Día 114

El Concilio Divino

¿Qué es eso del concilio divino? Bueno, para empezar, ¡no está en la tierra! Esta frase bíblica describe el concepto de poderes espiritual es que Dios creó para tener autoridad junto a los humanos ... hasta que todos se rebelan y crean problemas enormes que solo Jesús puede resolver. Profundizamos en todo esto y más en el episodio tres de nuestra serie Seres espirituales.

08 Los Profetas Antes del Exilio

109 - 110 - 111 - 112 - 113 - 114 - 115 - 116 - 117 - 118 - 119 - 120 - 121 - 122 - 123 - 124 - 125 - 126 - 127 - 128 - 129 - 130 - 131 - 132 - 133 - 134 - 135 - 136 - 137 - 138 - 139

Isaías 23

Profecía contra Tiro y Sidón.

Isa 23:1

Profecía contra Tiro

Profecía contra Tiro: ¡Giman, barcos de Tarsis!, porque destruidas están su casa y su puerto. Desde la tierra de Chipre les ha llegado la noticia.

Isa 23:2 ¡Callen, habitantes de la costa, comerciantes de Sidón, ciudad que han enriquecido los marinos!

Isa 23:3 Sobre las grandes aguas llegó el grano de Sijor; Tiro se volvió el centro comercial de las naciones; la cosecha del Nilo le aportaba ganancias.

Isa 23:4 Avergüénzate, Sidón, fortaleza del mar, porque el mar ha dicho: «No he estado con dolores de parto ni he dado a luz; no he criado hijos ni educado hijas.»

Isa 23:5 Cuando la noticia llegue a Egipto, lo que se diga de Tiro los angustiará.

Isa 23:6 Pasen a Tarsis; giman, habitantes de la costa.

Isa 23:7 ¿Es ésta su ciudad alegre, la ciudad tan antigua, cuyos pies la han llevado a establecerse en tierras lejanas?

Isa 23:8 ¿Quién planeó esto contra Tiro, la ciudad que confiere coronas, cuyos comerciantes son príncipes, y sus negociantes reconocidos en la tierra?

Isa 23:9 Lo planeó el SEÑOR Todopoderoso para abatir la altivez de toda gloria y humillar a toda la gente importante de la tierra.

Isa 23:10 Hija de Tarsis, cultiva[a] tu tierra como en el Nilo, porque tu puerto ya no existe.

Isa 23:11 El SEÑOR ha extendido su mano sobre el mar y ha puesto a temblar a los reinos, ha ordenado destruir las fortalezas de Canaán.

Isa 23:12 Él dijo: «¡Virgen violentada, hija de Sidón: no volverás a alegrarte! »Levántate y cruza hasta Chipre; ¡ni siquiera allí encontrarás descanso!»

Isa 23:13 ¡Mira la tierra de los caldeos! ¡Ese pueblo ya no existe! Asiria la ha convertido en refugio de las fieras del desierto; levantaron torres de asalto, demolieron sus fortalezas y las convirtieron en ruinas.

Isa 23:14 ¡Giman, barcos de Tarsis, porque destruida está su fortaleza!

Isa 23:15 En aquel tiempo Tiro será olvidada durante setenta años, que es lo que vive un rey. Pero al cabo de esos setenta años le sucederá a Tiro lo que dice la canción de la prostituta:

Isa 23:16 «Tú, prostituta olvidada, toma un arpa y recorre la ciudad; toca lo mejor que puedas, y canta muchas canciones, para que te recuerden.»

Isa 23:17 Al cabo de setenta años, el SEÑOR se ocupará de Tiro, la cual volverá a venderse y prostituirse con todos los reinos de la tierra.

Isa 23:18 Pero sus ingresos y ganancias se consagrarán al SEÑOR; no serán almacenados ni atesorados. Sus ganancias serán para los que habitan en presencia del SEÑOR, para que se alimenten en abundancia y se vistan con ropas finas.

Isaías 24

Juicio sobre toda la tierra

Isa 24:1

Juicio universal

Miren, el SEÑOR arrasa la tierra y la devasta, trastorna su faz y dispersa a sus habitantes.

Isa 24:2 Lo mismo les pasará al sacerdote y al pueblo, al amo y al esclavo, a la señora y a la esclava, al comprador y al vendedor, al prestamista y al prestatario, al acreedor y al deudor.

Isa 24:3 La tierra queda totalmente arrasada, saqueada por completo, porque el SEÑOR lo ha dicho.

Isa 24:4 La tierra languidece y se marchita; el mundo se marchita y desfallece; desfallecen los notables de la tierra.

Isa 24:5 La tierra yace profanada, pisoteada por sus habitantes, porque han desobedecido las leyes, han violado los estatutos, han quebrantado el pacto eterno.

Isa 24:6 Por eso una maldición consume a la tierra, y los culpables son sus habitantes. Por eso el fuego los consume, y sólo quedan unos cuantos.

Isa 24:7 Languidece el vino nuevo, desfallece la vid; gimen todos los corazones alegres.

Isa 24:8 Cesó el ritmo de los tambores, se aplacó el bullicio de los que se divierten, se apagó el júbilo del arpa.

Isa 24:9 Ya no beben vino mientras cantan; a los borrachos el licor les sabe amargo.

Isa 24:10 La ciudad del caos yace desolada; cerrado está el acceso a toda casa.

Isa 24:11 Clamor hay en las calles porque falta el vino; toda alegría se ha extinguido; el júbilo ha sido desterrado.

Isa 24:12 La ciudad está en ruinas; su puerta está hecha pedazos.

Isa 24:13 Así sucederá en medio de la tierra y entre las naciones, como cuando a golpes se cosechan aceitunas, como cuando se recogen rebuscos después de la vendimia.

Isa 24:14 El remanente eleva su voz y grita de alegría; desde el occidente aclama la majestad del SEÑOR.

Isa 24:15 Por eso, glorifiquen al SEÑOR en el oriente; el nombre del SEÑOR, Dios de Israel, en las costas del mar.

Isa 24:16 Desde los confines de la tierra oímos cantar: «¡Gloria al justo!» Pero yo digo: «¡Ay de mí! ¡Qué dolor, que me consumo!» Los traidores traicionan, los traidores maquinan traiciones.

Isa 24:17 ¡Terror, fosa y trampa están contra ti, habitante de la tierra!

Isa 24:18 Quien huya del grito de terror caerá en la fosa, y quien suba del fondo de la fosa caerá en la trampa, porque abiertas están las ventanas de lo alto, y tiemblan los cimientos de la tierra.

Isa 24:19 La tierra se quiebra, se desintegra; la tierra se agrieta, se resquebraja; la tierra tiembla y retiembla.

Isa 24:20 La tierra se tambalea como un borracho, se sacude como una choza. Tanto pesa sobre ella su rebelión que caerá para no volver a levantarse.

Isa 24:21 En aquel día el SEÑOR castigará a los poderes celestiales en el cielo y a los reyes terrenales en la tierra.

Isa 24:22 Serán amontonados en un pozo, como prisioneros entre rejas, y después de muchos días se les castigará.

Isa 24:23 La luna se sonrojará y el sol se avergonzará, porque sobre el monte Sión, sobre Jerusalén, reinará el SEÑOR Todopoderoso, glorioso entre sus ancianos.

Isaías 25

Dios destruirá la muerte para siempre

Isa 25:1

Canto de alabanza al SEÑOR

SEÑOR, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros.

Isa 25:2 Has convertido la ciudad en un montón de escombros, la ciudad fortificada en una ruina. Ya no es ciudad la ciudadela de extranjeros; nunca más volverá a ser reconstruida.

Isa 25:3 Por eso te glorifica un pueblo poderoso; te teme la ciudad de las naciones crueles.

Isa 25:4 Porque tú has sido, en su angustia, un baluarte para el desvalido, un refugio para el necesitado, un resguardo contra la tormenta, una sombra contra el calor. En cambio, el aliento de los crueles es como una tormenta contra un muro,

Isa 25:5 como el calor en el desierto. Tú aplacas el tumulto de los extranjeros, como se aplaca el calor bajo la sombra de una nube, y ahogas la alharaca de los tiranos.

Isa 25:6 Sobre este monte, el SEÑOR Todopoderoso preparará para todos los pueblos un banquete de manjares especiales, un banquete de vinos añejos, de manjares especiales y de selectos vinos añejos.

Isa 25:7 Sobre este monte rasgará el velo que cubre a todos los pueblos, el manto que envuelve a todas las naciones.

Isa 25:8 Devorará a la muerte para siempre; el SEÑOR omnipotente enjugará las lágrimas de todo rostro, y quitará de toda la tierra el oprobio de su pueblo. El SEÑOR mismo lo ha dicho.

Isa 25:9 En aquel día se dirá: «¡Sí, éste es nuestro Dios; en él confiamos, y él nos salvó! ¡Éste es el SEÑOR, en él hemos confiado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación!»

Isa 25:10 La mano del SEÑOR se posará sobre este monte, pero Moab será pisoteada en su sitio, como se pisotea la paja en el muladar.

Isa 25:11 Allí extenderán sus manos, como al nadar las extiende un nadador. Pero el SEÑOR abatirá su orgullo, junto con la destreza[a] de sus manos.

Isa 25:12 Derribará, hará caer y abatirá tus muros altos y fortificados, hasta dejarlos hechos polvo sobre la tierra.

Isaías 26

Dios guarda en paz a Jerusalén

Isa 26:1

Canto de victoria

En aquel día se entonará esta canción en la tierra de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte. Como un muro, como un baluarte, Dios ha interpuesto su salvación.

Isa 26:2 Abran las puertas, para que entre la nación justa que se mantiene fiel.

Isa 26:3 Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.

Isa 26:4 Confíen en el SEÑOR para siempre, porque el SEÑOR es una Roca eterna.

Isa 26:5 Él hace caer a los que habitan en lo alto y abate a la ciudad enaltecida: la abate hasta dejarla por el suelo, la derriba hasta hacerla morder el polvo.

Isa 26:6 ¡Los débiles y los desvalidos la pisotean con sus propios pies!»

Isa 26:7 La senda del justo es llana; tú, que eres recto, allanas su camino.

Isa 26:8 Sí, en ti esperamos, SEÑOR, y en la senda de tus juicios; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra vida.

Isa 26:9 Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. Pues cuando tus juicios llegan a la tierra, los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia.

Isa 26:10 Aunque al malvado se le tenga compasión, no aprende lo que es justicia; en tierra de rectitud actúa con iniquidad, y no reconoce la majestad del SEÑOR.

Isa 26:11 Levantada está, SEÑOR, tu mano, pero ellos no la ven. ¡Que vean tu celo por el pueblo, y sean avergonzados; que sean consumidos por el fuego destinado a tus enemigos!

Isa 26:12 SEÑOR, tú estableces la paz en favor nuestro, porque tú eres quien realiza todas nuestras obras.

Isa 26:13 SEÑOR y Dios nuestro, otros señores nos han gobernado, pero sólo a tu nombre damos honra.

Isa 26:14 Ya están muertos, y no revivirán; ya son sombras, y no se levantarán. Tú los has castigado y destruido; has hecho que perezca su memoria.

Isa 26:15 Tú, SEÑOR, has engrandecido a la nación; la has engrandecido y te has glorificado; has extendido las fronteras de todo el país.

Isa 26:16 SEÑOR, en la angustia te buscaron; apenas si lograban susurrar una oración[a] cuando tú ya los corregías.

Isa 26:17 SEÑOR, nosotros estuvimos ante ti como cuando una mujer embarazada se retuerce y grita de dolor al momento de dar a luz.

Isa 26:18 Concebimos, nos retorcimos, pero dimos a luz tan sólo viento. No trajimos salvación a la tierra, ni nacieron los habitantes del mundo.

Isa 26:19 Pero tus muertos vivirán, sus cadáveres volverán a la vida. ¡Despierten y griten de alegría, moradores del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de la mañana, y la tierra devolverá sus muertos.

Isa 26:20 ¡Anda, pueblo mío, entra en tus habitaciones y cierra tus puertas tras de ti; escóndete por un momento, hasta que pase la ira!

Isa 26:21 ¡Estén alerta!, que el SEÑOR va a salir de su morada para castigar la maldad de los habitantes del país. La tierra pondrá al descubierto la sangre derramada; ¡ya no ocultará a los masacrados en ella!

Isaías 27

La redención de Israel

Isa 27:1

Liberación de Israel

En aquel día el SEÑOR castigará a Leviatán, la serpiente huidiza, a Leviatán, la serpiente tortuosa. Con su espada violenta, grande y poderosa, matará al Dragón que está en el mar.

Isa 27:2 «Canten en aquel día a la viña escogida:

Isa 27:3 Yo, el SEÑOR, soy su guardián; todo el tiempo riego mi viña. Día y noche cuido de ella para que nadie le haga daño.

Isa 27:4 No estoy enojado. Si tuviera zarzas y espinos, pelearía contra ella y la quemaría totalmente,

Isa 27:5 a menos que ella acudiera a mi refugio e hiciera las paces conmigo, sí, que hiciera las paces conmigo.»

Isa 27:6 Días vendrán en que Jacob echará raíces, en que Israel retoñará y florecerá, y llenará el mundo con sus frutos.

Isa 27:7 ¿Acaso el SEÑOR lo ha golpeado como hizo con quien lo golpeaba? ¿Acaso le dio muerte como hizo con quienes lo mataron?

Isa 27:8 Contendió con él con guerra[a] y destierro; lo expulsó con su soplo violento al soplar el viento del este.

Isa 27:9 Así quedará expiada la iniquidad de Jacob; ésta será la única condición para que se le perdone su pecado: que reduzca a polvo todas las piedras del altar, como si moliera piedra caliza, y no deje en pie ninguna imagen de Aserá ni altar de incienso alguno.

Isa 27:10 En ruinas está la ciudad fortificada; es un sitio sin habitantes, abandonado como el desierto. Allí se echa el ternero, allí pace y deshoja las ramas.

Isa 27:11 Una vez secas, las ramas se quiebran; vienen luego las mujeres y con ellas hacen fuego. Porque éste es un pueblo sin entendimiento; por eso su Creador no le tiene compasión, ni de él se apiada quien lo formó.

Isa 27:12 En aquel día el SEÑOR trillará desde las corrientes del Éufrates hasta el torrente de Egipto, y ustedes, israelitas, serán recogidos uno por uno.

Isa 27:13 En aquel día sonará una gran trompeta. Los que fueron llevados a Asiria y los que fueron desterrados a Egipto vendrán y adorarán al SEÑOR sobre el monte santo en Jerusalén.

Salmo 114

A la presencia de Dios tiembla la tierra

Sal 114:1

Cuando Israel, el pueblo de Jacob, salió de Egipto, de un pueblo extraño,

Sal 114:2 Judá se convirtió en el santuario de Dios; Israel llegó a ser su dominio.

Sal 114:3 Al ver esto, el mar huyó; el Jordán se volvió atrás.

Sal 114:4 Las montañas saltaron como carneros, los cerros saltaron como ovejas.

Sal 114:5 ¿Qué te pasó, mar, que huiste, y a ti, Jordán, que te volviste atrás?

Sal 114:6 ¿Y a ustedes montañas, que saltaron como carneros? ¿Y a ustedes cerros, que saltaron como ovejas?

Sal 114:7 ¡Tiembla, oh tierra, ante el Señor, tiembla ante el Dios de Jacob!

Sal 114:8 ¡Él convirtió la roca en un estanque, el pedernal en manantiales de agua!