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11 Regreso del Exilio

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Lee la Biblia: Esdras - Nehemías

Mira nuestro video de Lee la Biblia sobre los libros proféticos de Esdras y Nehemías, que analiza el diseño literario del flujo de pensamiento de cada libro. En estos libros, muchos israelitas regresan a Jerusalén después del exilio y logran cierto éxito y al mismo tiempo muchos fracasos espirituales y morales.

Esdras 1

La proclamación de Ciro

Esd 1:1

Decreta de Ciro

En el primer año del reinado de Ciro, rey de Persia, el SEÑOR dispuso el corazón del rey para que éste promulgara un decreto en todo su reino y así se cumpliera la palabra del SEÑOR por medio del profeta Jeremías. Tanto oralmente como por escrito, el rey decretó lo siguiente:

Esd 1:2 «Esto es lo que ordena Ciro, rey de Persia: »El SEÑOR, Dios del cielo, que me ha dado todos los reinos de la tierra, me ha encargado que le construya un templo en la ciudad de Jerusalén, que está en Judá.

Esd 1:3 Por tanto, cualquiera que pertenezca a Judá, vaya a Jerusalén a construir el templo del SEÑOR, Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusalén; y que Dios lo acompañe.

Esd 1:4 También ordeno que los habitantes de cada lugar donde haya judíos sobrevivientes los ayuden dándoles plata y oro, bienes y ganado, y ofrendas voluntarias para el templo de Dios en Jerusalén.»

Esd 1:5

El regreso de los judíos

Entonces los jefes de familia de Benjamín y de Judá, junto con los sacerdotes y levitas, es decir, con todos aquellos en cuyo corazón Dios puso el deseo de construir el templo, se dispusieron a ir a Jerusalén.

Esd 1:6 Todos sus vecinos los ayudaron con plata y oro, bienes y ganado, objetos valiosos y todo tipo de ofrendas voluntarias.

Esd 1:7 Además, el rey Ciro hizo sacar los utensilios que Nabucodonosor se había llevado del templo del SEÑOR en Jerusalén y había depositado en el templo de su dios.[a]

Esd 1:8 Ciro los entregó a su tesorero Mitrídates, el cual los contó y se los pasó a Sesbasar, jefe de Judá.

Esd 1:9 El inventario de dichos utensilios fue el siguiente:

tazones de oro 30

tazones de plata 1.000

cuchillos 29

Esd 1:10 tazas de oro 30

tazas de plata 410

objetos diversos 1.000

Esd 1:11 En total fueron cinco mil cuatrocientos los utensilios de oro y de plata. Todos estos objetos los llevó Sesbasar a Jerusalén cuando a los deportados se les permitió regresar de Babilonia.

Esdras 2

El regreso de los exiliados

Esd 2:1

Lista de los que regresaron

La siguiente es la lista de la gente de la provincia que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautiva a Babilonia, y a la que se le permitió regresar a Jerusalén y a Judá. Cada uno volvió a su propia población

Esd 2:2 en compañía de Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Relaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y Baná. Ésta es la lista de los israelitas que regresaron:

Esd 2:3 de Parós 2.172

Esd 2:4 de Sefatías 372

Esd 2:5 de Araj 775

Esd 2:6 de Pajat Moab, es decir, de Jesúa y Joab 2.812

Esd 2:7 de Elam 1.254

Esd 2:8 de Zatú 945

Esd 2:9 de Zacay 760

Esd 2:10 de Baní 642

Esd 2:11 de Bebay 623

Esd 2:12 de Azgad 1.222

Esd 2:13 de Adonicán 666

Esd 2:14 de Bigvay 2.056

Esd 2:15 de Adín 454

Esd 2:16 de Ater, es decir, de Ezequías 98

Esd 2:17 de Bezay 323

Esd 2:18 de Jorá 112

Esd 2:19 de Jasún 223

Esd 2:20 de Guibar 95

Esd 2:21 de Belén 123

Esd 2:22 de Netofa 56

Esd 2:23 de Anatot 128

Esd 2:24 de Azmávet 42

Esd 2:25 de Quiriat Yearín, Cafira y Berot 743

Esd 2:26 de Ramá y Gueba 621

Esd 2:27 de Micmás 122

Esd 2:28 de Betel y de Hai 223

Esd 2:29 de Nebo 52

Esd 2:30 de Magbís 156

Esd 2:31 del otro Elam 1.254

Esd 2:32 de Jarín 320

Esd 2:33 de Lod, Jadid y Ono 725

Esd 2:34 de Jericó 345

Esd 2:35 de Sená 3.630

Esd 2:36 De los sacerdotes descendientes de Jedaías, de la familia de Jesúa 973

Esd 2:37 de Imer 1052

Esd 2:38 de Pasur 1247

Esd 2:39 de Jarín 1017

Esd 2:40 De los levitas descendientes de Jesúa y de Cadmiel, que pertenecían a la familia de Hodavías 74

Esd 2:41 De los cantores descendientes de Asaf 128

Esd 2:42 De los porteros descendientes de Salún, Ater, Talmón, Acub, Jatitá y Sobay 139

Esd 2:43 Los servidores del templo eran de las familias de Zijá, Jasufá, Tabaot,

Esd 2:44 Querós, Sigajá, Padón,

Esd 2:45 Lebaná, Jagabá, Acub,

Esd 2:46 Jagab, Salmay, Janán,

Esd 2:47 Guidel, Gajar, Reaías,

Esd 2:48 Rezín, Necoda, Gazán,

Esd 2:49 Uza, Paseaj, Besay,

Esd 2:50 Asena, Meunín, Nefusín,

Esd 2:51 Bacbuc, Jacufá, Jarjur,

Esd 2:52 Baslut, Mejidá, Jarsa,

Esd 2:53 Barcós, Sísara, Temá,

Esd 2:54 Neziaj y Jatifá.

Esd 2:55 Los descendientes de los servidores de Salomón eran de las familias de Sotay, Soféret, Peruda,

Esd 2:56 Jalá, Darcón, Guidel,

Esd 2:57 Sefatías, Jatil, Poquéret Hasebayin y Amón.

Esd 2:58 Los servidores del templo y de los descendientes de los servidores de Salomón 392

Esd 2:59 Los siguientes regresaron de Tel Melaj, Tel Jarsá, Querub, Adón e Imer, pero no pudieron demostrar ascendencia israelita:

Esd 2:60 De los descendientes de Delaías, Tobías y Necoda 652

Esd 2:61 De entre los sacerdotes, los siguientes tampoco pudieron demostrar su ascendencia israelita: los descendientes de Jabaías, Cos y Barzilay (este último se casó con una de las hijas de un galaadita llamado Barzilay, del cual tomó su nombre).

Esd 2:62 Éstos buscaron sus registros genealógicos, pero como no los encontraron, fueron excluidos del sacerdocio.

Esd 2:63 A ellos el gobernador les prohibió comer de los alimentos sagrados hasta que un sacerdote decidiera su suerte por medio del urimy el tumim.

Esd 2:64 El número total de los miembros de la asamblea era de cuarenta y dos mil trescientas sesenta personas,

Esd 2:65 sin contar a esclavos y esclavas, que sumaban siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras.

Esd 2:66 Tenían además setecientos treinta y seis caballos, doscientas cuarenta y cinco mulas,

Esd 2:67 cuatrocientos treinta y cinco camellos y seis mil setecientos veinte burros.

Esd 2:68 Cuando llegaron al templo del SEÑOR en Jerusalén, algunos jefes de familia dieron donativos para que se reconstruyera el templo del SEÑOR en el mismo sitio.

Esd 2:69 De acuerdo con sus capacidades económicas dieron, para la obra de reconstrucción, cuatrocientos ochenta y ocho kilos[a] de oro, dos mil setecientos cincuenta kilos[b] de plata y cien túnicas sacerdotales.

Esd 2:70 Los sacerdotes, los levitas y algunos del pueblo se establecieron en Jerusalén,[c] en tanto que los cantores, los porteros, los servidores del templo y los demás israelitas se fueron a vivir a sus propias poblaciones.

Esdras 3

La reconstrucción del altar

Esd 3:1

Restauración del altar

En el mes séptimo, cuando ya todos los israelitas se habían establecido en sus poblaciones, se reunió el pueblo en Jerusalén con un mismo propósito.

Esd 3:2 Entonces Jesúa hijo de Josadac con sus parientes, que eran sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel con sus parientes empezaron a construir el altar del Dios de Israel para ofrecer holocaustos, según lo estipulado en la ley de Moisés, hombre de Dios.

Esd 3:3 A pesar del miedo que tenían de los pueblos vecinos, colocaron el altar en su mismo sitio. Y todos los días, por la mañana y por la tarde, ofrecían holocaustos al SEÑOR.

Esd 3:4 Luego, según lo estipulado en la ley, celebraron la fiesta de las Enramadas, ofreciendo el número de holocaustos prescrito para cada día,

Esd 3:5 como también los holocaustos diarios, los de luna nueva, los de las fiestas solemnes ordenadas por el SEÑOR, y los que el pueblo le ofrecía voluntariamente.

Esd 3:6 A pesar de que aún no se habían echado los cimientos del templo, desde el primer día del mes séptimo el pueblo comenzó a ofrecer holocaustos al SEÑOR.

Esd 3:7

Se comienza la reconstrucción del templo

Luego dieron dinero a los albañiles y carpinteros. A los de Sidón y Tiro les dieron comida, bebida y aceite para que por mar llevaran madera de cedro desde el Líbano hasta Jope, conforme a la autorización que había dado Ciro, rey de Persia.

La reconstrucción del templo

Esd 3:8 Zorobabel hijo de Salatiel, y Jesúa hijo de Josadac, junto con el resto de sus parientes, que eran sacerdotes, y con los levitas y con todos los que habían regresado del cautiverio, comenzaron la reconstrucción del templo en el mes segundo del segundo año de haber llegado a Jerusalén. A los levitas mayores de veinte años les encomendaron la tarea de supervisar las obras del templo del SEÑOR.

Esd 3:9 Entonces Jesúa, junto con sus hijos y hermanos, y Cadmiel y sus hijos, que eran descendientes de Hodavías,[a] y los descendientes de Henadad, y sus hijos y hermanos, que eran levitas, se unieron para supervisar a los obreros que trabajaban en el templo de Dios.

Esd 3:10 Cuando los constructores echaron los cimientos del templo del SEÑOR, los sacerdotes llegaron con sus vestimentas sagradas y los levitas descendientes de Asaf, con sus platillos, ocuparon su lugar para alabar al SEÑOR, según lo establecido por David, rey de Israel.

Esd 3:11 Todos daban gracias al SEÑOR, y a una le cantaban esta alabanza: «Dios es bueno; su gran amor por Israel perdura para siempre.» Y todo el pueblo alabó con grandes aclamaciones al SEÑOR, porque se habían echado los cimientos del templo.

Esd 3:12 Muchos de los sacerdotes, levitas y jefes de familia, que eran ya ancianos y habían conocido el primer templo, prorrumpieron en llanto cuando vieron los cimientos del nuevo templo, mientras muchos otros gritaban de alegría.

Esd 3:13 Y no se podía distinguir entre los gritos de alegría y las voces de llanto, pues la gente gritaba a voz en cuello, y el ruido se escuchaba desde muy lejos.

Salmo 45

"Tu trono, oh Dios, es eterno"

Sal 45:1

Al director musical. Sígase la tonada de «Los lirios». Masquil de los hijos de Coré. Canto nupcial.

En mi corazón se agita un bello tema mientras recito mis versos ante el rey; mi lengua es como pluma de hábil escritor.

Sal 45:2 Tú eres el más apuesto de los hombres; tus labios son fuente de elocuencia, ya que Dios te ha bendecido para siempre

Sal 45:3 ¡Con esplendor y majestad, cíñete la espada, oh valiente!

Sal 45:4 Con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que tu diestra realice gloriosas hazañas

Sal 45:5 Que tus agudas flechas atraviesen el corazón de los enemigos del rey, y que caigan las naciones a tus pies.

Sal 45:6 Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; el cetro de tu reino es un cetro de justicia

Sal 45:7 Tú amas la justicia y odias la maldad; por eso Dios te escogió a ti y no a tus compañeros, ¡tu Dios te ungió con perfume de alegría!

Sal 45:8 Aroma de mirra, áloe y canela exhalan todas tus vestiduras; desde los palacios adornados con marfil te alegra la música de cuerdas

Sal 45:9 Entre tus damas de honor se cuentan princesas; a tu derecha se halla la novia real luciendo el oro más fino.[a]

Sal 45:10 Escucha, hija, fíjate bien y presta atención: Olvídate de tu pueblo y de tu familia

Sal 45:11 El rey está cautivado por tu hermosura; él es tu señor: inclínate ante él

Sal 45:12 La gente de Tiro vendrá con presentes; los ricos del pueblo buscarán tu favor.

Sal 45:13 La princesa es todo esplendor, luciendo en su alcoba brocados de oro

Sal 45:14 Vestida de finos bordados es conducida ante el rey, seguida por sus damas de compañía

Sal 45:15 Con alegría y regocijo son conducidas al interior del palacio real.

Sal 45:16 Tus hijos ocuparán el trono de tus ancestros; los pondrás por príncipes en toda la tierra

Sal 45:17 Haré que tu nombre se recuerde por todas las generaciones; por eso las naciones te alabarán eternamente y para siempre.