.»
Ezequiel 20
Rebelión continua de Israel
Eze 20:1
Historia de una rebelión
El día diez del mes quinto del año séptimo, unos jefes de Israel vinieron a consultar al SEÑOR, y se sentaron frente a mí.
Eze 20:2 Allí el SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 20:3 «Hijo de hombre, habla con los jefes de Israel y adviérteles que yo, el SEÑOR omnipotente, digo: “¿Así que ustedes vienen a consultarme? ¡Pues juro por mí mismo que no dejaré que me consulten! Lo afirmo yo, el SEÑOR omnipotente.”
Eze 20:4 »¡Júzgalos tú, hijo de hombre; júzgalos tú! Hazles ver las repugnantes prácticas de sus antepasados.
Eze 20:5 Adviérteles que así dice el SEÑOR omnipotente: “El día en que elegí a Israel, con la mano en alto le hice un juramento a la descendencia de Jacob. El día en que me di a conocer a ellos en Egipto, volví a hacerles este juramento: ‘Yo soy el SEÑOR su Dios.’
Eze 20:6 En aquel día, con la mano en alto les juré que los sacaría de Egipto y los llevaría a una tierra que yo mismo había explorado. Es una tierra donde abundan la leche y la miel, ¡la más hermosa de todas!
Eze 20:7 A cada uno de ellos le ordené que arrojara sus ídolos detestables, con los que estaba obsesionado, y que no se contaminara con los malolientes ídolos de Egipto; porque yo soy el SEÑOR su Dios.
Eze 20:8 » ” Sin embargo, ellos se rebelaron contra mí, y me desobedecieron. No arrojaron los ídolos con que estaban obsesionados, ni abandonaron los ídolos de Egipto. Por eso, cuando estaban en Egipto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos.
Eze 20:9 Pero decidí actuar en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones entre las cuales vivían los israelitas. Porque al sacar a los israelitas de Egipto yo me di a conocer a ellos en presencia de las naciones.
Eze 20:10 » ” Yo los saqué de Egipto y los llevé al desierto.
Eze 20:11 Les di mis decretos, y les hice conocer mis leyes, que son vida para quienes los obedecen.
Eze 20:12 También les di mis sábados como una señal entre ellos y yo, para que reconocieran que yo, el SEÑOR, he consagrado los sábados para mí.
Eze 20:13 Pero el pueblo de Israel se rebeló contra mí en el desierto; desobedeció mis decretos y rechazó mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. ¡Hasta el colmo profanaron mis sábados! Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé descargar mi ira sobre ellos y exterminarlos.
Eze 20:14 Pero decidí actuar en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones, las cuales me vieron sacarlos de Egipto.
Eze 20:15 » ” También con la mano en alto, en el desierto les juré que no los llevaría a la tierra que les había dado, ¡la tierra más hermosa de todas, donde abundan la leche y la miel!
Eze 20:16 Rechazaron mis leyes, desobedecieron mis decretos y profanaron mis sábados, ¡y todo esto lo hicieron por haber andado tras esos ídolos malolientes!
Eze 20:17 Sin embargo, les tuve compasión, y en el desierto no los destruí ni los exterminé.
Eze 20:18 » ” Allí en el desierto les dije a sus descendientes: ‘No sigan los preceptos de sus padres; no obedezcan sus leyes ni se contaminen con sus ídolos malolientes.
Eze 20:19 Yo soy el SEÑOR su Dios. Sigan mis decretos, obedezcan mis leyes
Eze 20:20 y observen mis sábados como días consagrados a mí, como señal entre ustedes y yo, para que reconozcan que yo soy el SEÑOR su Dios.’
Eze 20:21 » ” Sin embargo, los israelitas se rebelaron contra mí. No siguieron mis decretos y no obedecieron mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. Además, profanaron mis sábados. Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos.
Eze 20:22 Pero me contuve en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones, las cuales me vieron sacarlos de Egipto.
Eze 20:23 También con la mano en alto les juré en el desierto que los dispersaría entre las naciones. Los esparciría entre los países
Eze 20:24 porque, obsesionados como estaban con los ídolos malolientes de sus antepasados, desobedecieron mis leyes, rechazaron mis decretos y profanaron mis sábados.
Eze 20:25 ¡Hasta les di decretos que no eran buenos y leyes que no daban vida!
Eze 20:26 Los contaminé con sus propias ofrendas, dejándolos ofrecer en sacrificio a sus primogénitos, para horrorizarlos y hacerles reconocer que yo soy el SEÑOR.”
Eze 20:27 »Por tanto, hijo de hombre, habla con el pueblo de Israel y adviértele que yo, el SEÑOR omnipotente, digo: “En esto también me ofendieron tus antepasados y me trataron con absoluta infidelidad:
Eze 20:28 Cuando los hice entrar en la tierra que con la mano en alto había jurado darles, cualquier cerro o árbol frondoso que veían les venía bien para hacer sacrificios y presentarme esas ofrendas que tanto me ofenden. Allí quemaban incienso y derramaban sus libaciones.
Eze 20:29 Y les pregunté: ‘¿Qué significa ese santuario pagano que tanto frecuentan?’ Y hasta el día de hoy ese lugar de culto idolátrico se conoce como ‘santuario pagano’ .”
Eze 20:30
Juicio y restauración
»Por tanto, adviértele al pueblo de Israel que así dice el SEÑOR omnipotente: “¿Se contaminarán ustedes a la manera de sus antepasados, y se prostituirán con sus ídolos detestables?
Eze 20:31 Hasta el día de hoy, ustedes se contaminan al hacer sus ofrendas y al sacrificar a sus hijos, pasándolos por fuego en honor a los ídolos malolientes. ¿Y ahora ustedes, israelitas, vienen a consultarme? Juro por mí mismo que no dejaré que me consulten. Yo, el SEÑOR omnipotente, lo afirmo.
Eze 20:32 Jamás sucederá lo que ustedes tienen en mente: ‘Queremos ser como las otras naciones, como los pueblos del mundo, que adoran al palo y a la piedra.’
El Señor restaurará a Israel
Eze 20:33 Yo, el SEÑOR omnipotente, juro por mí mismo que reinaré sobre ustedes con gran despliegue de fuerza y de poder,[a] y con furia incontenible.
Eze 20:34 Los sacaré de las naciones y de los pueblos por donde estaban esparcidos, y los reuniré con gran despliegue de fuerza y de poder, y con furia incontenible.
Eze 20:35 Los llevaré al desierto que está entre las naciones, y allí los juzgaré cara a cara.
Eze 20:36 Así como juzgué a sus antepasados en el desierto de Egipto, también los juzgaré a ustedes. Yo, el SEÑOR omnipotente, lo afirmo.
Eze 20:37 Así como el pastor selecciona sus ovejas, también yo los haré pasar a ustedes bajo mi vara y los seleccionaré para que formen parte de la alianza.
Eze 20:38 Apartaré a los rebeldes, a los que se rebelan contra mí, y los sacaré del país donde ahora viven como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel. Entonces ustedes reconocerán que yo soy el SEÑOR.
Eze 20:39 » ” En cuanto a ustedes, pueblo de Israel, así dice el SEÑOR omnipotente: Si no quieren obedecerme, ¡vayan y adoren a sus ídolos malolientes! Pero no sigan profanando mi santo nombre con sus ofrendas y sus ídolos apestosos.
Eze 20:40 Porque en mi monte santo, el monte elevado de Israel, me adorará todo el pueblo de Israel; todos los que habitan en el país. Yo, el SEÑOR, lo afirmo. Allí los recibiré, y exigiré sus ofrendas y sus primicias, junto con todo lo que quieran dedicarme.
Eze 20:41 Cuando yo los saque a ustedes y los reúna de todas las naciones y pueblos donde estarán esparcidos, en presencia de las naciones los recibiré como incienso agradable y les manifestaré mi santidad.
Eze 20:42 Y cuando yo los lleve a la tierra de Israel, al país que con la mano en alto había jurado a sus antepasados que les daría, entonces reconocerán que yo soy el SEÑOR.
Eze 20:43 Allí se acordarán de su conducta y de todas sus acciones con las que se contaminaron, y sentirán asco de sí mismos por todas las maldades que cometieron.
Eze 20:44 Pueblo de Israel, cuando yo actúe en favor de ustedes, en honor a mi nombre y no según su mala conducta y sus obras corruptas, entonces ustedes reconocerán que yo soy el SEÑOR. Yo, el SEÑOR omnipotente, lo afirmo.” »
Eze 20:45
Profecía contra el sur
El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 20:46 «Hijo de hombre, mira hacia el sur y en esa dirección profetiza contra el bosque del Néguev.
Eze 20:47 Dile: “Escucha, bosque del Néguev, la palabra del SEÑOR. Así dice el SEÑOR omnipotente: ‘En medio de ti voy a prender un fuego que devorará todos los árboles, tanto los secos como los verdes. Este incendio no se podrá apagar, y quemará toda la superficie, de norte a sur.
Eze 20:48 Todos los mortales verán que yo, el SEÑOR, lo he encendido, y no podrá apagarse.’” »
Eze 20:49 Entonces yo exclamé: «¡Ay, SEÑOR omnipotente, todo el mundo anda diciendo que soy un charlatán!»
Ezequiel 21
El Señor ha desenvainado su espada
Eze 21:1
La espada justiciera
El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 21:2 «Hijo de hombre, vuélvele la espalda a Jerusalén; clama contra sus santuarios, profetiza contra la tierra de Israel,
Eze 21:3 anúnciale que así dice el SEÑOR: “Me declaro contra ti. Desenvainaré mi espada y mataré a justos y a malvados por igual.
Eze 21:4 Puesto que he de extirpar de ti tanto al justo como al malvado, mi espada saldrá contra todo el mundo, desde el norte hasta el sur.
Eze 21:5 Así todos sabrán que yo, el SEÑOR, he desenvainado la espada y no volveré a envainarla.”
Eze 21:6 »Y tú, hijo de hombre, con el corazón quebrantado y en presencia de todo el mundo, llora con amargura.
Eze 21:7 Y cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por la noticia de lo que va a suceder. Esta noticia hará que todos los corazones desfallezcan, que se dejen caer todos los brazos, y que tiemblen todas las rodillas. ¡Ya está por llegar! ¡Ya es una realidad! Yo, el SEÑOR, lo afirmo.»
Eze 21:8 El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 21:9 «Hijo de hombre, profetiza y proclama que así dice el SEÑOR: »“¡La espada, la espada, afilada y bruñida!,
Eze 21:10 bruñida para fulgurar y afilada para masacrar.[a]
Eze 21:11 La bruñeron y la afilaron para ponerla en manos del asesino.
Eze 21:12 » ”¡Grita y gime, hijo de hombre, que la espada se perfila contra mi pueblo y contra todos los jefes de Israel. Han sido arrojados contra ella, lo mismo que mi pueblo. Por eso, ¡date golpes de pecho!
Eze 21:13 » ” El SEÑOR omnipotente afirma:[b]
Eze 21:14 » ” Hijo de hombre, profetiza y bate palmas; que hiera la espada, y vuelva a herir. Es la espada de la muerte que a todos mantiene amenazados,
Eze 21:15 para que el corazón desfallezca y aumente el número de víctimas. Ya he colocado en las puertas la espada asesina.[c] Es la espada bruñida para centellear y afilada para matar.
Eze 21:16 Muévete a diestra y a siniestra, y hiere por todas partes. ¡Exhibe tu filo, espada asesina!
Eze 21:17 También yo batiré palmas y aplacaré mi furor. Yo, el SEÑOR, lo he dicho.” »
Eze 21:18 El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 21:19 «Tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que llegue por ellos la espada del rey de Babilonia. Estos dos caminos partirán del mismo país, y a la entrada de cada uno de ellos colocarás una señal que indique a qué ciudad conduce.
Eze 21:20 Traza un camino para que la espada llegue contra Rabá de los amonitas y contra Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá.
Eze 21:21 El rey de Babilonia se ha colocado en la bifurcación del camino y consulta los augurios: sacude las saetas, consulta los ídolos domésticos y examina el hígado de un animal.
Eze 21:22 Con su mano derecha ha marcado el destino de Jerusalén: prepara arietes para derribar las puertas, levanta terraplenes y edifica torres de asedio; alza la voz en grito de batalla y da la orden para la matanza.
Eze 21:23 Por las alianzas ya hechas, los habitantes de Jerusalén creerán que se trata de una falsa profecía; pero aquel rey les recordará la iniquidad por la que serán capturados.
Eze 21:24 »Por eso dice el SEÑOR omnipotente: »Se les ha recordado su iniquidad, y han quedado al descubierto sus rebeliones; expuestas están sus acciones pecaminosas, ¡y por tanto serán capturados!
Eze 21:25 »Y en cuanto a ti, príncipe de Israel, infame y malvado, tu día ha llegado; ¡la hora de tu castigo es inminente!
Eze 21:26 Así dice el SEÑOR omnipotente: Quítate el turbante, renuncia a la corona, que todo cambiará. Lo humilde será exaltado y lo excelso será humillado.
Eze 21:27 ¡Ruinas, ruinas, todo lo convertiré en ruinas! Esto no sucederá hasta que venga aquel a quien le asiste el derecho, y a quien le pediré que establezca la justicia.
Eze 21:28 »Y tú, hijo de hombre, profetiza y declara que esto afirma el SEÑOR omnipotente acerca de los amonitas y de sus insultos: “La espada, la espada está desenvainada para la masacre; pulida está para devorar y centellear como relámpago.
Eze 21:29 La espada degollará a esos infames malvados, pues sus visiones son falsas y sus adivinanzas, mentiras. Pero su día ha llegado; ¡la hora de su castigo es inminente!
Eze 21:30 » ”¡Espada, vuelve a tu vaina! Allí, en tu tierra de origen, donde fuiste forjada, ¡allí te juzgaré!
Eze 21:31 Sobre ti derramaré mi ira, sobre ti soplaré el fuego de mi furor; te entregaré en manos de gente sanguinaria y destructora.
Eze 21:32 Serás pasto para el fuego; salpicaré con tu sangre todo el país, y borraré tu memoria de la faz de la tierra. Yo, el SEÑOR, lo he dicho.” »
Salmo 36
"Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia"
Sal 36:1
Al director musical. De David, el siervo del SEÑOR.
Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón.»[a] No hay temor de Dios delante de sus ojos
Sal 36:2 Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado
Sal 36:3 Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien
Sal 36:4 Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad.
Sal 36:5 Tu amor, SEÑOR, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes
Sal 36:6 Tu justicia es como las altas montañas;[b] tus juicios, como el gran océano. Tú, SEÑOR, cuidas de hombres y animales;
Sal 36:7 ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas
Sal 36:8 Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites
Sal 36:9 Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz.
Sal 36:10 Extiende tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón
Sal 36:11 Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me desarraigue la mano del impío.
Sal 36:12 Vean cómo fracasan los malvados: ¡caen a tierra, y ya no pueden levantarse!