Día 184
Lamentaciones 3
Grande es tu fidelidad
Lam 3:1
Álef [a]
Yo soy aquel que ha sufrido la aflicción bajo la vara de su ira.
Lam 3:2 Me ha hecho andar en las tinieblas; me ha apartado de la luz.
Lam 3:3 Una y otra vez, y a todas horas, su mano se ha vuelto contra mí.
Lam 3:4
Bet
Me ha marchitado la carne y la piel; me ha quebrantado los huesos.
Lam 3:5 Me ha tendido un cerco de amargura y tribulaciones.
Lam 3:6 Me obliga a vivir en las tinieblas, como a los que hace tiempo murieron.
Lam 3:7
Guímel
Me tiene encerrado, no puedo escapar; me ha puesto pesadas cadenas.
Lam 3:8 Por más que grito y pido ayuda, él se niega a escuchar mi oración.
Lam 3:9 Ha sembrado de piedras mi camino; ha torcido mis senderos.
Lam 3:10
Dálet
Me vigila como oso agazapado; me acecha como león.
Lam 3:11 Me aparta del camino para despedazarme; ¡me deja del todo desvalido!
Lam 3:12 Con el arco tenso, me ha hecho el blanco de sus flechas.
Lam 3:13
He
Me ha partido el corazón con las flechas de su aljaba.
Lam 3:14 Soy el hazmerreír de todo mi pueblo; todo el día me cantan parodias.
Lam 3:15 Me ha llenado de amargura, me ha saturado de hiel.
Lam 3:16
Vav
Me ha estrellado contra el suelo; me ha hecho morder el polvo.
Lam 3:17 Me ha quitado la paz; ya no recuerdo lo que es la dicha.
Lam 3:18 Y digo: «La vida se me acaba, junto con mi esperanza en el SEÑOR.»
Lam 3:19
Zayin
Recuerda que ando errante y afligido, que me embargan la hiel y la amargura.
Lam 3:20 Siempre tengo esto presente, y por eso me deprimo.
Lam 3:21 Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza:
Lam 3:22
Jet
El gran amor del SEÑOR nunca se acaba,[b] y su compasión jamás se agota.
Lam 3:23 Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!
Lam 3:24 Por tanto, digo: «El SEÑOR es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!»
Lam 3:25
Tet
Bueno es el SEÑOR con quienes en él confían, con todos los que lo buscan.
Lam 3:26 Bueno es esperar calladamente a que el SEÑOR venga a salvarnos.
Lam 3:27 Bueno es que el hombre aprenda a llevar el yugo desde su juventud.
Lam 3:28
Yod
¡Déjenlo estar solo y en silencio, porque así el SEÑOR se lo impuso!
Lam 3:29 ¡Que hunda el rostro en el polvo! ¡Tal vez haya esperanza todavía!
Lam 3:30 ¡Que dé la otra mejilla a quien lo hiera, y quede así cubierto de oprobio!
Lam 3:31
Caf
El Señor nos ha rechazado, pero no será para siempre.
Lam 3:32 Nos hace sufrir, pero también nos compadece, porque es muy grande su amor.
Lam 3:33 El Señor nos hiere y nos aflige, pero no porque sea de su agrado.
Lam 3:34
Lámed
Cuando se aplasta bajo el pie a todos los prisioneros de la tierra,
Lam 3:35 cuando en presencia del Altísimo se le niegan al hombre sus derechos
Lam 3:36 y no se le hace justicia, ¿el Señor no se da cuenta?
Lam 3:37
Mem
¿Quién puede anunciar algo y hacerlo realidad sin que el Señor dé la orden?
Lam 3:38 ¿No es acaso por mandato del Altísimo que acontece lo bueno y lo malo?
Lam 3:39 ¿Por qué habría de quejarse en vida quien es castigado por sus pecados?
Lam 3:40
Nun
Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del SEÑOR.
Lam 3:41 Elevemos al Dios de los cielos nuestro corazón y nuestras manos.
Lam 3:42 Hemos pecado, hemos sido rebeldes, y tú no has querido perdonarnos.
Lam 3:43
Sámej
Ardiendo en ira nos persigues; nos masacras sin piedad.
Lam 3:44 Te envuelves en una nube para no escuchar nuestra oración.
Lam 3:45 Como a escoria despreciable, nos has arrojado entre las naciones.
Lam 3:46
Pe
Todos nuestros enemigos abren la boca para hablar mal de nosotros.
Lam 3:47 Hemos sufrido terrores, caídas, ruina y destrucción.
Lam 3:48 Ríos de lágrimas corren por mis mejillas porque ha sido destruida la capital de mi pueblo.
Lam 3:49
Ayin
Se inundarán en llanto mis ojos, sin cesar y sin consuelo,
Lam 3:50 hasta que desde el cielo el SEÑOR se digne mirarnos.
Lam 3:51 Me duele en lo más profundo del alma ver sufrir a las mujeres de mi ciudad.
Lam 3:52
Tsade
Mis enemigos me persiguen sin razón, y quieren atraparme como a un ave.
Lam 3:53 Me quieren enterrar vivo y taparme con piedras la salida.
Lam 3:54 Las aguas me han cubierto la cabeza; tal parece que me ha llegado el fin.
Lam 3:55
Qof
Desde lo más profundo de la fosa invoqué, SEÑOR, tu nombre,
Lam 3:56 y tú escuchaste mi plegaria; no cerraste tus oídos a mi clamor.
Lam 3:57 Te invoqué, y viniste a mí; «No temas», me dijiste.
Lam 3:58
Resh
Tú, Señor, te pusiste de mi parte y me salvaste la vida.
Lam 3:59 Tú, SEÑOR, viste el mal que me causaron; ¡hazme justicia!
Lam 3:60 Tú notaste su sed de venganza y todas sus maquinaciones en mi contra.
Lam 3:61
Shin
SEÑOR, tú has escuchado sus insultos y todas sus maquinaciones en mi contra;
Lam 3:62 tú sabes que todo el día mis enemigos cuchichean y se confabulan contra mí.
Lam 3:63 ¡Míralos! Hagan lo que hagan,[c] se burlan de mí en sus canciones.
Lam 3:64
Tav
¡Dales, SEÑOR, su merecido por todo lo que han hecho!
Lam 3:65 Oscurece su entendimiento, ¡y caiga sobre ellos tu maldición!
Lam 3:66 Persíguelos, SEÑOR, en tu enojo, y bórralos de este mundo.
Salmo 29
Dad gloria al Señor
Sal 29:1
Salmo de David.
Tributen al SEÑOR, seres celestiales,[a] tributen al SEÑOR la gloria y el poder
Sal 29:2 Tributen al SEÑOR la gloria que merece su nombre; póstrense ante el SEÑOR en su santuario majestuoso.
Sal 29:3 La voz del SEÑOR está sobre las aguas; resuena el trueno del Dios de la gloria; el SEÑOR está sobre las aguas impetuosas
Sal 29:4 La voz del SEÑOR resuena potente; la voz del SEÑOR resuena majestuosa
Sal 29:5 La voz del SEÑOR desgaja los cedros, desgaja el SEÑOR los cedros del Líbano;
Sal 29:6 hace que el Líbano salte como becerro, y que el Hermón[b] salte cual toro salvaje
Sal 29:7 La voz del SEÑOR lanza ráfagas de fuego;
Sal 29:8 la voz del SEÑOR sacude al desierto; el SEÑOR sacude al desierto de Cades
Sal 29:9 La voz del SEÑOR retuerce los robles[c] y deja desnudos los bosques; en su templo todos gritan: «¡Gloria!»
Sal 29:10 El SEÑOR tiene su trono sobre las lluvias; el SEÑOR reina por siempre
Sal 29:11 El SEÑOR fortalece a su pueblo; el SEÑOR bendice a su pueblo con la paz.