Día 21

03 El Éxodo de Egipto

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Éxodo 13

Consagración de los primogénitos

Éxo 13:1

Consagración de los primogénitos israelitas

El SEÑOR habló con Moisés y le dijo:

Éxo 13:2 «Conságrame el primogénito de todo vientre. Míos son todos los primogénitos israelitas y todos los primeros machos de sus animales.»

La fiesta de los panes sin levadura

Éxo 13:3 Moisés le dijo al pueblo: «Acuérdense de este día en que salen de Egipto, país donde han sido esclavos y de donde el SEÑOR los saca desplegando su poder. No coman pan con levadura.

Éxo 13:4 Ustedes salen hoy, en el mes de aviv,

Éxo 13:5 y en este mismo mes deberán celebrar esta ceremonia, cuando ya el SEÑOR los haya hecho entrar en la tierra que prometió dar a los antepasados de ustedes. Se trata de la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, heveos y jebuseos: ¡tierra donde abundan la leche y la miel!

Éxo 13:6 Durante siete días comerán pan sin levadura, y el día séptimo celebrarán una fiesta en honor al SEÑOR.

Éxo 13:7 En ningún lugar de su territorio debe haber nada que contenga levadura. Ni siquiera habrá levadura entre ustedes. Comerán pan sin levadura durante esos siete días.

Éxo 13:8 »Ese día ustedes les dirán a sus hijos:[a] “Esto lo hacemos por lo que hizo el SEÑOR por nosotros cuando salimos de Egipto.”

Éxo 13:9 Y será para ustedes como una marca distintiva en la mano o en la frente, que les hará recordar que la ley del SEÑOR debe estar en sus labios, porque el SEÑOR los sacó de Egipto desplegando su poder.

Éxo 13:10 Año tras año, en la misma fecha, cumplirán con esta ley.

Éxo 13:11 »Una vez que el SEÑOR los haga entrar en la tierra de los cananeos y se la haya dado, conforme al juramento que les hizo a ustedes y a sus antepasados,

Éxo 13:12 le dedicarán al SEÑOR el primogénito de todo vientre, y todo primer macho de su ganado, pues éstos le pertenecen al SEÑOR.

Éxo 13:13 El primogénito de una asna podrá ser rescatado a cambio de un cordero; pero si no se rescata, se le quebrará el cuello. Todos los primogénitos de ustedes o de sus descendientes deberán ser rescatados.

Éxo 13:14 »El día de mañana, cuando sus hijos les pregunten: “¿Y esto qué significa?”, les dirán: “El SEÑOR, desplegando su poder, nos sacó de Egipto, país donde fuimos esclavos.

Éxo 13:15 Cuando el faraón se empeñó en no dejarnos ir, el SEÑOR les quitó la vida a todos los primogénitos de Egipto, tanto de hombres como de animales. Por eso le ofrecemos al SEÑOR en sacrificio el primer macho que nace, y rescatamos a nuestros primogénitos.”

Éxo 13:16 Esto será para ustedes como una marca distintiva en la mano o en la frente, de que el SEÑOR nos sacó de Egipto desplegando su poder.»

Columnas de nube y de fuego

Éxo 13:17

El paso del Mar Rojo

Cuando el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los llevó por el camino que atraviesa la tierra de los filisteos, que era el más corto, pues pensó: «Si se les presentara batalla, podrían cambiar de idea y regresar a Egipto.»

Éxo 13:18 Por eso les hizo dar un rodeo por el camino del desierto, en dirección al Mar Rojo. Los israelitas salieron de Egipto en formación de combate.

Éxo 13:19 Moisés se llevó consigo los restos de José, según éste se lo había pedido a los israelitas bajo juramento. Éstas habían sido las palabras de José: «Pueden contar ustedes con que Dios vendrá en su ayuda. Cuando eso suceda, llévense de aquí mis restos.»

Éxo 13:20 Los israelitas partieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto.

Éxo 13:21 De día, el SEÑOR iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche.

Éxo 13:22 Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche.

Éxodo 14

A través del mar Rojo

Éxo 14:1 El SEÑOR habló con Moisés y le dijo:

Éxo 14:2 «Ordénales a los israelitas que regresen y acampen frente a Pi Ajirot, entre Migdol y el mar. Que acampen junto al mar, frente a Baal Zefón.

Éxo 14:3 El faraón va a pensar: “Los israelitas andan perdidos en esa tierra. ¡El desierto los tiene acorralados!”

Éxo 14:4 Yo, por mi parte, endureceré el corazón del faraón para que él los persiga. Voy a cubrirme de gloria, a costa del faraón y de todo su ejército. ¡Y los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR!» Así lo hicieron los israelitas.

Éxo 14:5 Y cuando el rey de Egipto se enteró de que el pueblo se había escapado, tanto él como sus funcionarios cambiaron de parecer en cuanto a los israelitas y dijeron: «¡Pero qué hemos hecho! ¿Cómo pudimos dejar que se fueran los israelitas y abandonaran su trabajo?»

Éxo 14:6 Al momento ordenó el faraón que le prepararan su carro y, echando mano de su ejército,

Éxo 14:7 se llevó consigo seiscientos de los mejores carros y todos los demás carros de Egipto, cada uno de ellos bajo el mando de un oficial.

Éxo 14:8 El SEÑOR endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, para que saliera en persecución de los israelitas, los cuales marchaban con aire triunfal.

Éxo 14:9 Todo el ejército del faraón —caballos, carros, jinetes[a] y tropas de Egipto—salió tras los israelitas y les dio alcance cuando éstos acampaban junto al mar, cerca de Pi Ajirot y frente a Baal Zefón.

Éxo 14:10 El faraón iba acercándose. Cuando los israelitas se fijaron y vieron a los egipcios pisándoles los talones, sintieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR.

Éxo 14:11 Entonces le reclamaron a Moisés: —¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros? ¿Para qué nos sacaste de Egipto?

Éxo 14:12 Ya en Egipto te decíamos: “¡Déjanos en paz! ¡Preferimos servir a los egipcios!” ¡Mejor nos hubiera sido servir a los egipcios que morir en el desierto!

Éxo 14:13 —No tengan miedo —les respondió Moisés—. Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el SEÑOR realizará en favor de ustedes. A esos egipcios que hoy ven, ¡jamás volverán a verlos!

Éxo 14:14 Ustedes quédense quietos, que el SEÑOR presentará batalla por ustedes.

Éxo 14:15 Pero el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha!

Éxo 14:16 Y tú, levanta tu vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre terreno seco.

Éxo 14:17 Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, para que los persigan. ¡Voy a cubrirme de gloria a costa del faraón y de su ejército, y de sus carros y jinetes!

Éxo 14:18 Y cuando me haya cubierto de gloria a costa de ellos, los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR.»

Éxo 14:19 Entonces el ángel de Dios, que marchaba al frente del ejército israelita, se dio vuelta y fue a situarse detrás de éste. Lo mismo sucedió con la columna de nube, que dejó su puesto de vanguardia y se desplazó hacia la retaguardia,

Éxo 14:20 quedando entre los egipcios y los israelitas. Durante toda la noche, la nube fue oscuridad para unos y luz para otros, así que en toda esa noche no pudieron acercarse los unos a los otros.

Éxo 14:21 Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el SEÑOR envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron,

Éxo 14:22 y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. El mar era para ellos una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.

Éxo 14:23 Los egipcios los persiguieron. Todos los caballos y carros del faraón, y todos sus jinetes, entraron en el mar tras ellos.

Éxo 14:24 Cuando ya estaba por amanecer, el SEÑOR miró al ejército egipcio desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos:

Éxo 14:25 hizo que las ruedas de sus carros se atascaran, de modo que se les hacía muy difícil avanzar. Entonces exclamaron los egipcios: «¡Alejémonos de los israelitas, pues el SEÑOR está peleando por ellos y contra nosotros!»

Éxo 14:26 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Extiende tu brazo sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los egipcios y contra sus carros y jinetes.»

Éxo 14:27 Moisés extendió su brazo sobre el mar y, al despuntar el alba, el agua volvió a su estado normal. Los egipcios, en su huida, se toparon con el mar, y así el SEÑOR los hundió en el fondo del mar.

Éxo 14:28 Al recobrar las aguas su estado normal, se tragaron a todos los carros y jinetes del faraón, y a todo el ejército que había entrado al mar para perseguir a los israelitas. Ninguno de ellos quedó con vida.

Éxo 14:29 Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca, pues para ellos el mar formó una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.

Éxo 14:30 En ese día el SEÑOR salvó a Israel del poder de Egipto. Los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios tendidos a la orilla del mar.

Éxo 14:31 Y al ver los israelitas el gran poder que el SEÑOR había desplegado en contra de los egipcios, temieron al SEÑOR y creyeron en él y en su siervo Moisés.

Éxodo 15

El cántico de Moisés

Éxo 15:1

El cántico de Moisés

Entonces Moisés y los israelitas entonaron un cántico en honor del SEÑOR, que a la letra decía: Cantaré al SEÑOR, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.

Éxo 15:2 El SEÑOR es mi fuerza y mi cántico; él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.

Éxo 15:3 El SEÑOR es un guerrero; su nombre es el SEÑOR.

Éxo 15:4 El SEÑOR arrojó al mar los carros y el ejército del faraón. Los mejores oficiales egipcios se ahogaron en el Mar Rojo.

Éxo 15:5 Las aguas profundas se los tragaron; ¡como piedras se hundieron en los abismos!

Éxo 15:6 Tu diestra, SEÑOR, reveló su gran poder; tu diestra, SEÑOR, despedazó al enemigo.

Éxo 15:7 Fue tan grande tu victoria que derribaste a tus oponentes; diste rienda suelta a tu ardiente ira, y fueron consumidos como rastrojo.

Éxo 15:8 Bastó un soplo de tu nariz para que se amontonaran las aguas. Las olas se irguieron como murallas; ¡se inmovilizaron las aguas en el fondo del mar!

Éxo 15:9 «Iré tras ellos y les daré alcance —alardeaba el enemigo—. Repartiré sus despojos hasta quedar hastiado. ¡Desenvainaré la espada y los destruiré con mi propia mano!»

Éxo 15:10 Pero con un soplo tuyo se los tragó el mar; ¡se hundieron como plomo en las aguas turbulentas!

Éxo 15:11 ¿Quién, SEÑOR, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.

Éxo 15:12 Extendiste tu brazo derecho, ¡y se los tragó la tierra!

Éxo 15:13 Por tu gran amor guías al pueblo que has rescatado; por tu fuerza los llevas a tu santa morada.

Éxo 15:14 Las naciones temblarán al escucharlo; la angustia dominará a los filisteos.

Éxo 15:15 Los jefes edomitas se llenarán de terror; temblarán de miedo los caudillos de Moab. Los cananeos perderán el ánimo,

Éxo 15:16 pues caerá sobre ellos pavor y espanto. Por tu gran poder, SEÑOR, quedarán mudos como piedras hasta que haya pasado tu pueblo, el pueblo que adquiriste para ti.

Éxo 15:17 Tú los harás entrar, y los plantarás, en el monte que te pertenece; en el lugar donde tú, SEÑOR, habitas; en el santuario que tú, Señor, te hiciste.

Éxo 15:18 ¡El SEÑOR reina por siempre y para siempre!

Éxo 15:19

El cántico de Miriam

Cuando los caballos y los carros del faraón entraron en el mar con sus jinetes,[a] el SEÑOR hizo que las aguas se les vinieran encima. Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca.

Éxo 15:20 Entonces Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó una pandereta, y mientras todas las mujeres la seguían danzando y tocando panderetas,

Éxo 15:21 Miriam les cantaba así: Canten al SEÑOR, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.

El agua amarga se endulza

Éxo 15:22

Las aguas de Mara y de Elim

Moisés les ordenó a los israelitas que partieran del Mar Rojo y se internaran en el desierto de Sur. Y los israelitas anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

Éxo 15:23 Llegaron a Mara,[b] lugar que se llama así porque sus aguas son amargas, y no pudieron apagar su sed allí.

Éxo 15:24 Comenzaron entonces a murmurar en contra de Moisés, y preguntaban: «¿Qué vamos a beber?»

Éxo 15:25 Moisés clamó al SEÑOR, y él le mostró un pedazo de madera, el cual echó Moisés al agua, y al instante el agua se volvió dulce. En ese lugar el SEÑOR los puso a prueba y les dio una ley como norma de conducta.

Éxo 15:26 Les dijo: «Yo soy el SEÑOR su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el SEÑOR, que les devuelve la salud.»

Éxo 15:27 Después los israelitas llegaron a Elim, donde había doce manantiales y setenta palmeras, y acamparon allí, cerca del agua.

Salmo 21

El rey se alegra en el poder del Señor

Sal 21:1

Al director musical. Salmo de David.

En tu fuerza, SEÑOR, se regocija el rey; ¡cuánto se alegra en tus victorias!

Sal 21:2 Le has concedido lo que su corazón desea; no le has negado lo que sus labios piden. Selah

Sal 21:3 Has salido a su encuentro con ricas bendiciones; lo has coronado con diadema de oro fino

Sal 21:4 Te pidió vida, se la concediste: una vida larga y duradera

Sal 21:5 Por tus victorias se acrecentó su gloria; lo revestiste de honor y majestad

Sal 21:6 Has hecho de él manantial de bendiciones; tu presencia lo ha llenado de alegría.

Sal 21:7 El rey confía en el SEÑOR, en el gran amor del Altísimo; por eso jamás caerá.

Sal 21:8 Tu mano alcanzará a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen

Sal 21:9 Cuando tú, SEÑOR, te manifiestes, los convertirás en un horno encendido. En su ira los devorará el SEÑOR; ¡un fuego los consumirá!

Sal 21:10 Borrarás de la tierra a su simiente; de entre los mortales, a su posteridad

Sal 21:11 Aunque tramen hacerte daño y maquinen perversidades, ¡no se saldrán con la suya!

Sal 21:12 Porque tú los harás retroceder cuando tenses tu arco contra ellos.

Sal 21:13 Enaltécete, SEÑOR, con tu poder, y con salmos celebraremos tus proezas.