Día 149
Job 35
Eliú condena a Job
Job 35:1
Tercer discurso de Eliú
Además, Eliú dijo:
Job 35:2 «¿Crees tener la razón, Job, cuando afirmas: “Mi justicia es mayor que la de Dios” ?,[a]
Job 35:3 y cuando te atreves a preguntarle: “¿En qué te beneficias si no peco?”
Job 35:4 Pues bien, voy a responderles a ti y a tus amigos.
Job 35:5 Mira hacia el cielo, y fíjate bien; contempla las nubes en lo alto.
Job 35:6 Si pecas, ¿en qué afectas a Dios? Si multiplicas tus faltas, ¿en qué lo dañas?
Job 35:7 Si actúas con justicia, ¿qué puedes darle? ¿Qué puede recibir de parte tuya?
Job 35:8 Hagas el mal o hagas el bien, los únicos afectados serán tus semejantes.
Job 35:9 »Todo el mundo clama bajo el peso de la opresión, y pide ser librado del brazo del poderoso.
Job 35:10 Pero nadie dice: “¿Dónde está Dios, mi Hacedor, que me infunde fuerzas[b] por las noches,
Job 35:11 que nos enseña más que a las bestias del campo, que nos hace más sabios que las aves del cielo?”
Job 35:12 Si Dios no responde al clamor de la gente, es por la arrogancia de los malvados.
Job 35:13 Dios no escucha sus vanas peticiones; el Todopoderoso no les presta atención.
Job 35:14 Aun cuando digas que no puedes verlo, tu caso está delante de él, y debes aguardarlo.
Job 35:15 Tú dices que Dios no se enoja ni castiga, y que no se da cuenta de tanta maldad;[c]
Job 35:16 pero tú, Job, abres la boca y dices tonterías; hablas mucho y no sabes lo que dices.»
Job 36
Eliú alaba la grandeza de Dios
Job 36:1
Cuarto discurso de Eliú
Eliú continuó diciendo:
Job 36:2 «Ten paciencia conmigo y te mostraré que aún quiero decir más en favor de Dios.
Job 36:3 Mi conocimiento proviene de muy lejos; voy a demostrar que mi Hacedor está en lo justo.
Job 36:4 Te aseguro que no hay falsedad en mis palabras; ¡tienes ante ti a la sabiduría en persona!
Job 36:5 »Dios es poderoso, pero no rechaza al inocente;[a] Dios es poderoso, y todo lo entiende.[b]
Job 36:6 Al malvado no lo mantiene con vida; al afligido le hace valer sus derechos.
Job 36:7 Cuida siempre de los justos; los hace reinar en compañía de reyes y los exalta para siempre.
Job 36:8 Pero si son encadenados, si la aflicción los domina,
Job 36:9 Dios denuncia sus acciones y la arrogancia de su pecado.
Job 36:10 Les hace prestar oído a la corrección y les pide apartarse del mal.
Job 36:11 Si ellos le obedecen y le sirven, pasan el resto de su vida en prosperidad, pasan felices los años que les quedan.
Job 36:12 Pero si no le hacen caso, sin darse cuenta cruzarán el umbral de la muerte.[c]
Job 36:13 »Los de corazón impío abrigan resentimiento; no piden ayuda aun cuando Dios los castigue.[d]
Job 36:14 Mueren en la flor de la vida, entre los que se prostituyen en los santuarios.
Job 36:15 A los que sufren, Dios los libra mediante el sufrimiento; en su aflicción, los consuela.[e]
Job 36:16 »Dios te libra de las fauces de la angustia, te lleva a un lugar amplio y espacioso, y llena tu mesa con la mejor comida.
Job 36:17 Pero tú te has ganado el juicio de los impíos;[f] el juicio y la justicia te tienen atrapado.
Job 36:18 Cuídate de no dejarte seducir por las riquezas; no te dejes desviar por el soborno.
Job 36:19 Tus grandes riquezas no podrán sostenerte, ni tampoco todos tus esfuerzos.
Job 36:20 No ansíes que caiga la noche, cuando la gente es arrancada de su sitio.[g]
Job 36:21 Cuídate de no inclinarte a la maldad, que por eso fuiste apartado de la aflicción.
Job 36:22 »Dios es exaltado por su poder. ¿Qué maestro hay que se le compare?
Job 36:23 ¿Quién puede pedirle cuentas de sus actos? ¿Quién puede decirle que se ha equivocado?
Job 36:24 No te olvides de exaltar sus obras, que con cánticos han sido alabadas.
Job 36:25 Todo el género humano puede contemplarlas, aunque sólo desde lejos.
Job 36:26 ¡Tan grande es Dios que no lo conocemos! ¡Incontable es el número de sus años!
Job 36:27 »Él derrama las gotas de agua que fluyen como lluvia hacia los ríos;[h]
Job 36:28 las nubes derraman su lluvia, que cae a raudales sobre el género humano.
Job 36:29 ¿Quién entiende la extensión de las nubes y el estruendo que sale de su pabellón?
Job 36:30 Vean a Dios esparcir su luz en torno suyo, y bañar con ella las profundidades del océano.
Job 36:31 Dios gobierna a las naciones y les da comida en abundancia.
Job 36:32 Toma entre sus manos el relámpago, y le ordena dar en el blanco.
Job 36:33 Su trueno anuncia la inminente tormenta, y hasta el ganado presagia su llegada.
Job 37
Eliú proclama la majestad de Dios
Job 37:1 »Al llegar a este punto,[a] me palpita el corazón como si fuera a salírseme del pecho.
Job 37:2 ¡Escucha, escucha el estruendo de su voz, el ruido estrepitoso que sale de su boca!
Job 37:3 Lanza sus rayos bajo el cielo entero; su resplandor, hasta los confines de la tierra.
Job 37:4 Sigue luego el rugido majestuoso de su voz; ¡resuena su voz, y no retiene sus rayos!
Job 37:5 Dios hace tronar su voz y se producen maravillas: ¡Dios hace grandes cosas que rebasan nuestra comprensión!
Job 37:6 A la nieve le ordena: “¡Cae sobre la tierra!”, y a la lluvia: “¡Muestra tu poder!”
Job 37:7 Hace que todo el mundo se encierre, para que todos reconozcan sus obras.
Job 37:8 Los animales buscan abrigo y se quedan en sus cuevas.
Job 37:9 De las cámaras del sur viene la tempestad; de los vientos del norte, el frío.
Job 37:10 Por el aliento de Dios se forma el hielo y se congelan las masas de agua.
Job 37:11 Con agua de lluvia carga las nubes, y lanza sus relámpagos desde ellas;
Job 37:12 y éstas van de un lado a otro, por toda la faz de la tierra, dispuestas a cumplir sus mandatos.
Job 37:13 Por su bondad, hace que vengan las nubes, ya sea para castigar o para bendecir.[b]
Job 37:14 »Espera un poco, Job, y escucha; ponte a pensar en las maravillas de Dios.
Job 37:15 ¿Sabes cómo controla Dios las nubes, y cómo hace que su relámpago deslumbre?
Job 37:16 ¿Sabes cómo las nubes, maravillas del conocimiento perfecto,[c] se mantienen suspendidas?
Job 37:17 Tú, que te sofocas de calor entre tus ropas cuando la tierra dormita bajo el viento del sur,
Job 37:18 ¿puedes ayudarle a extender los cielos, sólidos como espejo de bronce bruñido?
Job 37:19 »Haznos saber qué debemos responderle, pues debido a nuestra ignorancia[d] no tenemos argumentos.
Job 37:20 ¿Le haré saber que estoy pidiendo la palabra? ¿Quién se atreve a hablar y ser destruido?
Job 37:21 No hay quien pueda mirar al sol brillante después de que el viento ha despejado los cielos.
Job 37:22 Un dorado resplandor viene del norte; ¡viene Dios, envuelto en terrible majestad!
Job 37:23 El Todopoderoso no está a nuestro alcance; excelso es su poder. Grandes son su justicia y rectitud; ¡a nadie oprime!
Job 37:24 Él no toma en cuenta a los que se creen sabios; por eso le temen los mortales.»
Salmo 144
Mi roca y mi castillo
Sal 144:1
Salmo de David.
Bendito sea el SEÑOR, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, mis dedos para la batalla.
Sal 144:2 Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos[a] a mis pies.
Sal 144:3 SEÑOR, ¿qué es el mortal para que lo cuides? ¿Qué es el ser humano para que en él pienses?
Sal 144:4 Todo mortal es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.
Sal 144:5 Abre tus cielos, SEÑOR, y desciende; toca los montes y haz que echen humo.
Sal 144:6 Lanza relámpagos y dispersa al enemigo; dispara tus flechas y ponlo en retirada.
Sal 144:7 Extiende tu mano desde las alturas y sálvame de las aguas tumultuosas; líbrame del poder de gente extraña.
Sal 144:8 Cuando abren la boca, dicen mentiras; cuando levantan su diestra, juran en falso.[b]
Sal 144:9 Te cantaré, oh Dios, un cántico nuevo; con el arpa de diez cuerdas te cantaré salmos.
Sal 144:10 Tú das la victoria a los reyes; a tu siervo David lo libras de la cruenta espada.
Sal 144:11 Ponme a salvo, líbrame del poder de gente extraña. Cuando abren la boca, dicen mentiras; cuando levantan su diestra, juran en falso.
Sal 144:12 Que nuestros hijos, en su juventud, crezcan como plantas frondosas; que sean nuestras hijas como columnas esculpidas para adornar un palacio.
Sal 144:13 Que nuestros graneros se llenen con provisiones de toda especie. Que nuestros rebaños aumenten por millares, por decenas de millares en nuestros campos.
Sal 144:14 Que nuestros bueyes arrastren cargas pesadas;[c] que no haya brechas ni salidas, ni gritos de angustia en nuestras calles.
Sal 144:15 ¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto! ¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR!