Día 221
1 de Cronicas 11
David ungido rey
1Cr 11:1
Proclamación de David como rey de Israel
11:1-3—2S 5:1-3
Todos los israelitas se reunieron con David en Hebrón y le dijeron: «Su Majestad y nosotros somos de la misma sangre.
1Cr 11:2 Ya desde antes, cuando Saúl era rey, usted dirigía a Israel en sus campañas. Además, el SEÑOR su Dios le dijo a Su Majestad: “Tú guiarás a mi pueblo Israel y lo gobernarás.” »
1Cr 11:3 Así pues, todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón para hablar con el rey, quien hizo allí un pacto con ellos en presencia del SEÑOR. Después de eso, ungieron a David para que fuera rey sobre Israel, conforme a lo que el SEÑOR había dicho por medio de Samuel.
David toma Jerusalén
1Cr 11:4
David conquista Jerusalén
11:4-9—2S 5:6-10
David y todos los israelitas marcharon contra Jebús (que es Jerusalén), la cual estaba habitada por los jebuseos.
1Cr 11:5 Éstos le dijeron a David: «¡No entrarás aquí!» Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, que también se conoce como la Ciudad de David.
1Cr 11:6 Y es que había prometido: «Al primero que mate a un jebuseo lo nombraré comandante en jefe.» El primero en matar a un jebuseo fue Joab hijo de Sarvia, por lo cual fue nombrado jefe.
1Cr 11:7 David se estableció en la fortaleza, y por eso la llamaron «Ciudad de David».
1Cr 11:8 Luego edificó la ciudad, desde el terraplén hasta sus alrededores, y Joab reparó el resto de la ciudad.
1Cr 11:9 Y David se fortaleció más y más, porque el SEÑOR Todopoderoso estaba con él.
Los valientes de David
1Cr 11:10
Jefes del ejército de David
11:10-41—2S 23:8-39
Éstos fueron los jefes del ejército de David, quienes lo apoyaron durante su reinado y se unieron a todos los israelitas para proclamarlo rey, conforme a lo que el SEÑOR dijo acerca de Israel.
1Cr 11:11 Ésta es la lista de los soldados más valientes de David: Yasobeán hijo de Jacmoní, que era el principal de los tres[a] más famosos, en una batalla mató con su lanza a trescientos hombres.
1Cr 11:12 En segundo lugar estaba Eleazar hijo de Dodó el ajojita, que también era uno de los más famosos.
1Cr 11:13 Estuvo con David en Pasdamín, donde los filisteos se habían reunido para la batalla. Allí había un campo sembrado de cebada y, cuando el ejército huía ante los filisteos,
1Cr 11:14 los oficiales se plantaron en medio del campo y lo defendieron, matando a los filisteos. Así el SEÑOR los salvó y les dio una gran victoria.
1Cr 11:15 En otra ocasión, tres de los treinta más valientes fueron a la roca, hasta la cueva de Adulán, donde estaba David; y el ejército filisteo acampaba en el valle de Refayin.
1Cr 11:16 David se encontraba en su fortaleza, y en ese tiempo había una guarnición filistea en Belén.
1Cr 11:17 Como David tenía mucha sed, exclamó: «¡Ojalá pudiera yo beber agua del pozo que está a la entrada de Belén!»
1Cr 11:18 Entonces los tres valientes se metieron en el campamento filisteo, sacaron agua del pozo de Belén, y se la llevaron a David. Pero David no quiso beberla, sino que derramó el agua en honor al SEÑOR
1Cr 11:19 y declaró solemnemente: «¡Que Dios me libre de beberla! ¿Cómo podría yo beber la sangre de quienes han puesto su vida en peligro? ¡Se jugaron la vida para traer el agua!» Y no quiso beberla. Tales hazañas hicieron estos tres héroes.
1Cr 11:20 Abisay, el hermano de Joab, estaba al mando de los tres y ganó fama entre ellos. En cierta ocasión, lanza en mano atacó y mató a trescientos hombres.
1Cr 11:21 Se destacó mucho más que los tres valientes, y llegó a ser su jefe, pero no fue contado entre ellos.
1Cr 11:22 Benaías hijo de Joyadá era un guerrero de Cabsel que realizó muchas hazañas. Derrotó a dos de los mejores hombres[b] de Moab, y en otra ocasión, cuando estaba nevando, se metió en una cisterna y mató un león.
1Cr 11:23 También derrotó a un egipcio que medía como dos metros y medio,[c] y que empuñaba una lanza del tamaño de un rodillo de telar. Benaías, que no llevaba más que un palo, le arrebató la lanza y lo mató con ella.
1Cr 11:24 Tales hazañas hizo Benaías hijo de Joyadá, y también él ganó fama como los tres valientes,
1Cr 11:25 pero no fue contado entre ellos, aunque se destacó más que los treinta valientes. Además, David lo puso al mando de su guardia personal.
1Cr 11:26 Los soldados más distinguidos eran: Asael, hermano de Joab; Eljanán hijo de Dodó, de Belén;
1Cr 11:27 Samot el harorita, Heles el pelonita,
1Cr 11:28 Irá hijo de Iqués el tecoíta; Abiezer el anatotita;
1Cr 11:29 Sibecay el jusatita, Ilay el ajojita,
1Cr 11:30 Maray el netofatita, Jéled hijo de Baná el netofatita;
1Cr 11:31 Itay hijo de Ribay, el de Guibeá de los benjaminitas; Benaías el piratonita;
1Cr 11:32 Juray, del arroyo de Gaas; Abiel el arbatita;
1Cr 11:33 Azmávet el bajurinita; Elijaba el salbonita;
1Cr 11:34 los hijos de Jasén el guizonita; Jonatán hijo de Sague el ararita,
1Cr 11:35 Ahían hijo de Sacar el ararita, Elifal hijo de Ur,
1Cr 11:36 Héfer el mequeratita, Ahías el pelonita,
1Cr 11:37 Jezró, de Carmel; Naray hijo de Ezbay,
1Cr 11:38 Joel, hermano de Natán; Mibar hijo de Hagrí,
1Cr 11:39 Sélec el amonita, Najaray el berotita, que fue escudero de Joab hijo de Sarvia;
1Cr 11:40 Irá el itrita, Gareb el itrita,
1Cr 11:41 Urías el hitita, Zabad hijo de Ajlay,
1Cr 11:42 Adiná hijo de Sizá el rubenita, jefe de los rubenitas, y treinta hombres con él;
1Cr 11:43 Janán hijo de Macá; Josafat el mitnita,
1Cr 11:44 Uzías el astarotita, Sama y Jehiel, hijos de Jotán el aroerita;
1Cr 11:45 Jediael hijo de Simri, y su hermano Yojá el tizita;
1Cr 11:46 Eliel el majavita; Jerebay y Josavía, hijos de Elnán; Itmá el moabita,
1Cr 11:47 Eliel, Obed y Jasiel, de Sobá.
1 de Cronicas 12
Los valientes se unen a David
1Cr 12:1
Guerreros que se unieron a David
Éstos fueron los guerreros que se unieron a David en Siclag cuando éste se encontraba desterrado por causa de Saúl hijo de Quis. Ellos lo ayudaron en tiempos de guerra.
1Cr 12:2 Eran arqueros que podían lanzar piedras y disparar flechas con ambas manos. De los benjaminitas parientes de Saúl:
1Cr 12:3 el jefe Ajiezer y Joás, que eran hijos de Semá de Guibeá; Jeziel y Pélet hijos de Azmávet; Beracá y Jehú, oriundos de Anatot;
1Cr 12:4 Ismaías el gabaonita, que era uno de los treinta guerreros y jefe de ellos; Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad de Guederá,
1Cr 12:5 Eluzay, Jerimot, Bealías, Semarías, Sefatías el harufita;
1Cr 12:6 los coreítas Elcaná, Isías, Azarel, Joezer y Yasobeán,
1Cr 12:7 Joelá y Zebadías, hijos de Jeroán, oriundos de Guedor.
1Cr 12:8 También algunos de los gaditas se unieron a David cuando se encontraba en la fortaleza del desierto. Eran guerreros valientes, preparados para la guerra, hábiles en el manejo del escudo y de la lanza, feroces como leones y veloces como gacelas monteses.
1Cr 12:9 Se llamaban: Ezer, el primero; Abdías, el segundo; Eliab, el tercero;
1Cr 12:10 Mismaná, el cuarto; Jeremías, el quinto;
1Cr 12:11 Atay, el sexto; Eliel, el séptimo;
1Cr 12:12 Johanán, el octavo; Elzabad, el noveno;
1Cr 12:13 Jeremías, el décimo, y Macbanay, el undécimo.
1Cr 12:14 Estos gaditas eran jefes del ejército; el menor de ellos valía por cien, y el mayor, por mil.
1Cr 12:15 Fueron ellos quienes atravesaron el Jordán en el mes primero, cuando el río se desbordó por sus dos riberas, e hicieron huir a los habitantes de los valles hacia el este y el oeste.
1Cr 12:16 También algunos guerreros de las tribus de Benjamín y de Judá se unieron a David en la fortaleza.
1Cr 12:17 David salió a su encuentro y les dijo: —Si vienen en son de paz y para ayudarme, los aceptaré; pero si vienen para entregarme a mis enemigos, ¡que el Dios de nuestros padres lo vea y lo castigue, pues yo no soy ningún criminal!
1Cr 12:18 Y el Espíritu vino sobre Amasay, jefe de los treinta, y éste exclamó: «¡Somos tuyos, David! ¡Estamos contigo, hijo de Isaí! ¡Tres veces deseamos la paz a ti y a quien te brinde su ayuda! ¡Y quien te ayuda es tu Dios!» David los recibió y los puso entre los jefes de la tropa.
1Cr 12:19 También algunos guerreros de Manasés se unieron a David cuando éste iba con los filisteos a luchar contra Saúl. Pero los príncipes de los filisteos se reunieron y decidieron rechazarlo, así que los filisteos se negaron a ayudarlo, pues dijeron: «David se pondrá de parte de su señor Saúl, y eso nos costará la cabeza.»
1Cr 12:20 Éstos fueron los manasesitas que se unieron a David cuando éste fue a Siclag: Adnás, Jozabad, Jediael, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletay, jefes manasesitas de escuadrones de mil hombres.
1Cr 12:21 Ayudaban a David a combatir a las bandas de invasores, pues cada uno de ellos era un guerrero valiente y jefe del ejército.
1Cr 12:22 Y cada día se le unían más soldados a David, hasta que llegó a tener un ejército grande y poderoso.
1Cr 12:23
Los que se unieron a David en Hebrón
Éste es el número de los guerreros diestros para la guerra que se presentaron ante David en Hebrón, para entregarle el reino de Saúl, conforme a la palabra del SEÑOR:
1Cr 12:24 De Judá: seis mil ochocientos hombres armados de lanza y escudo, diestros para la guerra.
1Cr 12:25 De Simeón: siete mil cien guerreros valientes.
1Cr 12:26 De Leví: cuatro mil seiscientos,
1Cr 12:27 y tres mil setecientos aaronitas, con Joyadá, su jefe;
1Cr 12:28 y Sadoc, joven guerrero muy valiente, con veintidós jefes de su familia patriarcal.
1Cr 12:29 De Benjamín, parientes de Saúl: tres mil hombres. La mayor parte de ellos había permanecido fiel a la familia de Saúl.
1Cr 12:30 De Efraín: veinte mil ochocientos hombres valientes, famosos en sus propias familias patriarcales.
1Cr 12:31 De la media tribu de Manasés: dieciocho mil hombres que fueron nombrados para ir a proclamar rey a David.
1Cr 12:32 De Isacar: doscientos jefes y todos sus parientes bajo sus órdenes. Eran hombres expertos en el conocimiento de los tiempos, que sabían lo que Israel tenía que hacer.
1Cr 12:33 De Zabulón: cincuenta mil hombres listos para tomar las armas, preparados para usar cualquier clase de armamento y dispuestos a luchar sin cuartel en favor de David.
1Cr 12:34 De Neftalí: mil jefes con treinta y siete mil hombres armados de escudos y lanzas.
1Cr 12:35 De Dan: veintiocho mil seiscientos guerreros listos para el combate.
1Cr 12:36 De Aser: cuarenta mil hombres aptos para la guerra.
1Cr 12:37 De las tribus al otro lado del Jordán, es decir, de Rubén, Gad y de la media tribu de Manasés: ciento veinte mil hombres equipados con todo tipo de armamento.
1Cr 12:38 Todos estos guerreros, preparados para el combate, fueron a Hebrón decididos a proclamar a David como rey de todo Israel. También los demás israelitas proclamaron de manera unánime a David como rey.
1Cr 12:39 Todos se quedaron allí tres días, comiendo y bebiendo con David, ya que sus hermanos les dotaron de lo necesario.
1Cr 12:40 Además, los que vivían cerca, y hasta los de Isacar, Zabulón y Neftalí, traían burros, camellos, mulas y bueyes cargados con harina, tortas de higos, pasas, vino y aceite. También les llevaron toros y ovejas en abundancia, porque Israel rebosaba de alegría.
1 de Cronicas 13
Transporte del arca desde Quiriat-jearim
1Cr 13:1
Traslado del arca a la casa de Obed Edom
13:1-14—2S 6:1-11
Después de consultar a los jefes de mil y de cien soldados, y a todos los oficiales, David
1Cr 13:2 dijo a toda la asamblea de Israel: «Si les parece bien, y si es lo que el SEÑOR nuestro Dios desea, invitemos a nuestros hermanos que se han quedado por todo el territorio de Israel, y también a los sacerdotes y levitas que están en los pueblos y aldeas, a que se unan a nosotros
1Cr 13:3 para traer de regreso el arca de nuestro Dios. La verdad es que desde el tiempo de Saúl no la hemos consultado.»
1Cr 13:4 A la asamblea le agradó la propuesta, y acordó que se hiciera así.
Uza y el arca
1Cr 13:5 Entonces David reunió a todo el pueblo de Israel, desde Sijor en Egipto hasta Lebó Jamat,[a] para trasladar el arca que estaba en Quiriat Yearín.
1Cr 13:6 Luego David y todo Israel fueron a Balá, que es Quiriat Yearín de Judá, para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la cual se invoca el nombre del SEÑOR, que reina entre querubines.
1Cr 13:7 Colocaron el arca de Dios en una carreta nueva y la sacaron de la casa de Abinadab. Uza y Ajío guiaban la carreta.
1Cr 13:8 David y todo Israel danzaban ante Dios con gran entusiasmo y cantaban al son de liras, arpas, panderos, címbalos y trompetas.
1Cr 13:9 Al llegar a la parcela de Quidón, los bueyes tropezaron; pero Uza, extendiendo las manos, sostuvo el arca.
1Cr 13:10 Con todo, la ira del SEÑOR se encendió contra Uza por haber tocado el arca, y allí en su presencia Dios lo hirió y le quitó la vida.
1Cr 13:11 David se enojó porque el SEÑOR había matado a Uza. Por eso le puso a aquel lugar el nombre de Peres Uza,[b] nombre que conserva hasta hoy.
1Cr 13:12 Aquel día David se sintió temeroso de Dios y exclamó: «¡Es mejor que no me lleve el arca de Dios!»
1Cr 13:13 Por eso no se la llevó a la Ciudad de David, sino que ordenó que la trasladaran a la casa de Obed Edom, oriundo de Gat.
1Cr 13:14 Fue así como el arca de Dios permaneció tres meses en la casa de Obed Edom, y el SEÑOR bendijo a la familia de Obed Edom y todo lo que tenía.
1 de Cronicas 14
Las esposas y los hijos de David
1Cr 14:1
Palacio y familia de David
14:1-7—2S 5:11-16; 1Cr 3:5-8
Hiram, rey de Tiro, envió a David una embajada que le llevó madera de cedro, albañiles y carpinteros para construirle un palacio.
1Cr 14:2 Con esto David se dio cuenta de que el SEÑOR, por amor a su pueblo, lo había establecido a él como rey sobre Israel y había engrandecido su reino.
1Cr 14:3 En Jerusalén David tomó otras esposas, y tuvo más hijos e hijas.
1Cr 14:4 Los hijos que tuvo fueron Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
1Cr 14:5 Ibjar, Elisúa, Elpélet,
1Cr 14:6 Noga, Néfeg, Jafía,
1Cr 14:7 Elisama, Belyadá y Elifelet.
Derrota de los filisteos
1Cr 14:8
David derrota a los filisteos
14:8-17—2S 5:17-25
Al enterarse los filisteos de que David había sido ungido rey de todo Israel, subieron todos ellos contra él. Pero David lo supo y salió a su encuentro.
1Cr 14:9 Ya los filisteos habían incursionado en el valle de Refayin.
1Cr 14:10 Así que David consultó a Dios: —¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder? —Atácalos —le respondió el SEÑOR—, pues yo los entregaré en tus manos.
1Cr 14:11 Fueron, pues, a Baal Perasín,[a] y allí David los derrotó. Entonces dijo: «Como brecha producida por las aguas, así Dios ha abierto brechas entre mis enemigos por medio de mí.» Por eso a aquel lugar lo llamaron Baal Perasín.
1Cr 14:12 Allí los filisteos abandonaron a sus dioses, y éstos fueron quemados por orden de David.
1Cr 14:13 Los filisteos hicieron una nueva incursión y se desplegaron por el valle.
1Cr 14:14 Así que David volvió a consultar a Dios, y él le contestó: —No los ataques de frente, sino rodéalos hasta llegar a los árboles de bálsamo, y entonces atácalos por la retaguardia.
1Cr 14:15 Tan pronto como oigas un ruido como de pasos sobre las copas de los árboles, atácalos, pues eso quiere decir que Dios va al frente de ti para derrotar al ejército filisteo.
1Cr 14:16 Así lo hizo David, tal como Dios se lo había ordenado, y derrotaron al ejército filisteo desde Gabaón hasta Guézer.
1Cr 14:17 La fama de David se extendió por todas las regiones, y el SEÑOR hizo que todos los pueblos le tuvieran miedo.
Salmo 66
¡Cuán asombrosas son tus obras!
Sal 66:1
Al director musical. Cántico. Salmo.
¡Aclamen alegres a Dios, habitantes de toda la tierra!
Sal 66:2 Canten salmos a su glorioso nombre; ¡ríndanle gloriosas alabanzas!
Sal 66:3 Díganle a Dios: «¡Cuán imponentes son tus obras! Es tan grande tu poder que tus enemigos mismos se rinden ante ti.
Sal 66:4 Toda la tierra se postra en tu presencia, y te cantan salmos; cantan salmos a tu nombre.» Selah
Sal 66:5 ¡Vengan y vean las proezas de Dios, sus obras portentosas en nuestro favor!
Sal 66:6 Convirtió el mar en tierra seca, y el pueblo cruzó el río a pie. ¡Regocijémonos en él!
Sal 66:7 Con su poder gobierna eternamente; sus ojos vigilan a las naciones. ¡Que no se levanten contra él los rebeldes! Selah
Sal 66:8 Pueblos todos, bendigan a nuestro Dios, hagan oír la voz de su alabanza.
Sal 66:9 Él ha protegido nuestra vida, ha evitado que resbalen nuestros pies.
Sal 66:10 Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata.
Sal 66:11 Nos has hecho caer en una red; ¡pesada carga nos has echado a cuestas!
Sal 66:12 Las caballerías nos han aplastado la cabeza; hemos pasado por el fuego y por el agua, pero al fin nos has dado un respiro.
Sal 66:13 Me presentaré en tu templo con holocaustos y cumpliré los votos que te hice,
Sal 66:14 los votos de mis labios y mi boca que pronuncié en medio de mi angustia.
Sal 66:15 Te ofreceré holocaustos de animales engordados, junto con el humo de ofrendas de carneros; te ofreceré toros y machos cabríos. Selah
Sal 66:16 Vengan ustedes, temerosos de Dios, escuchen, que voy a contarles todo lo que él ha hecho por mí.
Sal 66:17 Clamé a él con mi boca; lo alabé con mi lengua.
Sal 66:18 Si en mi corazón hubiera yo abrigado maldad, el Señor no me habría escuchado;
Sal 66:19 pero Dios sí me ha escuchado, ha atendido a la voz de mi plegaria.
Sal 66:20 ¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi plegaria ni me negó su amor!