Día 123

08 Los Profetas Antes del Exilio

109 - 110 - 111 - 112 - 113 - 114 - 115 - 116 - 117 - 118 - 119 - 120 - 121 - 122 - 123 - 124 - 125 - 126 - 127 - 128 - 129 - 130 - 131 - 132 - 133 - 134 - 135 - 136 - 137 - 138 - 139

Isaías 55

La compasión del Señor

Isa 55:1

Invitación a los sedientos

»¡Vengan a las aguas todos los que tengan sed! ¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero! Vengan, compren vino y leche sin pago alguno.

Isa 55:2 ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no satisface? Escúchenme bien, y comerán lo que es bueno, y se deleitarán con manjares deliciosos.

Isa 55:3 Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán. Haré con ustedes un pacto eterno, conforme a mi constante amor por David.

Isa 55:4 Lo he puesto como testigo para los pueblos, como su jefe supremo.

Isa 55:5 Sin duda convocarás a naciones que no conocías, y naciones que no te conocían correrán hacia ti, gracias al SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, que te ha colmado de honor.»

Isa 55:6 Busquen al SEÑOR mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano.

Isa 55:7 Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al SEÑOR, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia.

Isa 55:8 «Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el SEÑOR—.

Isa 55:9 Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!

Isa 55:10 Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come,

Isa 55:11 así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos.

Isa 55:12 Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz. A su paso, las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo y aplaudirán todos los árboles del bosque.

Isa 55:13 En vez de zarzas, crecerán cipreses; mirtos, en lugar de ortigas. Esto le dará renombre al SEÑOR; será una señal que durará para siempre.»

Isaías 56

Salvación para los extranjeros

Isa 56:1

Salvación para los demás

Así dice el SEÑOR: «Observen el derecho y practiquen la justicia, porque mi salvación está por llegar; mi justicia va a manifestarse.

Isa 56:2 Dichoso el que así actúa, y se mantiene firme en sus convicciones; el que observa el sábado sin profanarlo, y se cuida de hacer lo malo.»

Isa 56:3 El extranjero que por su propia voluntad se ha unido al Señor, no debe decir: «El SEÑOR me excluirá de su pueblo.» Tampoco debe decir el eunuco: «No soy más que un árbol seco.»

Isa 56:4 Porque así dice el SEÑOR: «A los eunucos que observen mis sábados, que elijan lo que me agrada, y sean fieles a mi pacto,

Isa 56:5 les concederé ver grabado su nombre dentro de mi templo y de mi ciudad; ¡eso les será mejor que tener hijos e hijas! También les daré un nombre eterno que jamás será borrado.

Isa 56:6 Y a los extranjeros que se han unido al SEÑOR para servirle, para amar el nombre del SEÑOR, y adorarlo, a todos los que observan el sábado sin profanarlo y se mantienen firmes en mi pacto,

Isa 56:7 los llevaré a mi monte santo; ¡los llenaré de alegría en mi casa de oración! Aceptaré los holocaustos y sacrificios que ofrezcan sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.»

Isa 56:8 Así dice el SEÑOR omnipotente, el que reúne a los desterrados de Israel: «Reuniré a mi pueblo con otros pueblos, además de los que ya he reunido.»

Los líderes irresponsables de Israel

Isa 56:9

La acusación de Dios contra los malvados

Animales del campo y fieras del bosque, ¡vengan todos y devoren!

Isa 56:10 Ciegos están todos los guardianes de Israel; ninguno de ellos sabe nada. Todos ellos son perros mudos, que no pueden ladrar. Se acuestan y desvarían; les encanta dormitar.

Isa 56:11 Son perros de voraz apetito; nunca parecen saciarse. Son pastores sin discernimiento; cada uno anda por su propio camino. Todos, sin excepción, procuran su propia ganancia.

Isa 56:12 «¡Vengan, busquemos vino! ¡emborrachémonos con licor! —gritan a una voz—. ¡Y mañana haremos lo mismo que hoy, pero mucho mejor!»

Isaías 57

La vana idolatría de Israel

Isa 57:1 El justo perece, y a nadie le importa; mueren tus siervos fieles, y nadie comprende que mueren los justos a causa del mal.

Isa 57:2 Los que van por el camino recto mueren en paz; hallan reposo en su lecho de muerte.

Isa 57:3 «Ustedes, hijos de hechicera, descendientes de adúltero con prostituta, ¡acérquense!

Isa 57:4 ¿De quién quieren burlarse? ¿A quién le hacen muecas despectivas y le sacan la lengua? ¿Acaso no son ustedes una camada de rebeldes, y una descendencia de mentirosos?

Isa 57:5 Entre los robles, y debajo de todo árbol frondoso, dan rienda suelta a su lujuria; junto a los arroyos, y en las grietas de las rocas, sacrifican a niños pequeños.

Isa 57:6 Las piedras lisas de los arroyos, serán tu herencia; sí, ellas serán tu destino. Ante ellas has derramado libaciones y has presentado ofrendas de grano. Ante estas cosas, ¿me quedaré callado?

Isa 57:7 Sobre un monte alto y encumbrado, pusiste tu lecho, y hasta allí subiste para ofrecer sacrificios.

Isa 57:8 Detrás de tu puerta y de sus postes has puesto tus símbolos paganos. Te alejaste de mí, te desnudaste, subiste al lecho que habías preparado; entraste en arreglos con la gente con quienes deseabas acostarte, y contemplaste su desnudez.

Isa 57:9 Acudiste a Moloc y le llevaste aceite de oliva, y multiplicaste tus perfumes. Enviaste muy lejos a tus embajadores; ¡hasta el sepulcro mismo los hiciste bajar!

Isa 57:10 De tanto andar te cansaste, pero no dijiste: “Hasta aquí llego.” Lograste renovar tus fuerzas; por eso no desmayaste.

Isa 57:11 »¿Quién te asustó, quién te metió miedo, que me has engañado? No te acordaste de mí, ni me tomaste en cuenta. ¿Será que no me temes porque guardé silencio tanto tiempo?

Isa 57:12 Yo denunciaré tu justicia y tus obras, y de nada te servirán.

Isa 57:13 Cuando grites pidiendo ayuda, ¡que te salve tu colección de ídolos! A todos ellos se los llevará el viento; con un simple soplo desaparecerán. Pero el que se refugia en mí recibirá la tierra por herencia y tomará posesión de mi monte santo.»

Consuelo para el contrito

Isa 57:14

Consuelo para los contritos

Y se dirá: «¡Construyan, construyan, preparen el camino! ¡Quiten los obstáculos del camino de mi pueblo!»

Isa 57:15 Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.

Isa 57:16 Mi litigio no será eterno, ni estaré siempre enojado, porque ante mí desfallecerían todos los seres vivientes que he creado.

Isa 57:17 La codicia de mi pueblo es irritable, por perversa, en mi enojo, lo he castigado; le he dado la espalda, pero él prefirió seguir sus obstinados caminos.

Isa 57:18 He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y lo colmaré de consuelo. Y a los que lloran por él

Isa 57:19 les haré proclamar esta alabanza: ¡Paz a los que están lejos, y paz a los que están cerca! Yo los sanaré —dice el SEÑOR—,

Isa 57:20 pero los malvados son como el mar agitado, que no puede calmarse, cuyas olas arrojan fango y lodo.

Isa 57:21 No hay paz para los malvados —dice mi Dios—.

Salmo 119: 129-152

Sal 119:129

Pe

Tus estatutos son maravillosos; por eso los obedezco.

Sal 119:130 La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo.

Sal 119:131 Jadeante abro la boca porque ansío tus mandamientos.

Sal 119:132 Vuélvete a mí, y tenme compasión como haces siempre con los que aman tu nombre.

Sal 119:133 Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad.

Sal 119:134 Líbrame de la opresión humana, pues quiero obedecer tus preceptos.

Sal 119:135 Haz brillar tu rostro sobre tu siervo; enséñame tus decretos.

Sal 119:136 Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu ley no se obedece.

Sal 119:137

Tsade

SEÑOR, tú eres justo, y tus juicios son rectos.

Sal 119:138 Justos son los estatutos que has ordenado, y muy dignos de confianza.

Sal 119:139 Mi celo me consume, porque mis adversarios pasan por alto tus palabras.

Sal 119:140 Tus promesas han superado muchas pruebas, por eso tu siervo las ama.

Sal 119:141 Insignificante y menospreciable como soy, no me olvido de tus preceptos.

Sal 119:142 Tu justicia es siempre justa; tu ley es la verdad.

Sal 119:143 He caído en la angustia y la aflicción, pero tus mandamientos son mi regocijo.

Sal 119:144 Tus estatutos son siempre justos; dame entendimiento para poder vivir.

Sal 119:145

Qof

Con todo el corazón clamo a ti, SEÑOR; respóndeme, y obedeceré tus decretos.

Sal 119:146 A ti clamo: «¡Sálvame!» Quiero cumplir tus estatutos.

Sal 119:147 Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza.

Sal 119:148 En toda la noche no pego los ojos,[g] para meditar en tu promesa.

Sal 119:149 Conforme a tu gran amor, escucha mi voz; conforme a tus juicios, SEÑOR, dame vida.

Sal 119:150 Ya se acercan mis crueles perseguidores, pero andan muy lejos de tu ley.

Sal 119:151 Tú, SEÑOR, también estás cerca, y todos tus mandamientos son verdad.

Sal 119:152 Desde hace mucho conozco tus estatutos, los cuales estableciste para siempre.