Día 144
Job 16
Job responde: Sois consoladores molestos
Job 16:1
Quinto discurso de Job
A esto, Job contestó:
Job 16:2 «Cosas como éstas he escuchado muchas; ¡valiente consuelo el de[a] todos ustedes!
Job 16:3 ¿No habrá fin a sus peroratas? ¿Qué tanto les irrita que siguen respondiendo?
Job 16:4 ¡También yo podría hablar del mismo modo si estuvieran ustedes en mi lugar! ¡También yo pronunciaría bellos discursos en su contra, meneando con sarcasmo la cabeza!
Job 16:5 ¡Les infundiría nuevos bríos con la boca; les daría consuelo con los labios!
Job 16:6 »Si hablo, mi dolor no disminuye; si me callo, tampoco se me calma.
Job 16:7 Ciertamente Dios me ha destruido; ha exterminado[b] a toda mi familia.
Job 16:8 Me tiene acorralado, y da testimonio contra mí; mi deplorable estado se levanta y me condena.
Job 16:9 »En su enojo Dios me desgarra y me persigue; rechina los dientes contra mí; mi adversario me clava la mirada.
Job 16:10 La gente se mofa de mí abiertamente; burlones, me dan de bofetadas, y todos juntos se ponen en mi contra.
Job 16:11 Dios me ha entregado en manos de gente inicua; me ha arrojado en las garras de los malvados.
Job 16:12 Yo vivía tranquilo, pero él me destrozó; me agarró por el cuello y me hizo pedazos; ¡me hizo blanco de sus ataques!
Job 16:13 Sus arqueros me rodearon. Sin piedad me perforaron los riñones, y mi hígado se derramó por el suelo.
Job 16:14 Abriéndome herida tras herida, se lanzaron contra mí como un guerrero.
Job 16:15 »El luto es parte de mi cuerpo; en el polvo tengo enterrada la frente.[c]
Job 16:16 De tanto llorar tengo enrojecida la cara, profundas ojeras tengo en torno a los ojos;
Job 16:17 pero mis manos están libres de violencia, y es pura mi oración.
Job 16:18 »¡Ah, tierra, no cubras mi sangre! ¡No dejes que se acalle mi clamor!
Job 16:19 Ahora mismo tengo en los cielos un testigo; en lo alto se encuentra mi abogado.
Job 16:20 Mi intercesor es mi amigo,[d] y ante él me deshago en lágrimas
Job 16:21 para que interceda ante Dios en favor mío, como quien apela por su amigo.
Job 16:22 Pasarán sólo unos cuantos años antes de que yo emprenda el viaje sin regreso.
Job 17
"Job continúa: ¿Dónde, pues, mi esperanza?"
Job 17:1 »Mi ánimo se agota, mis días se acortan, la tumba me espera.
Job 17:2 Estoy rodeado de burlones; ¡sufren mis ojos su hostilidad!
Job 17:3 »Dame, oh Dios, la fianza que demandas. ¿Quién más podría responder por mí?
Job 17:4 Tú has ofuscado su pensamiento, por eso no dejarás que triunfen.
Job 17:5 Quien por una recompensa denuncia a sus amigos, verá a sus hijos desfallecer.
Job 17:6 »Dios me ha puesto en boca de todos; no falta quien me escupa en la cara.
Job 17:7 Los ojos se me apagan a causa del dolor; todo mi esqueleto no es más que una sombra.
Job 17:8 Los justos ven esto, y se quedan asombrados; los inocentes se indignan contra el impío,
Job 17:9 la gente recta se aferra a su camino y los de manos limpias aumentan su fuerza.
Job 17:10 »Vengan, pues, todos ustedes; ¡arremetan contra mí! No hallaré entre ustedes a un solo sabio.
Job 17:11 Mis días van pasando, mis planes se frustran junto con los anhelos de mi corazón.
Job 17:12 Esta gente convierte la noche en día; todo está oscuro, pero insisten: “La luz se acerca.”
Job 17:13 Si el único hogar que espero es el sepulcro, he de tenderme a dormir en las tinieblas;
Job 17:14 he de llamar “Padre mío” a la corrupción, y “Madre” y “Hermana” a los gusanos.
Job 17:15 ¿Dónde queda entonces mi esperanza? ¿Quién ve alguna esperanza para mí?
Job 17:16 ¿Bajará conmigo hasta las puertas de la muerte? ¿Descenderemos juntos hasta el polvo?»
Job 18
Habla Bildad: Dios castiga a los malvados
Job 18:1
Segundo discurso de Bildad
Respondió entonces Bildad de Súah:
Job 18:2 «¿Cuándo pondrás fin a tanta palabrería? Entra en razón, y entonces hablaremos.
Job 18:3 ¿Por qué nos tratas como si fuéramos bestias? ¿Por qué nos consideras unos tontos?
Job 18:4 Es tal tu enojo que te desgarras el alma; ¡mas no por ti quedará desierta la tierra, ni se moverán de su lugar las rocas!
Job 18:5 »La lámpara del malvado se apagará; la llama de su fuego dejará de arder.
Job 18:6 Languidece la luz de su morada; la lámpara que lo alumbra se apagará.
Job 18:7 El vigor de sus pasos se irá debilitando; sus propios planes lo derribarán.
Job 18:8 Sus pies lo harán caer en una trampa, y entre sus redes quedará atrapado.
Job 18:9 Quedará sujeto por los tobillos; quedará atrapado por completo.
Job 18:10 Un lazo le espera escondido en el suelo; una trampa está tendida a su paso.
Job 18:11 El terror lo asalta por doquier, y anda tras sus pasos.
Job 18:12 La calamidad lo acosa sin descanso; el desastre no lo deja un solo instante.
Job 18:13 La enfermedad le carcome el cuerpo; la muerte le devora las manos y los pies.[a]
Job 18:14 Lejos de la seguridad de su morada, marcha ahora hacia el rey de los terrores.
Job 18:15 El fuego se ha apoderado de su carpa;[b] hay azufre ardiente esparcido en su morada.
Job 18:16 En el tronco, sus raíces se han secado; en la copa, sus ramas se marchitan.
Job 18:17 Borrada de la tierra ha sido su memoria; de su fama nada queda en el país.
Job 18:18 De la luz es lanzado a las tinieblas; ha sido expulsado de este mundo.
Job 18:19 No tiene entre su pueblo hijos ni parientes; nadie le sobrevive donde él habitó.
Job 18:20 Del oriente al occidente los pueblos se asombran de su suerte y se estremecen de terror.
Job 18:21 Así es la morada del malvado, el lugar del que no conoce a Dios.»
Job 19
Job responde: Mi Redentor vive
Job 19:1
Sexto discurso de Job
A esto, Job respondió:
Job 19:2 «¿Hasta cuándo van a estar atormentándome y aplastándome con sus palabras?
Job 19:3 Una y otra vez[a] me hacen reproches; descaradamente me atacan.
Job 19:4 Aun si fuera verdad que me he desviado, mis errores son asunto mío.
Job 19:5 Si quieren darse importancia a costa mía, y valerse de mi humillación para atacarme,
Job 19:6 sepan que es Dios quien me ha hecho daño, quien me ha atrapado en su red.
Job 19:7 »Aunque grito: “¡Violencia!”, no hallo respuesta; aunque pido ayuda, no se me hace justicia.
Job 19:8 Dios me ha cerrado el camino, y no puedo pasar; ha cubierto de oscuridad mis senderos.
Job 19:9 Me ha despojado de toda honra; de la cabeza me ha quitado la corona.
Job 19:10 Por todos lados me destroza, como a un árbol; me aniquila, y arranca de raíz mi esperanza.
Job 19:11 Su enojo se ha encendido contra mí; me cuenta entre sus enemigos.
Job 19:12 Sus tropas avanzan en tropel; levantan una rampa para asediarme; ¡acampan alrededor de mi carpa!
Job 19:13 »Hizo que mis hermanos me abandonaran; hasta mis amigos se han alejado de mí.
Job 19:14 Mis parientes y conocidos se distanciaron, me echaron al olvido.
Job 19:15 Mis huéspedes y mis criadas me ven como a un extraño, me miran como a un desconocido.
Job 19:16 Llamo a mi criado, y no me responde, aunque yo mismo se lo ruego.
Job 19:17 A mi esposa le da asco mi aliento; a mis hermanos[b] les resulto repugnante.
Job 19:18 Hasta los niños se burlan de mí; en cuanto me ven, me dan la espalda.[c]
Job 19:19 A todos mis amigos les resulto abominable; mis seres queridos se han vuelto contra mí.
Job 19:20 La piel y la carne se me pegan a los huesos; ¡a duras penas he salvado el pellejo![d]
Job 19:21 »¡Compadézcanse de mí, amigos míos; compadézcanse, que la mano de Dios me ha golpeado!
Job 19:22 ¿Por qué me acosan como Dios? ¿No les basta con desollarme vivo?[e]
Job 19:23 »¡Ah, si fueran grabadas mis palabras, si quedaran escritas en un libro!
Job 19:24 ¡Si para siempre quedaran sobre la roca, grabadas con cincel en una placa de plomo!
Job 19:25 Yo sé que mi redentor[f] vive, y que al final triunfará sobre la muerte.[g]
Job 19:26 Y cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos.[h]
Job 19:27 Yo mismo espero verlo; espero ser yo quien lo vea, y no otro. ¡Este anhelo me consume las entrañas!
Job 19:28 »Ustedes dicen: “Vamos a acosarlo, porque en él está la raíz del mal.”
Job 19:29 Pero cuídense de la espada, pues con ella viene la ira justiciera, para que sepan que hay un juez.»
Salmo 139
"Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón"
Sal 139:1
Al director musical. Salmo de David.
SEÑOR, tú me examinas, tú me conoces.
Sal 139:2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.
Sal 139:3 Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares.
Sal 139:4 No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, SEÑOR, ya la sabes toda.
Sal 139:5 Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.
Sal 139:6 Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo.
Sal 139:7 ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia?
Sal 139:8 Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.
Sal 139:9 Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar,
Sal 139:10 aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!
Sal 139:11 Y si dijera: «Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío»,
Sal 139:12 ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!
Sal 139:13 Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.
Sal 139:14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!
Sal 139:15 Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.
Sal 139:16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.
Sal 139:17 ¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
Sal 139:18 Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena. Y si terminara de hacerlo,[a] aún estaría a tu lado.
Sal 139:19 Oh Dios, ¡si les quitaras la vida a los impíos! ¡Si de mí se apartara la gente sanguinaria,
Sal 139:20 esos que con malicia te difaman y que en vano se rebelan contra ti![b]
Sal 139:21 ¿Acaso no aborrezco, SEÑOR, a los que te odian, y abomino a los que te rechazan?
Sal 139:22 El odio que les tengo es un odio implacable; ¡los cuento entre mis enemigos!
Sal 139:23 Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
Sal 139:24 Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.