Día 105
2 Reyes 15
Azarías rey de Judá
2Re 15:1
Azarías, rey de Judá
15:1-7—2Cr 26:3-4, 21-23
En el año veintisiete del reinado de Jeroboán, rey de Israel, Azarías hijo de Amasías, rey de Judá, ascendió al trono.
2Re 15:2 Tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén cincuenta y dos años. Su madre era Jecolías, oriunda de Jerusalén.
2Re 15:3 Azarías hizo lo que agrada al SEÑOR, pues en todo siguió el buen ejemplo de su padre Amasías;
2Re 15:4 pero no se quitaron los altares paganos, sino que el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.
2Re 15:5 Sin embargo, el SEÑOR castigó al rey con lepra hasta el día de su muerte. Y como el rey Azarías tuvo que vivir aislado en casa,[a] su hijo Jotán quedó a cargo del palacio y del gobierno del país.
2Re 15:6 Los demás acontecimientos del reinado de Azarías, y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
2Re 15:7 Azarías murió y fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Y su hijo Jotán lo sucedió en el trono.
Zacarías rey de Israel
2Re 15:8
Zacarías, rey de Israel
En el año treinta y ocho del reinado de Azarías, rey de Judá, Zacarías hijo de Jeroboán ascendió al trono de Israel, y reinó en Samaria seis meses.
2Re 15:9 Zacarías hizo lo que ofende al SEÑOR, como lo hicieron sus antepasados, pues no se apartó de los pecados con que Jeroboán hijo de Nabat hizo pecar a Israel.
2Re 15:10 Salún hijo de Jabés conspiró contra Zacarías. Lo atacó en Ibleam[b] y lo mató, usurpando así el trono.
2Re 15:11 Los demás acontecimientos del reinado de Zacarías están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
2Re 15:12 De este modo se cumplió la palabra que el SEÑOR le había dado a conocer a Jehú: «Durante cuatro generaciones tus descendientes ocuparán el trono de Israel.»[c]
Salum rey de Israel
2Re 15:13
Salún, rey de Israel
Salún hijo de Jabés ascendió al trono en el año treinta y nueve de Uzías, rey de Judá, y reinó en Samaria un mes.
2Re 15:14 Pero Menajem hijo de Gadí llegó de Tirsá a Samaria, y allí atacó a Salún hijo de Jabés y lo mató, usurpando así el trono.
2Re 15:15 Los demás acontecimientos del reinado de Salún, incluso su conspiración, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
2Re 15:16 Por aquel tiempo, Menajem atacó la ciudad de Tifsa. Como no le abrieron las puertas de la ciudad, mató a todos los que vivían allí y en los alrededores, comenzando por Tirsá, y les abrió el vientre a las mujeres embarazadas.
Manahem rey de Israel
2Re 15:17
Menajem, rey de Israel
En el año treinta y nueve del reinado de Azarías, rey de Judá, Menajem hijo de Gadí ascendió al trono de Israel, y reinó en Samaria diez años.
2Re 15:18 Pero hizo lo que ofende al SEÑOR, pues durante toda su vida jamás se apartó de los pecados con que Jeroboán hijo de Nabat hizo pecar a Israel.
2Re 15:19 Tiglat Piléser,[d] rey de Asiria, invadió el país, y Menajem le entregó treinta y tres mil kilos[e] de plata para ganarse su apoyo y mantenerse en el trono.
2Re 15:20 Menajem les exigió este dinero a los israelitas: todos los ricos tenían que pagarle al rey de Asiria medio kilo[f] de plata. Entonces el rey de Asiria se retiró y dejó de ocupar el país.
2Re 15:21 Los demás acontecimientos del reinado de Menajem, y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
2Re 15:22 Menajem murió, y su hijo Pecajías lo sucedió en el trono.
Pekaía rey de Israel
2Re 15:23
Pecajías, rey de Israel
En el año cincuenta de Azarías, rey de Judá, Pecajías hijo de Menajem ascendió al trono de Israel, y reinó en Samaria dos años.
2Re 15:24 Pero hizo lo que ofende al SEÑOR, pues no se apartó de los pecados con que Jeroboán hijo de Nabat hizo pecar a Israel.
2Re 15:25 Uno de sus oficiales, que se llamaba Pecaj hijo de Remalías, conspiró contra él. Apoyado por cincuenta galaaditas, atacó a Pecajías, a Argob y a Arié, en la torre del palacio real en Samaria. Así fue como lo mató y usurpó el trono.
2Re 15:26 Los demás acontecimientos del reinado de Pecajías, y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
Peka rey de Israel
2Re 15:27
Pecaj, rey de Israel
En el año cincuenta y dos del reinado de Azarías, rey de Judá, Pecaj hijo de Remalías ascendió al trono de Israel, y reinó en Samaria veinte años.
2Re 15:28 Pero hizo lo que ofende al SEÑOR, pues no se apartó de los pecados con que Jeroboán hijo de Nabat hizo pecar a Israel.
2Re 15:29 En tiempos de Pecaj, rey de Israel, Tiglat Piléser, rey de Asiria, invadió el país y conquistó Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad y Galilea, incluyendo todo el territorio de Neftalí; además, deportó a los habitantes a Asiria.
2Re 15:30 Entonces Oseas hijo de Elá conspiró contra Pecaj hijo de Remalías y lo atacó. Así fue como, en el año veinte de Jotán hijo de Uzías, lo mató y usurpó el trono.
2Re 15:31 Los demás acontecimientos del reinado de Pecaj, y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
Jotam rey de Judá
2Re 15:32
Jotán, rey de Judá
15:33-38—2Cr 27:1-4, 7-9
En el segundo año del reinado de Pecaj hijo de Remalías, rey de Israel, Jotán hijo de Uzías, rey de Judá, ascendió al trono.
2Re 15:33 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén dieciséis años. Su madre era Jerusa hija de Sadoc.
2Re 15:34 Jotán hizo lo que agrada al SEÑOR, pues en todo siguió el buen ejemplo de su padre Uzías.
2Re 15:35 Fue Jotán quien reconstruyó la puerta superior del templo del SEÑOR, pero no se quitaron los altares paganos, sino que el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.
2Re 15:36 Los demás acontecimientos del reinado de Jotán están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá.
2Re 15:37 Durante su reinado, el SEÑOR comenzó a enviar contra Judá a Rezín, rey de Siria, y a Pecaj hijo de Remalías.
2Re 15:38 Jotán murió y fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David, su antecesor. Y su hijo Acaz lo sucedió en el trono.
2 Reyes 16
Acaz rey de Judá
2Re 16:1
Acaz, rey de Judá
16:1-20—2Cr 28:1-27
En el año diecisiete del reinado de Pecaj hijo de Remalías, Acaz hijo de Jotán ascendió al trono.
2Re 16:2 Tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén dieciséis años. Pero a diferencia de su antepasado David, Acaz no hizo lo que agradaba al SEÑOR su Dios.
2Re 16:3 Al contrario, siguió el mal ejemplo de los reyes de Israel, y hasta sacrificó en el fuego a su hijo, según las repugnantes ceremonias de las naciones que el SEÑOR había expulsado delante de los israelitas.
2Re 16:4 También ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los santuarios paganos, en las colinas y bajo todo árbol frondoso.
2Re 16:5 En cierta ocasión, Rezín, rey de Siria, y Pecaj hijo de Remalías, rey de Israel, marcharon hacia Jerusalén para hacerle guerra a Acaz, y sitiaron la ciudad, pero no lograron tomarla.
2Re 16:6 Por aquel tiempo, Rezín, rey de Siria, había reconquistado la ciudad de Elat, desalojando a los de Judá que vivían allí. Posteriormente los edomitas se establecieron en Elat, y allí se han quedado hasta el día de hoy.
2Re 16:7 Acaz envió entonces mensajeros a Tiglat Piléser, rey de Asiria, con este mensaje: «Ya que soy tu servidor y vasallo,[a] ven y líbrame del poder del rey de Siria y del rey de Israel, que se han puesto en mi contra.»
2Re 16:8 Acaz también juntó la plata y el oro que había en el templo del SEÑOR y en el tesoro del palacio real, y se lo envió todo al rey de Asiria como un regalo.
2Re 16:9 El rey de Asiria, accediendo a su petición, lanzó un ataque contra Damasco y conquistó la ciudad. Luego deportó a sus habitantes a Quir, y mató a Rezín.
2Re 16:10 El rey Acaz fue entonces a Damasco para encontrarse con Tiglat Piléser, rey de Asiria. Cuando vio el altar que había en la ciudad, el rey Acaz le envió al sacerdote Urías un plano del altar, con un dibujo de todos los detalles.
2Re 16:11 Entonces Urías construyó un altar según las instrucciones que el rey Acaz le había enviado desde Damasco, y lo terminó antes de que el rey regresara.
2Re 16:12 Cuando éste llegó de Damasco y vio el altar, se acercó y presentó allí una ofrenda.
2Re 16:13 Ofreció el holocausto con la ofrenda, derramó su libación y roció sobre el altar la sangre de los sacrificios de comunión.
2Re 16:14 El altar de bronce, que estaba en la presencia del SEÑOR, lo retiró de la parte delantera del edificio y lo situó en el lado norte del nuevo altar, ya que ahora quedaba entre el nuevo altar y el templo del SEÑOR.
2Re 16:15 Luego le dio estas órdenes al sacerdote Urías: «Ofrece en este gran altar el holocausto matutino y la ofrenda vespertina, así como el holocausto y la ofrenda del rey, y también los holocaustos, las ofrendas y las libaciones del pueblo en general. Rocía sobre este altar la sangre de todos los holocaustos y sacrificios. Pero el altar de bronce lo usaré yo.»
2Re 16:16 Y el sacerdote Urías hizo todo lo que el rey Acaz le ordenó.
2Re 16:17 El rey desmontó los paneles de las bases y les quitó los lavamanos; además bajó la fuente[b] que estaba encima de los bueyes de bronce y la instaló sobre un enlosado de piedra;
2Re 16:18 y por deferencia al rey de Asiria, quitó del templo del SEÑOR el techado que se había construido allí para celebrar los sábados,[c] así como la entrada exterior para el rey.
2Re 16:19 Los demás acontecimientos del reinado de Acaz están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá.
2Re 16:20 Acaz murió y fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Y su hijo Ezequías lo sucedió en el trono.
2 Reyes 17
Oseas rey de Israel
2Re 17:1
Oseas, rey de Israel
17:3-7—2R 18:9-12
En el año duodécimo del reinado de Acaz, rey de Judá, Oseas hijo de Elá ascendió al trono de Israel, y reinó en Samaria nueve años.
2Re 17:2 Hizo lo que ofende al SEÑOR, aunque no tanto como los reyes de Israel que lo habían precedido.
2Re 17:3 Salmanasar, rey de Asiria, atacó a Oseas, lo hizo su vasallo y le impuso tributo.
2Re 17:4 Más tarde, el rey de Asiria descubrió que Oseas lo traicionaba, pues éste había enviado emisarios a So, rey de Egipto, y además había dejado de pagarle el tributo anual. Por eso el rey de Asiria mandó arrestarlo y lo metió en la cárcel.
2Re 17:5 Después invadió el país entero, marchó contra Samaria y sitió la ciudad durante tres años.
La caída de Israel
2Re 17:6 En el año noveno del reinado de Oseas, el rey de Asiria, después de conquistar Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, en Gozán (que está junto al río Jabor) y en las ciudades de los medos.
Exilio a causa de la idolatría
2Re 17:7
El pecado de Israel
Todo esto sucedió porque los israelitas habían pecado contra el SEÑOR su Dios, que los había sacado de Egipto, librándolos del poder del faraón, rey de Egipto. Adoraron a otros dioses
2Re 17:8 y siguieron las costumbres de las naciones que el SEÑOR había expulsado delante de ellos, como también las prácticas que introdujeron los reyes de Israel.
2Re 17:9 Además blasfemaron[a] contra el SEÑOR su Dios, y dondequiera que habitaban se construían altares paganos. Desde las torres de vigilancia hasta las ciudades fortificadas,
2Re 17:10 y en cada colina y bajo todo árbol frondoso, erigieron piedras sagradas e imágenes de la diosa Aserá;
2Re 17:11 y en todos los altares paganos quemaron incienso, siguiendo el ejemplo de las naciones que el SEÑOR había desterrado delante de ellos. Fueron tantas las maldades que cometieron, que provocaron la ira del SEÑOR.
2Re 17:12 Rindieron culto a los ídolos, aunque el SEÑOR se lo había prohibido categóricamente.
2Re 17:13 Por eso el SEÑOR les dio esta advertencia a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y videntes: «¡Vuélvanse de sus malos caminos! Cumplan mis mandamientos y decretos, y obedezcan todas las leyes que ordené a sus antepasados, y que les di a conocer a ustedes por medio de mis siervos los profetas.»
2Re 17:14 Con todo, no hicieron caso, sino que fueron tan tercos como lo habían sido sus antepasados, que no confiaron en el SEÑOR su Dios.
2Re 17:15 Rechazaron los decretos y las advertencias del SEÑOR, y el pacto que él había hecho con sus antepasados. Se fueron tras ídolos inútiles, de modo que se volvieron inútiles ellos mismos; y aunque el SEÑOR lo había prohibido, siguieron las costumbres de las naciones vecinas.
2Re 17:16 Abandonaron todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, y se hicieron dos ídolos fundidos en forma de becerro y una imagen de la diosa Aserá. Se postraron ante todos los astros del cielo, y adoraron a Baal;
2Re 17:17 sacrificaron en el fuego a sus hijos e hijas; practicaron la adivinación y la hechicería; en fin, se entregaron a hacer lo que ofende al SEÑOR, provocando así su ira.
2Re 17:18 Por lo tanto, el SEÑOR se enojó mucho contra Israel y lo arrojó de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá.
2Re 17:19 Pero aun Judá dejó de cumplir los mandatos del SEÑOR su Dios, y siguió las costumbres que introdujo Israel.
2Re 17:20 Por eso el SEÑOR rechazó a todos los israelitas: los afligió y los entregó en manos de invasores, y acabó por arrojarlos de su presencia.
2Re 17:21 Cuando el SEÑOR arrancó de la familia de David a los israelitas, éstos hicieron rey a Jeroboán hijo de Nabat. Jeroboán, por su parte, los alejó del camino del SEÑOR y los hizo cometer un gran pecado.
2Re 17:22 De hecho, los israelitas imitaron todos los pecados de Jeroboán y no se apartaron de ellos.
2Re 17:23 Finalmente, el SEÑOR arrojó a Israel de su presencia, tal como lo había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Así, pues, fueron desterrados y llevados cautivos a Asiria, donde hasta el día de hoy se han quedado.
Asiria repuebla Samaria
2Re 17:24
Repoblación de Samaria
Para reemplazar a los israelitas en los poblados de Samaria, el rey de Asiria trajo gente de Babilonia, Cuta, Ava, Jamat y Sefarvayin. Éstos tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus poblados.
2Re 17:25 Al principio, cuando se establecieron, no adoraban al SEÑOR, de modo que el SEÑOR les envió leones que causaron estragos en la población.
2Re 17:26 Entonces le dieron este informe al rey de Asiria: «La gente que Su Majestad deportó y estableció en los poblados de Samaria no sabe lo que requiere el dios de ese país. Por esta razón, él les ha enviado leones, para que los maten.»
2Re 17:27 El rey de Asiria dio esta orden: «Hagan que regrese a vivir en Samaria uno de los sacerdotes que ustedes capturaron allí, y que le enseñe a la población lo que requiere el dios de ese país.»
2Re 17:28 Así que uno de los sacerdotes que habían sido deportados de Samaria fue a vivir a Betel y comenzó a enseñarles cómo adorar al SEÑOR.
2Re 17:29 Sin embargo, todos esos pueblos se fabricaron sus propios dioses en las ciudades donde vivían, y los colocaron en los altares paganos que habían construido los samaritanos.
2Re 17:30 Los de Babilonia hicieron al dios Sucot Benot; los de Cuta, a Nergal; los de Jamat, a Asimá,
2Re 17:31 y los de Ava, a Nibjaz y a Tartac. Los de Sefarvayin quemaban a sus hijos como sacrificio a Adramélec y a Anamélec, dioses de Sefarvayin;
2Re 17:32 adoraban también al SEÑOR, pero de entre ellos mismos nombraron sacerdotes a toda clase de gente para que oficiaran en los altares paganos.
2Re 17:33 Aunque adoraban al SEÑOR, servían también a sus propios dioses, según las costumbres de las naciones de donde habían sido deportados.
2Re 17:34 Hasta el día de hoy persisten en sus antiguas costumbres. No adoran al SEÑOR ni actúan según sus decretos y sus normas, ni según la ley y el mandamiento que el SEÑOR ordenó a los descendientes de Jacob, a quien le dio el nombre de Israel.
2Re 17:35 Cuando el SEÑOR hizo un pacto con los israelitas, les ordenó: «No adoren a otros dioses ni se inclinen delante de ellos; no les sirvan ni les ofrezcan sacrificios.
2Re 17:36 Adoren sólo al SEÑOR, que los sacó de Egipto con gran despliegue de fuerza y poder. Es a él a quien deben adorar y ofrecerle sacrificios.
2Re 17:37 Tengan cuidado de cumplir siempre los decretos y ordenanzas, leyes y mandamientos que él les dio por escrito. No adoren a otros dioses.
2Re 17:38 No olviden el pacto que él ha hecho con ustedes. Por tanto, no adoren a otros dioses,
2Re 17:39 sino sólo al SEÑOR su Dios. Y él los librará del poder de sus enemigos.»
2Re 17:40 Sin embargo, no hicieron caso, sino que persistieron en sus antiguas costumbres.
2Re 17:41 Aquellos pueblos adoraban al SEÑOR, y al mismo tiempo servían a sus propios ídolos. Hasta el día de hoy sus hijos y sus descendientes siguen actuando como sus antepasados.
Salmo 105
Hablad de todas sus maravillas
Sal 105:1
Den gracias al SEÑOR, invoquen su nombre; den a conocer sus obras entre las naciones.
Sal 105:2 Cántenle, entónenle salmos; hablen de todas sus maravillas.
Sal 105:3 Siéntanse orgullosos de su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.
Sal 105:4 Recurran al SEÑOR y a su fuerza; busquen siempre su rostro.
Sal 105:5 Recuerden las maravillas que ha realizado, sus señales, y los decretos que ha emitido.
Sal 105:6 ¡Ustedes, descendientes de Abraham su siervo! ¡Ustedes, hijos de Jacob, elegidos suyos!
Sal 105:7 Él es el SEÑOR, nuestro Dios; en toda la tierra están sus decretos.
Sal 105:8 Él siempre tiene presente su pacto, la palabra que ordenó para mil generaciones.
Sal 105:9 Es el pacto que hizo con Abraham, el juramento que le hizo a Isaac.
Sal 105:10 Se lo confirmó a Jacob como un decreto, a Israel como un pacto eterno,
Sal 105:11 cuando dijo: «Te daré la tierra de Canaán como la herencia que te toca.»
Sal 105:12 Aun cuando eran pocos en número, unos cuantos extranjeros en la tierra
Sal 105:13 que andaban siempre de nación en nación y de reino en reino,
Sal 105:14 a nadie permitió que los oprimiera, sino que por ellos reprendió a los reyes:
Sal 105:15 «No toquen a mis ungidos; no hagan daño a mis profetas.»
Sal 105:16 Dios provocó hambre en la tierra y destruyó todos sus trigales.[a]
Sal 105:17 Pero envió delante de ellos a un hombre: a José, vendido como esclavo.
Sal 105:18 Le sujetaron los pies con grilletes, entre hierros le aprisionaron el cuello,
Sal 105:19 hasta que se cumplió lo que él predijo y la palabra del SEÑOR probó que él era veraz.
Sal 105:20 El rey ordenó ponerlo en libertad, el gobernante de los pueblos lo dejó libre.
Sal 105:21 Le dio autoridad sobre toda su casa y lo puso a cargo de cuanto poseía,
Sal 105:22 con pleno poder para instruir[b] a sus príncipes e impartir sabiduría a sus ancianos.
Sal 105:23 Entonces Israel vino a Egipto; Jacob fue extranjero en el país de Cam.
Sal 105:24 El SEÑOR hizo que su pueblo se multiplicara; lo hizo más numeroso que sus adversarios,
Sal 105:25 a quienes trastornó para que odiaran a su pueblo y se confabularan contra sus siervos.
Sal 105:26 Envió a su siervo Moisés, y a Aarón, a quien había escogido,
Sal 105:27 y éstos hicieron señales milagrosas entre ellos, ¡maravillas en el país de Cam!
Sal 105:28 Envió tinieblas, y la tierra se oscureció, pero ellos no atendieron[c] a sus palabras.
Sal 105:29 Convirtió en sangre sus aguas y causó la muerte de sus peces.
Sal 105:30 Todo Egipto[d] se infestó de ranas, ¡hasta las habitaciones de sus reyes!
Sal 105:31 Habló Dios, e invadieron todo el país enjambres de moscas y mosquitos.
Sal 105:32 Convirtió la lluvia en granizo, y lanzó relámpagos sobre su tierra;
Sal 105:33 derribó sus vides y sus higueras, y en todo el país hizo astillas los árboles.
Sal 105:34 Dio una orden, y llegaron las langostas, ¡infinidad de saltamontes!
Sal 105:35 Arrasaron con toda la vegetación del país, devoraron los frutos de sus campos.
Sal 105:36 Hirió de muerte a todos los primogénitos del país, a las primicias de sus descendientes.
Sal 105:37 Sacó a los israelitas cargados de oro y plata, y no hubo entre sus tribus nadie que tropezara.
Sal 105:38 Los egipcios se alegraron de su partida, pues el miedo a los israelitas los dominaba.
Sal 105:39 El SEÑOR les dio sombra con una nube, y con fuego los alumbró de noche.
Sal 105:40 Pidió el pueblo comida, y les envió codornices; los sació con pan del cielo.
Sal 105:41 Abrió la roca, y brotó agua que corrió por el desierto como un río.
Sal 105:42 Ciertamente Dios se acordó de su santa promesa, la que hizo a su siervo Abraham.
Sal 105:43 Sacó a su pueblo, a sus escogidos, en medio de gran alegría y de gritos jubilosos.
Sal 105:44 Les entregó las tierras que poseían las naciones; heredaron el fruto del trabajo de otros pueblos
Sal 105:45 para que ellos observaran sus preceptos y pusieran en práctica sus leyes. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!