Día 192
Ezequiel 22
Derramamiento de sangre de Israel
Eze 22:1
Los pecados de Jerusalén
El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 22:2 «Tú, hijo de hombre, juzga a la ciudad sanguinaria; denúnciala por todas sus prácticas detestables.
Eze 22:3 Adviértele que así dice el SEÑOR omnipotente: “¡Ay de ti, ciudad que derramas sangre en tus calles, y te contaminas fabricando ídolos malolientes! ¡Cómo provocas tu ruina!
Eze 22:4 Te has hecho culpable por la sangre que has derramado, te has contaminado con los ídolos malolientes que has fabricado; has hecho que se avecine tu hora, ¡has llegado al final de tus años! Por eso te haré objeto de oprobio y de burla entre las naciones y los pueblos.
Eze 22:5 Ciudad caótica y de mala fama, ¡gente de cerca y de lejos se burlará de ti!
Eze 22:6 Mira, ahí tienes a los gobernadores de Israel, que en tus calles abusan del poder sólo para derramar sangre.
Eze 22:7 Tus habitantes tratan con desprecio a su padre y a su madre, oprimen al extranjero, explotan al huérfano y a la viuda.
Eze 22:8 Menosprecian mis objetos sagrados, profanan mis sábados.
Eze 22:9 En ti habita gente que con sus calumnias incita a derramar sangre; gente que come en los santuarios de los montes y que hace cosas detestables.
Eze 22:10 Hay quienes deshonran la cama de su padre y obligan a la mujer a tener relaciones en su período de menstruación.
Eze 22:11 Algunos cometen adulterio con la mujer de su prójimo, otros tienen relaciones vergonzosas con sus nueras, y hasta hay quienes violan a su hermana, ¡a la hija de su propio padre!
Eze 22:12 También hay entre los tuyos quienes aceptan soborno para derramar sangre. Tú practicas la usura y cobras altísimos intereses; extorsionas a tu prójimo y te olvidas de mí. Lo afirma el SEÑOR.
Eze 22:13 » ” Pero yo voy a batir palmas en contra de las ganancias injustas que has acumulado, y en contra de la sangre que se ha derramado en tus calles.
Eze 22:14 Y cuando yo te haga frente, ¿podrá resistir tu corazón, y tendrán fuerza tus manos? Yo, el SEÑOR, lo he dicho, y lo cumpliré.
Eze 22:15 Te dispersaré entre las naciones, te esparciré entre los pueblos, y pondré fin a tu inmundicia.
Eze 22:16 Serás una deshonra frente a las naciones, pero sabrás que yo soy el SEÑOR.” »
Eze 22:17 El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 22:18 «Hijo de hombre, todo el pueblo de Israel se ha vuelto para mí como la escoria del cobre y del estaño, del hierro y del plomo, que se queda en el horno. ¡Son como la escoria de la plata!
Eze 22:19 Por eso, así dice el SEÑOR omnipotente: “Como todos ustedes se han convertido en escoria, los voy a reunir en medio de Jerusalén.
Eze 22:20 Así como la plata, el cobre, el hierro, el plomo y el estaño se juntan y se echan en el horno, y se atiza el fuego para fundirlos, así también yo, en mi ira, los juntaré a ustedes y los fundiré.
Eze 22:21 Los amontonaré y atizaré contra ustedes el fuego de mi ira, y los fundiré en medio de la ciudad.
Eze 22:22 Así como se funde la plata en medio del horno, así serán fundidos ustedes en medio de la ciudad, y sabrán que yo, el SEÑOR, he derramado mi ira contra ustedes.” »
Eze 22:23 El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 22:24 «Hijo de hombre, dile a Israel: “Tú eres una tierra que no ha sido purificada ni mojada por la lluvia en el día de la ira.”
Eze 22:25 Como leones rugientes que despedazan a la presa, hay una conspiración de profetas que devoran a la gente, que se apoderan de las riquezas y de los objetos de valor, y que aumentan el número de viudas.
Eze 22:26 Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis objetos sagrados. Ellos no hacen distinción entre lo sagrado y lo profano, ni enseñan a otros la diferencia entre lo puro y lo impuro. Tampoco le prestan atención a mis sábados, y he sido profanado entre ellos.
Eze 22:27 Los jefes de la ciudad son como lobos que desgarran a su presa; siempre están listos a derramar sangre y a destruir vidas, con tal de lograr ganancias injustas.
Eze 22:28 Los profetas todo lo blanquean[a] mediante visiones falsas y predicciones mentirosas. Alegan que lo ha dicho el SEÑOR omnipotente, cuando en realidad el SEÑOR no les ha dicho nada.
Eze 22:29 Los terratenientes roban y extorsionan a la gente, explotan al indigente y al pobre, y maltratan injustamente al extranjero.
Eze 22:30 Yo he buscado entre ellos a alguien que se interponga entre mi pueblo y yo, y saque la cara por él[b] para que yo no lo destruya. ¡Y no lo he hallado!
Eze 22:31 Por eso derramaré mi ira sobre ellos; los consumiré con el fuego de mi ira, y haré recaer sobre ellos todo el mal que han hecho. Lo afirma el SEÑOR omnipotente.»
Ezequiel 23
Ahola y Aholiba
Eze 23:1
Las dos hermanas adúlteras
El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 23:2 «Hijo de hombre, te cuento que había dos mujeres, hijas de una misma madre.
Eze 23:3 Desde jóvenes se dejaron manosear los senos; en Egipto se prostituyeron y dejaron que les acariciaran sus pechos virginales.
Eze 23:4 La mayor se llamaba Aholá, y la menor, Aholibá. Me uní a ellas, y me dieron hijos e hijas. (Aholá representa a Samaria, y su hermana Aholibá, a Jerusalén.)
Eze 23:5 Mientras Aholá me pertenecía, me fue infiel y se enamoró perdidamente de sus amantes los asirios,
Eze 23:6 todos ellos guerreros vestidos de púrpura, gobernadores y oficiales, jóvenes apuestos y hábiles jinetes.
Eze 23:7 Como una prostituta, se entregó a lo mejor de los asirios; se contaminó con todos los ídolos malolientes que pertenecían a sus amantes.
Eze 23:8 Jamás abandonó la prostitución que había comenzado a practicar en Egipto. Desde su juventud, fueron muchos los que se acostaron con ella; fueron muchos los que acariciaron sus pechos virginales y se apasionaron con ella.
Eze 23:9 Por eso la entregué en manos de sus amantes, los asirios, con quienes ella se apasionó.
Eze 23:10 Y ellos la desnudaron, le quitaron sus hijos y sus hijas, y a ella la mataron a filo de espada. Fue tal el castigo que ella recibió, que su caso se volvió una advertencia para las mujeres.
Eze 23:11 »Aunque su hermana Aholibá vio esto, dio rienda suelta a sus pasiones y se prostituyó aún más que su hermana.
Eze 23:12 Ella también se enamoró perdidamente de los asirios, todos ellos gobernadores y oficiales, guerreros vestidos con mucho lujo, hábiles jinetes, y jóvenes muy apuestos.
Eze 23:13 Yo pude darme cuenta de que ella se había contaminado y seguido el ejemplo de su hermana.
Eze 23:14 Pero Aholibá llevó más allá sus prostituciones. Vio en la pared figuras de caldeos pintadas de rojo,
Eze 23:15 con cinturones y amplios turbantes en la cabeza. Todos ellos tenían aspecto de oficiales, y se parecían a los babilonios originarios de Caldea.
Eze 23:16 Al verlos, se enamoró de ellos perdidamente y envió mensajeros a Caldea.
Eze 23:17 Los babilonios vinieron y se acostaron con ella en el lecho de sus pasiones. A tal punto la contaminaron con sus prostituciones que se hastió de ellos.
Eze 23:18 Pero exhibiendo su desnudez, practicó con descaro la prostitución. Entonces me hastié de ella, como antes me había hastiado de su hermana.
Eze 23:19 Pero ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud cuando en Egipto había sido una prostituta.
Eze 23:20 Allí se había enamorado perdidamente de sus amantes, cuyos genitales eran como los de un asno y su semen como el de un caballo.
Eze 23:21 Así echó de menos la lujuria de su juventud, cuando los egipcios le manoseaban los senos y le acariciaban sus pechos virginales.
Eze 23:22 »Por eso, Aholibá, así dice el SEÑOR omnipotente: “Voy a incitar contra ti a tus amantes, de los que ahora estás hastiada. De todas partes traeré contra ti
Eze 23:23 a los babilonios y a todos los caldeos, a los de Pecod, Soa y Coa, y con ellos a los asirios, todos ellos jóvenes apuestos, gobernantes y oficiales, guerreros y hombres distinguidos, montados a caballo.
Eze 23:24 Vendrán contra ti con muchos carros y carretas, y con una multitud de ejércitos, cascos y escudos. Les encargaré que te juzguen, y te juzgarán según sus costumbres.
Eze 23:25 Descargaré sobre ti el furor de mi ira, y ellos te maltratarán con saña. Te cortarán la nariz y las orejas, y a tus sobrevivientes los matarán a filo de espada. Te arrebatarán a tus hijos y a tus hijas, y los que aún queden con vida serán consumidos por el fuego.
Eze 23:26 Te arrancarán tus vestidos y te quitarán tus joyas.
Eze 23:27 Así pondré fin a tu lujuria y a tu prostitución, que comenzaste en Egipto. Ya no desearás esas cosas ni te acordarás más de Egipto.
Eze 23:28 » ” Así dice el SEÑOR omnipotente: Voy a entregarte en manos de los que odias, en manos de quienes te hartaron.
Eze 23:29 Ellos te tratarán con odio y te despojarán de todas tus posesiones. Te dejarán completamente desnuda, y tus prostituciones quedarán al descubierto. Tu lujuria y tu promiscuidad
Eze 23:30 son la causa de todo esto, porque te prostituiste con las naciones y te contaminaste con sus ídolos malolientes.
Eze 23:31 Por cuanto has seguido los pasos de tu hermana, en castigo beberás la misma copa.
Eze 23:32 » ” Así dice el SEÑOR omnipotente: » ” Beberás la copa de tu hermana, una copa grande y profunda. Llena está de burla y escarnio,
Eze 23:33 llena de embriaguez y dolor. Es la copa de ruina y desolación; ¡es la copa de tu hermana Samaria!
Eze 23:34 La beberás hasta las heces, la romperás en mil pedazos, y te desgarrarás los pechos porque yo lo he dicho. Lo afirma el SEÑOR omnipotente.
Eze 23:35 » ” Por eso, así dice el SEÑOR omnipotente: Por cuanto me has olvidado y me has dado la espalda, sufrirás las consecuencias de tu lujuria y de tus prostituciones.” »
Eze 23:36 El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, ¿acaso no juzgarás a Aholá y a Aholibá? ¡Échales en cara sus actos detestables!
Eze 23:37 Ellas han cometido adulterio, y tienen las manos manchadas de sangre. Han cometido adulterio con sus ídolos malolientes, han sacrificado a los hijos que me dieron, y los han ofrecido como alimento a esos ídolos.
Eze 23:38 Además, me han ofendido contaminando mi santuario y, a la vez, profanando mis sábados.
Eze 23:39 El mismo día que sacrificaron a sus hijos para adorar a sus ídolos malolientes, entraron a mi santuario y lo profanaron. ¡Y lo hicieron en mi propia casa!
Eze 23:40 »Y por si fuera poco, mandaron traer gente de muy lejos. Cuando esa gente llegó, ellas se bañaron, se pintaron los ojos y se adornaron con joyas;
Eze 23:41 luego se sentaron en un diván lujoso, frente a una mesa donde previamente habían colocado el incienso y el aceite que me pertenecen.
Eze 23:42 Podía escucharse el bullicio de una multitud: eran los sabeos, que venían del desierto. Adornaron a las mujeres poniéndoles brazaletes en los brazos y hermosas coronas sobre la cabeza.
Eze 23:43 Pensé entonces en esa mujer desgastada por sus adulterios: “Ahora van a seguir aprovechándose de esa mujer prostituida.”
Eze 23:44 Y se acostaron con ella como quien se acuesta con una prostituta. Fue así como se acostaron con esas mujeres lascivas llamadas Aholá y Aholibá.
Eze 23:45 Pero los hombres justos les darán el castigo que merecen las mujeres asesinas y adúlteras, ¡porque son unas adúlteras, y tienen las manos manchadas de sangre!
Eze 23:46 »En efecto, así dice el SEÑOR: ¡Que se convoque a una multitud contra ellas, y que sean entregadas al terror y al saqueo!
Eze 23:47 ¡Que la multitud las apedree y las despedace con la espada! ¡Que maten a sus hijos y a sus hijas, y les prendan fuego a sus casas!
Eze 23:48 Yo pondré fin en el país a esta conducta llena de lascivia. Todas las mujeres quedarán advertidas y no seguirán su ejemplo.
Eze 23:49 Sobre estas dos hermanas recaerá su propia lascivia, y pagarán las consecuencias de sus pecados de idolatría. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR omnipotente.»
Ezequiel 24
El asedio de Jerusalén
Eze 24:1
La olla hirviente
El día diez del mes décimo del año noveno, el SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 24:2 «Hijo de hombre, anota la fecha de hoy, de este mismo día, porque el rey de Babilonia se ha puesto en marcha contra Jerusalén.
Eze 24:3 Cuéntale una parábola a este pueblo rebelde, y adviértele que así dice el SEÑOR omnipotente: »“Coloca la olla sobre el fuego y échale agua.
Eze 24:4 Agrégale pedazos de carne, los mejores trozos de pata y de lomo, y lo mejor de los huesos.
Eze 24:5 Toma luego la oveja más gorda y amontona leña debajo de ella, para que hierva bien el agua y se cuezan bien los huesos.
Eze 24:6 » ” Porque el SEÑOR omnipotente dice: » ”¡Ay de la ciudad sanguinaria! ¡Ay de esa olla herrumbrada, cuya herrumbre no se puede quitar! Saca uno a uno los trozos de carne, tal como vayan saliendo.[a]
Eze 24:7 La ciudad está empapada en su sangre, pues ella la derramó sobre la roca desnuda; no la derramó por el suelo, para impedir que el polvo la cubriera.
Eze 24:8 Sobre la roca desnuda he vertido su sangre, para que no quede cubierta. Así haré que se encienda mi ira, y daré lugar a mi venganza.
Eze 24:9 » ” Porque así dice el SEÑOR omnipotente: » ”¡Ay de la ciudad sanguinaria! Yo también amontonaré la leña.
Eze 24:10 ¡Vamos, apilen la leña y enciendan el fuego! ¡Cocinen la carne y preparen las especias, y que se quemen bien los huesos!
Eze 24:11 ¡Pongan la olla vacía sobre las brasas, hasta que el bronce esté al rojo vivo! ¡Que se fundan en ella sus impurezas, y se consuma su herrumbre!
Eze 24:12 ¡Aunque esa olla está tan oxidada que ya ni con fuego se purifica![b]
Eze 24:13 » ” Jerusalén, yo he querido purificarte de tu infame lujuria, pero no has dejado que te purifique. Por eso, no quedarás limpia hasta que se apacigüe mi ira contra ti.
Eze 24:14 Yo, el SEÑOR, lo he dicho, y lo cumpliré. Yo mismo actuaré, y no me voy a retractar. No tendré compasión ni me arrepentiré. Te juzgaré conforme a tu conducta y a tus acciones. Lo afirma el SEÑOR omnipotente.” »
Muere la esposa de Ezequiel
Eze 24:15
Muerte de la esposa de Ezequiel
El SEÑOR me dirigió la palabra:
Eze 24:16 «Hijo de hombre, voy a quitarte de golpe la mujer que te deleita la vista. Pero no llores ni hagas lamentos, ni dejes tampoco que te corran las lágrimas.
Eze 24:17 Gime en silencio y no hagas duelo por los muertos. Átate el turbante, cálzate los pies, y no te cubras la barba ni comas el pan de duelo.»
Eze 24:18 Por la mañana le hablé al pueblo, y por la tarde murió mi esposa. A la mañana siguiente hice lo que se me había ordenado.
Eze 24:19 La gente del pueblo me preguntó: «¿No nos vas a explicar qué significado tiene para nosotros lo que estás haciendo?»
Eze 24:20 Yo les contesté: «El SEÑOR me dirigió la palabra y me ordenó
Eze 24:21 advertirle al pueblo de Israel que así dice el SEÑOR omnipotente: “Voy a profanar mi santuario, orgullo de su fortaleza, el templo que les deleita la vista y en el que depositan su afecto. Los hijos y las hijas que ustedes dejaron morirán a filo de espada,
Eze 24:22 y ustedes harán lo mismo que yo: no se cubrirán la barba ni comerán el pan de duelo.
Eze 24:23 Llevarán el turbante sobre la cabeza y se calzarán los pies. No llorarán ni harán lamentos, sino que se pudrirán a causa de sus pecados y gemirán unos con otros.
Eze 24:24 Ezequiel les servirá de señal, y ustedes harán lo mismo que él hizo. Cuando esto suceda, sabrán que yo soy el SEÑOR omnipotente.”
Eze 24:25 »Y tú, hijo de hombre, el día en que yo les quite su fortaleza, su alegría y su gozo, el templo que les deleita la vista, el deseo de su corazón, y a sus hijos e hijas,
Eze 24:26 vendrá un fugitivo a comunicarte la noticia.
Eze 24:27 Ese mismo día se te soltará la lengua y dejarás de estar mudo. Entonces podrás hablar con el fugitivo; servirás de señal para ellos, y sabrán que yo soy el SEÑOR.»
Salmo 37
No desampara a sus santos
Sal 37:1
Salmo de David.
Álef
No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias;
Sal 37:2 porque pronto se marchitan, como la hierba; pronto se secan, como el verdor del pasto.
Sal 37:3
Bet
Confía en el SEÑOR y haz el bien; establécete en la tierra y manténte fiel
Sal 37:4 Deléitate en el SEÑOR, y él te concederá los deseos de tu corazón.
Sal 37:5
Guímel
Encomienda al SEÑOR tu camino; confía en él, y él actuará
Sal 37:6 Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía.
Sal 37:7
Dálet
Guarda silencio ante el SEÑOR, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados.
Sal 37:8
He
Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal
Sal 37:9 Porque los impíos serán exterminados, pero los que esperan en el SEÑOR heredarán la tierra.
Sal 37:10
Vav
Dentro de poco los malvados dejarán de existir; por más que los busques, no los encontrarás
Sal 37:11 Pero los desposeídos heredarán la tierra y disfrutarán de gran bienestar.
Sal 37:12
Zayin
Los malvados conspiran contra los justos y crujen los dientes contra ellos;
Sal 37:13 pero el Señor se ríe de los malvados, pues sabe que les llegará su hora.
Sal 37:14
Jet
Los malvados sacan la espada y tensan el arco para abatir al pobre y al necesitado, para matar a los que viven con rectitud
Sal 37:15 Pero su propia espada les atravesará el corazón, y su arco quedará hecho pedazos.
Sal 37:16
Tet
Más vale lo poco de un justo que lo mucho de innumerables malvados;
Sal 37:17 porque el brazo de los impíos será quebrado, pero el SEÑOR sostendrá a los justos.
Sal 37:18
Yod
El SEÑOR protege la vida de los íntegros, y su herencia perdura por siempre
Sal 37:19 En tiempos difíciles serán prosperados; en épocas de hambre tendrán abundancia.
Sal 37:20
Caf
Los malvados, los enemigos del SEÑOR, acabarán por ser destruidos; desaparecerán como las flores silvestres, se desvanecerán como el humo.
Sal 37:21
Lámed
Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad
Sal 37:22 Los benditos del SEÑOR heredarán la tierra, pero los que él maldice serán destruidos.
Sal 37:23
Mem
El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir;
Sal 37:24 podrá tropezar, pero no caerá, porque el SEÑOR lo sostiene de la mano.
Sal 37:25
Nun
He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus hijos mendiguen pan
Sal 37:26 Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición.
Sal 37:27
Sámej
Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás dónde vivir
Sal 37:28 Porque el SEÑOR ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles. El SEÑOR los protegerá para siempre, pero acabará con la descendencia de los malvados.
Sal 37:29
Ayin
Los justos heredarán la tierra, y por siempre vivirán en ella.
Sal 37:30
Pe
La boca del justo imparte sabiduría, y su lengua emite justicia
Sal 37:31 La ley de Dios está en su corazón, y sus pies jamás resbalan.
Sal 37:32
Tsade
Los malvados acechan a los justos con la intención de matarlos,
Sal 37:33 pero el SEÑOR no los dejará caer en sus manos ni permitirá que los condenen en el juicio.
Sal 37:34
Qof
Pero tú, espera en el SEÑOR, y vive según su voluntad, que él te exaltará para que heredes la tierra. Cuando los malvados sean destruidos, tú lo verás con tus propios ojos.
Sal 37:35
Resh
He visto al déspota y malvado extenderse como cedro frondoso
Sal 37:36 Pero pasó al olvido y dejó de existir; lo busqué, y ya no pude encontrarlo.
Sal 37:37
Shin
Observa a los que son íntegros y rectos: hay porvenir para quien busca la paz
Sal 37:38 Pero todos los pecadores serán destruidos; el porvenir de los malvados será el exterminio.
Sal 37:39
Tav
La salvación de los justos viene del SEÑOR; él es su fortaleza en tiempos de angustia
Sal 37:40 El SEÑOR los ayuda y los libra; los libra de los malvados y los salva, porque en él ponen su confianza.