Día 327
15 El Pueblo del Reino
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1 Tesalonisenses 5
El día del Señor
1Ts 5:1 Ahora bien, hermanos, ustedes no necesitan que se les escriba acerca de tiempos y fechas,
1Ts 5:2 porque ya saben que el día del Señor llegará como ladrón en la noche.
1Ts 5:3 Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto. De ninguna manera podrán escapar.
1Ts 5:4 Ustedes, en cambio, hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los sorprenda como un ladrón.
1Ts 5:5 Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad.
1Ts 5:6 No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio.
1Ts 5:7 Los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan.
1Ts 5:8 Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación;
1Ts 5:9 pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1Ts 5:10 Él murió por nosotros para que, en la vida o en la muerte,[a] vivamos junto con él.
1Ts 5:11 Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
Instrucciones finales y bendición
1Ts 5:12
Instrucciones finales
Hermanos, les pedimos que sean considerados con los que trabajan arduamente entre ustedes, y los guían y amonestan en el Señor.
1Ts 5:13 Ténganlos en alta estima, y ámenlos por el trabajo que hacen. Vivan en paz unos con otros.
1Ts 5:14 Hermanos, también les rogamos que amonesten a los holgazanes, estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos.
1Ts 5:15 Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no sólo entre ustedes sino a todos.
1Ts 5:16 Estén siempre alegres,
1Ts 5:17 oren sin cesar,
1Ts 5:18 den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
1Ts 5:19 No apaguen el Espíritu,
1Ts 5:20 no desprecien las profecías,
1Ts 5:21 sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno,
1Ts 5:22 eviten toda clase de mal.
1Ts 5:23 Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1Ts 5:24 El que los llama es fiel, y así lo hará.
1Ts 5:25 Hermanos, oren también por nosotros.
1Ts 5:26 Saluden a todos los hermanos con un beso santo.
1Ts 5:27 Les encargo delante del Señor que lean esta carta a todos los hermanos.
1Ts 5:28 Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
Salmo 17
Bajo la sombra de tus alas
Sal 17:1
Oración de David.
SEÑOR, oye mi justo ruego; escucha mi clamor; presta oído a mi oración, pues no sale de labios engañosos.
Sal 17:2 Sé tú mi defensor, pues tus ojos ven lo que es justo.
Sal 17:3 Tú escudriñas mi corazón, tú me examinas por las noches; ¡ponme, pues, a prueba, que no hallarás en mí maldad alguna! ¡No pasarán por mis labios
Sal 17:4 palabras como las de otra gente, pues yo cumplo con tu palabra! Del camino de la violencia
Sal 17:5 he apartado mis pasos; mis pies están firmes en tus sendas.
Sal 17:6 A ti clamo, oh Dios, porque tú me respondes; inclina a mí tu oído, y escucha mi oración.
Sal 17:7 Tú, que salvas con tu diestra a los que buscan escapar de sus adversarios, dame una muestra de tu gran amor.
Sal 17:8 Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas,
Sal 17:9 de los malvados que me atacan, de los enemigos que me han cercado.
Sal 17:10 Han cerrado su insensible corazón, y profieren insolencias con su boca.
Sal 17:11 Vigilan de cerca mis pasos, prestos a derribarme.
Sal 17:12 Parecen leones ávidos de presa, leones que yacen al acecho.
Sal 17:13 ¡Vamos, SEÑOR, enfréntate a ellos! ¡Derrótalos! ¡Con tu espada rescátame de los malvados!
Sal 17:14 ¡Con tu mano, SEÑOR, sálvame de estos mortales que no tienen más herencia que esta vida! Con tus tesoros les has llenado el vientre, sus hijos han tenido abundancia, y hasta ha sobrado para sus descendientes.
Sal 17:15 Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte.