Día 151

09 La Sabiduría de Israel

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Job 40

Job 40:1 El SEÑOR dijo también a Job:

Job 40:2 «¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende? ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!»

Job promete guardar silencio

Job 40:3 Entonces Job le respondió:

Job 40:4 «¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno? ¡Me tapo la boca con la mano!

Job 40:5 Hablé una vez, y no voy a responder; hablé otra vez, y no voy a insistir.»

El Señor desafía a Job

Job 40:6 El SEÑOR le respondió a Job desde la tempestad. Le dijo:

Job 40:7 «Prepárate a hacerme frente. Yo te cuestionaré, y tú me responderás.

Job 40:8 »¿Vas acaso a invalidar mi justicia? ¿Me harás quedar mal para que tú quedes bien?

Job 40:9 ¿Tienes acaso un brazo como el mío? ¿Puede tu voz tronar como la mía?

Job 40:10 Si es así, cúbrete de gloria y esplendor; revístete de honra y majestad.

Job 40:11 Da rienda suelta a la furia de tu ira; mira a los orgullosos, y humíllalos;

Job 40:12 mira a los soberbios, y somételos; aplasta a los malvados donde se hallen.

Job 40:13 Entiérralos a todos en el polvo; amortaja sus rostros en la fosa.

Job 40:14 Yo, por mi parte, reconoceré que en tu mano derecha está la salvación.

Job 40:15 »Mira a Behemot,[a] criatura mía igual que tú, que se alimenta de hierba, como los bueyes.

Job 40:16 ¡Cuánta fuerza hay en sus lomos! ¡Su poder está en los músculos de su vientre!

Job 40:17 Su rabo se mece como un cedro; los tendones de sus muslos se entrelazan.

Job 40:18 Sus huesos son como barras de bronce; sus piernas parecen barrotes de hierro.

Job 40:19 Entre mis obras ocupa el primer lugar, sólo yo, su Hacedor, puedo acercármele con la espada.

Job 40:20 Los montes le brindan sus frutos; allí juguetean todos los animales salvajes.

Job 40:21 Debajo de los lotos se tiende a descansar; se oculta entre los juncos del pantano.

Job 40:22 Los lotos le brindan su sombra; los álamos junto al río lo envuelven.

Job 40:23 Vacía un río entero sin apresurarse; con toda calma se traga el Jordán.[b]

Job 40:24 ¿Quién ante sus ojos se atreve a capturarlo? ¿Quién puede atraparlo y perforarle la nariz?

Job 41

Job 41:1 »¿Puedes pescar a Leviatán con un anzuelo, o atarle la lengua con una cuerda?

Job 41:2 ¿Puedes ponerle un cordel en la nariz, o perforarle la quijada con un gancho?

Job 41:3 ¿Acaso amablemente va a pedirte o suplicarte que le tengas compasión?

Job 41:4 ¿Acaso va a comprometerse a ser tu esclavo de por vida?

Job 41:5 ¿Podrás jugar con él como juegas con los pájaros, o atarlo para que tus niñas se entretengan?

Job 41:6 ¿Podrán los mercaderes ofrecerlo como mercancía,[a] o cortarlo en pedazos para venderlo?

Job 41:7 ¿Puedes atravesarle la piel con lanzas, o la cabeza con arpones?

Job 41:8 Si llegas a ponerle la mano encima, ¡jamás te olvidarás de esa batalla, y no querrás repetir la experiencia!

Job 41:9 Vana es la pretensión de llegar a someterlo; basta con verlo para desmayarse.[b]

Job 41:10 No hay quien se atreva siquiera a provocarlo; ¿quién, pues, podría hacerle frente?

Job 41:11 ¿Y quién tiene alguna cuenta que cobrarme? ¡Mío es todo cuanto hay bajo los cielos!

Job 41:12 »No puedo dejar de mencionar sus extremidades, su fuerza y su elegante apariencia.

Job 41:13 ¿Quién puede despojarlo de su coraza? ¿Quién puede acercarse a él y ponerle un freno?

Job 41:14 ¿Quién se atreve a abrir el abismo de sus fauces, coronadas de terribles colmillos?

Job 41:15 Tiene el lomo[c] recubierto de hileras de escudos, todos ellos unidos en cerrado tejido;

Job 41:16 tan juntos están uno al otro que no dejan pasar ni el aire;

Job 41:17 tan prendidos están uno del otro, tan unidos entre sí, que no pueden separarse.

Job 41:18 Resopla y lanza deslumbrantes relámpagos; sus ojos se parecen a los rayos de la aurora.

Job 41:19 Ascuas de fuego brotan de su hocico; chispas de lumbre salen disparadas.

Job 41:20 Lanza humo por la nariz, como olla hirviendo sobre un fuego de juncos.

Job 41:21 Con su aliento enciende los carbones, y lanza fuego por la boca.

Job 41:22 En su cuello radica su fuerza; ante él, todo el mundo pierde el ánimo.

Job 41:23 Los pliegues de su piel son un tejido apretado; firmes son, e inconmovibles.

Job 41:24 Duro es su pecho, como una roca; sólido, cual piedra de molino.

Job 41:25 Cuando se yergue, los poderosos tiemblan; cuando se sacude, emprenden la huida.

Job 41:26 La espada, aunque lo alcance, no lo hiere, ni lo hieren tampoco los dardos, ni las lanzas y las jabalinas.

Job 41:27 Al hierro lo trata como a paja, y al bronce como a madera podrida.

Job 41:28 No lo hacen huir las flechas; ve como paja las piedras de las hondas.

Job 41:29 Los golpes del mazo apenas le hacen cosquillas; se burla del silbido de la lanza.

Job 41:30 Sus costados son dentados tiestos que en el fango van dejando huellas de rastrillos.

Job 41:31 Hace hervir las profundidades como un caldero; agita los mares como un frasco de ungüento.

Job 41:32 Una estela brillante va dejando tras de sí, cual si fuera la blanca cabellera del abismo.

Job 41:33 Es un monstruo que a nada teme; nada hay en el mundo que se le parezca.

Job 41:34 Mira con desdén a todos los poderosos; ¡él es rey de todos los soberbios!»

Job 42

La confesión y el arrepentimiento de Job

Job 42:1

Respuesta de Job

Job respondió entonces al SEÑOR. Le dijo:

Job 42:2 «Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes.

Job 42:3 “¿Quién es éste —has preguntado—, que sin conocimiento oscurece mi consejo?” Reconozco que he hablado de cosas que no alcanzo a comprender, de cosas demasiado maravillosas que me son desconocidas.

Job 42:4 »“Ahora escúchame, que voy a hablar —dijiste—;[a] yo te cuestionaré, y tú me responderás.”

Job 42:5 De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos.

Job 42:6 Por tanto, me retracto de lo que he dicho, y me arrepiento en polvo y ceniza.»

El Señor reprende a los amigos de Job

Job 42:7

Epílogo

Después de haberle dicho todo esto a Job, el SEÑOR se dirigió a Elifaz de Temán y le dijo: «Estoy muy irritado contigo y con tus dos amigos porque, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad.

Job 42:8 Tomen ahora siete toros y siete carneros, y vayan con mi siervo Job y ofrezcan un holocausto por ustedes mismos. Mi siervo Job orará por ustedes, y yo atenderé a su oración y no los haré quedar en vergüenza. Y conste que, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad.»

Job 42:9 Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat fueron y cumplieron con lo que el SEÑOR les había ordenado, y el SEÑOR atendió a la oración de Job.

El Señor restaura a Job sus riquezas

Job 42:10 Después de haber orado Job por sus amigos, el SEÑOR lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía.

Job 42:11 Todos sus hermanos y hermanas, y todos los que antes lo habían conocido, fueron a su casa y celebraron con él un banquete. Lo animaron y lo consolaron por todas las calamidades que el SEÑOR le había enviado, y cada uno de ellos le dio una moneda de plata y un anillo de oro.

Job 42:12 El SEÑOR bendijo más los últimos años de Job que los primeros, pues llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas.

Job 42:13 Tuvo también catorce[b] hijos y tres hijas.

Job 42:14 A la primera de ellas le puso por nombre Paloma, a la segunda la llamó Canela, y a la tercera, Linda.[c]

Job 42:15 No había en todo el país mujeres tan bellas como las hijas de Job. Su padre les dejó una herencia, lo mismo que a sus hermanos.

Job 42:16 Después de estos sucesos Job vivió ciento cuarenta años. Llegó a ver a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.

Job 42:17 Disfrutó de una larga vida y murió en plena ancianidad.

Salmo 146

No confiéis en los príncipes

Sal 146:1

¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! Alaba, alma mía, al SEÑOR.

Sal 146:2 Alabaré al SEÑOR toda mi vida; mientras haya aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios.

Sal 146:3 No pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar.

Sal 146:4 Exhalan el espíritu y vuelven al polvo, y ese mismo día se desbaratan sus planes.

Sal 146:5 Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el SEÑOR su Dios,

Sal 146:6 creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo cuanto hay en ellos, y que siempre mantiene la verdad.

Sal 146:7 El SEÑOR hace justicia a los oprimidos, da de comer a los hambrientos y pone en libertad a los cautivos.

Sal 146:8 El SEÑOR da vista a los ciegos, el SEÑOR sostiene a los agobiados, el SEÑOR ama a los justos.

Sal 146:9 El SEÑOR protege al extranjero y sostiene al huérfano y a la viuda, pero frustra los planes de los impíos.

Sal 146:10 ¡Oh Sión, que el SEÑOR reine para siempre! ¡Que tu Dios reine por todas las generaciones! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!