Día 236

14 Jesús & el Reino

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El Evangelio

El Nuevo Testamento contiene cuatro biografías antiguas de Jesús de Nazareth, y todas ellas juntas son llamadas “el Evangelio”. Cada una de estas biografías cuenta la historia del anuncio de las buenas noticias de que Jesús quién fue crucificado y resucitó es el verdadero rey de las naciones. En este video exploraremos por qué se escribieron y cómo puedes leerlas con mayor entendimiento.

Mateo 1

Genealogía de Jesucristo

Mat 1:1

Genealogía de Jesucristo

Tabla genealógica de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:

Mat 1:2 Abraham fue el padre de[a] Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos;

Mat 1:3 Judá, padre de Fares y de Zera, cuya madre fue Tamar; Fares, padre de Jezrón; Jezrón, padre de Aram;

Mat 1:4 Aram, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón;

Mat 1:5 Salmón, padre de Booz, cuya madre fue Rajab; Booz, padre de Obed, cuya madre fue Rut; Obed, padre de Isaí;

Mat 1:6 e Isaí, padre del rey David. David fue el padre de Salomón, cuya madre había sido la esposa de Urías;

Mat 1:7 Salomón, padre de Roboán; Roboán, padre de Abías; Abías, padre de Asá;

Mat 1:8 Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorán; Jorán, padre de Uzías;

Mat 1:9 Uzías, padre de Jotán; Jotán, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías;

Mat 1:10 Ezequías, padre de Manasés; Manasés, padre de Amón; Amón, padre de Josías;

Mat 1:11 y Josías, padre de Jeconías[b] y de sus hermanos en tiempos de la deportación a Babilonia.

Mat 1:12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías fue el padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel;

Mat 1:13 Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliaquín; Eliaquín, padre de Azor;

Mat 1:14 Azor, padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquín; Aquín, padre de Eliud;

Mat 1:15 Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob;

Mat 1:16 y Jacob fue padre de José, que fue el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

Mat 1:17 Así que hubo en total catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta la deportación a Babilonia, y catorce desde la deportación hasta el Cristo.

Nacimiento de Jesucristo

Mat 1:18

Nacimiento de Jesucristo

El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo.

Mat 1:19 Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto.

Mat 1:20 Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.

Mat 1:21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús,[c] porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»

Mat 1:22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:

Mat 1:23 «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel»[d] (que significa «Dios con nosotros»).

Mat 1:24 Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a María por esposa.

Mat 1:25 Pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo,[e] a quien le puso por nombre Jesús.

Mateo 2

La visita de los magos

Mat 2:1

Visita de los sabios

Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios[a] procedentes del Oriente.

Mat 2:2 —¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse[b] su estrella y hemos venido a adorarlo.

Mat 2:3 Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.

Mat 2:4 Así que convocó de entre el pueblo a todos los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Mat 2:5 —En Belén de Judea —le respondieron—, porque esto es lo que ha escrito el profeta:

Mat 2:6 »“Pero tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi pueblo Israel.”[c]

Mat 2:7 Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella.

Mat 2:8 Los envió a Belén y les dijo: —Vayan e infórmense bien de ese niño y, tan pronto como lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore.

Mat 2:9 Después de oír al rey, siguieron su camino, y sucedió que la estrella que habían visto levantarse iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.

Mat 2:10 Al ver la estrella, se llenaron de alegría.

Mat 2:11 Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.

Mat 2:12 Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

La huida a Egipto

Mat 2:13

La huida a Egipto

Cuando ya se habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»

Mat 2:14 Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió para Egipto,

Mat 2:15 donde permaneció hasta la muerte de Herodes. De este modo se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo.»[d]

Herodes mata a los niños

Mat 2:16 Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios.

Mat 2:17 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías:

Mat 2:18 «Se oye un grito en Ramá, llanto y gran lamentación; es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!»[e]

El regreso a Nazaret

Mat 2:19

El regreso a Nazaret

Después de que murió Herodes, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto

Mat 2:20 y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, que ya murieron los que amenazaban con quitarle la vida al niño.»

Mat 2:21 Así que se levantó José, tomó al niño y a su madre, y regresó a la tierra de Israel.

Mat 2:22 Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Advertido por Dios en sueños, se retiró al distrito de Galilea,

Mat 2:23 y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: «Lo llamarán nazareno.»

Salmo 81

"¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo!"

Sal 81:1

Al director musical. Sígase la tonada de «La canción del lagar». Salmo de Asaf.

Canten alegres a Dios, nuestra fortaleza; ¡aclamen con regocijo al Dios de Jacob!

Sal 81:2 ¡Entonen salmos! ¡Toquen ya la pandereta, la lira y el arpa melodiosa!

Sal 81:3 Toquen el cuerno de carnero en la luna nueva, y en la luna llena, día de nuestra fiesta.

Sal 81:4 Éste es un decreto para Israel, una ordenanza del Dios de Jacob.

Sal 81:5 Lo estableció como un pacto con José cuando salió de la tierra de Egipto. Escucho un idioma que no entiendo:

Sal 81:6 «Te he quitado la carga de los hombros; tus manos se han librado del pesado cesto.

Sal 81:7 En tu angustia me llamaste, y te libré; oculto en el nubarrón te respondí; en las aguas de Meribá te puse a prueba. Selah

Sal 81:8 »Escucha, pueblo mío, mis advertencias; ¡ay Israel, si tan sólo me escucharas!

Sal 81:9 No tendrás ningún dios extranjero, ni te inclinarás ante ningún dios extraño.

Sal 81:10 Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto. Abre bien la boca, y te la llenaré.

Sal 81:11 »Pero mi pueblo no me escuchó; Israel no quiso hacerme caso.

Sal 81:12 Por eso los abandoné a su obstinada voluntad, para que actuaran como mejor les pareciera.

Sal 81:13 »Si mi pueblo tan sólo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos,

Sal 81:14 ¡cuán pronto sometería yo a sus enemigos, y volvería mi mano contra sus adversarios!

Sal 81:15 Los que aborrecen al SEÑOR se rendirían ante él, pero serían eternamente castigados.

Sal 81:16 Y a ti te alimentaría con lo mejor del trigo; con miel de la peña te saciaría.»