Día 162

09 La Sabiduría de Israel

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Proverbios 28

Pro 28:1 El malvado huye aunque nadie lo persiga; pero el justo vive confiado como un león.

Pro 28:2 Cuando hay rebelión en el país, los caudillos se multiplican; cuando el gobernante es entendido, se mantiene el orden.

Pro 28:3 El gobernante[a] que oprime a los pobres es como violenta lluvia que arrasa la cosecha.

Pro 28:4 Los que abandonan la ley alaban a los malvados; los que la obedecen luchan contra ellos.

Pro 28:5 Los malvados nada entienden de la justicia; los que buscan al SEÑOR lo entienden todo.

Pro 28:6 Más vale pobre pero honrado, que rico pero perverso.

Pro 28:7 El hijo entendido se sujeta a la ley; el derrochador deshonra a su padre.

Pro 28:8 El que amasa riquezas mediante la usura las acumula para el que se compadece de los pobres.

Pro 28:9 Dios aborrece hasta la oración del que se niega a obedecer la ley.

Pro 28:10 El que lleva a los justos por el mal camino, caerá en su propia trampa; pero los íntegros heredarán el bien.

Pro 28:11 El rico se las da de sabio; el pobre pero inteligente lo desenmascara.

Pro 28:12 Cuando los justos triunfan, se hace gran fiesta; cuando los impíos se imponen, todo el mundo se esconde.

Pro 28:13 Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón.

Pro 28:14 ¡Dichoso el que siempre teme al SEÑOR![b] Pero el obstinado caerá en la desgracia.

Pro 28:15 Un león rugiente, un oso hambriento, es el gobernante malvado que oprime a los pobres.

Pro 28:16 El gobernante falto de juicio es terrible opresor; el que odia las riquezas prolonga su vida.

Pro 28:17 El que es perseguido por[c] homicidio será un fugitivo hasta la muerte. ¡Que nadie le brinde su apoyo!

Pro 28:18 El que es honrado se mantendrá a salvo; el de caminos perversos caerá en la fosa.[d]

Pro 28:19 El que trabaja la tierra tendrá abundante comida; el que sueña despierto[e] sólo abundará en pobreza.

Pro 28:20 El hombre fiel recibirá muchas bendiciones; el que tiene prisa por enriquecerse no quedará impune.

Pro 28:21 No es correcto mostrarse parcial con nadie. Hay quienes pecan hasta por un mendrugo de pan.

Pro 28:22 El tacaño ansía enriquecerse, sin saber que la pobreza lo aguarda.

Pro 28:23 A fin de cuentas, más se aprecia al que reprende que al que adula.

Pro 28:24 El que roba a su padre o a su madre, e insiste en que no ha pecado, amigo es de gente perversa.[f]

Pro 28:25 El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el SEÑOR prospera.

Pro 28:26 Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo.

Pro 28:27 El que ayuda al pobre no conocerá la pobreza; el que le niega su ayuda será maldecido.

Pro 28:28 Cuando triunfan los impíos, la gente se esconde; cuando perecen, los justos prosperan.

Proverbios 29

Pro 29:1 El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.

Pro 29:2 Cuando los justos prosperan, el pueblo se alegra; cuando los impíos gobiernan, el pueblo gime.

Pro 29:3 El que ama la sabiduría alegra a su padre; el que frecuenta rameras derrocha su fortuna.

Pro 29:4 Con justicia el rey da estabilidad al país; cuando lo abruma con tributos, lo destruye.

Pro 29:5 El que adula a su prójimo le tiende una trampa.

Pro 29:6 Al malvado lo atrapa su propia maldad, pero el justo puede cantar de alegría.

Pro 29:7 El justo se ocupa de la causa del desvalido; el malvado ni sabe de qué se trata.

Pro 29:8 Los insolentes conmocionan a la ciudad, pero los sabios apaciguan los ánimos.

Pro 29:9 Cuando el sabio entabla pleito contra un necio, aunque se enoje o se ría, nada arreglará.

Pro 29:10 Los asesinos aborrecen a los íntegros, y tratan de matar a los justos.

Pro 29:11 El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla.

Pro 29:12 Cuando un gobernante se deja llevar por mentiras, todos sus oficiales se corrompen.

Pro 29:13 Algo en común tienen el pobre y el opresor: a los dos el SEÑOR les ha dado la vista.

Pro 29:14 El rey que juzga al pobre según la verdad afirma su trono para siempre.

Pro 29:15 La vara de la disciplina imparte sabiduría, pero el hijo malcriado avergüenza a su madre.

Pro 29:16 Cuando prospera el impío, prospera el pecado, pero los justos presenciarán su caída.

Pro 29:17 Disciplina a tu hijo, y te traerá tranquilidad; te dará muchas satisfacciones.

Pro 29:18 Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que son obedientes a la ley!

Pro 29:19 No sólo con palabras se corrige al siervo; aunque entienda, no obedecerá.

Pro 29:20 ¿Te has fijado en los que hablan sin pensar? ¡Más se puede esperar de un necio que de gente así!

Pro 29:21 Quien consiente a su criado cuando éste es niño, al final habrá de lamentarlo.[a]

Pro 29:22 El hombre iracundo provoca peleas; el hombre violento multiplica sus crímenes.

Pro 29:23 El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido.

Pro 29:24 El cómplice del ladrón atenta contra sí mismo; aunque esté bajo juramento,[b] no testificará.

Pro 29:25 Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el SEÑOR sale bien librado.

Pro 29:26 Muchos buscan el favor del gobernante, pero la sentencia del hombre la dicta el SEÑOR.

Pro 29:27 Los justos aborrecen a los malvados, y los malvados aborrecen a los justos.

Proverbios 30

Las palabras de Agur

Pro 30:1

Dichos de Agur

Dichos de Agur hijo de Jaqué. Oráculo.[a] Palabras de este varón: «Cansado estoy, oh Dios; cansado estoy, oh Dios, y débil.[b]

Pro 30:2 »Soy el más ignorante de todos los hombres; no hay en mí discernimiento humano.

Pro 30:3 No he adquirido sabiduría, ni tengo conocimiento del Dios santo.

Pro 30:4 »¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo?

Pro 30:5 »Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio.

Pro 30:6 No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso.

Pro 30:7 »Sólo dos cosas te pido, SEÑOR; no me las niegues antes de que muera:

Pro 30:8 Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día.

Pro 30:9 Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el SEÑOR?” Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios.

Pro 30:10 »No ofendas al esclavo delante de su amo, pues podría maldecirte y sufrirías las consecuencias.

Pro 30:11 »Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre.

Pro 30:12 Hay quienes se creen muy puros, pero no se han purificado de su impureza.

Pro 30:13 Hay quienes se creen muy importantes, y a todos miran con desdén.

Pro 30:14 Hay quienes tienen espadas por dientes y cuchillos por mandíbulas; para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de este mundo.

Pro 30:15 »La sanguijuela tiene dos hijas que sólo dicen: “Dame, dame.” »Tres cosas hay que nunca se sacian, y una cuarta que nunca dice “¡Basta!” :

Pro 30:16 el sepulcro, el vientre estéril, la tierra, que nunca se sacia de agua, y el fuego, que no se cansa de consumir.

Pro 30:17 »Al que mira con desdén a su padre, y rehúsa obedecer a su madre, que los cuervos del valle le saquen los ojos y que se lo coman vivo los buitres.

Pro 30:18 »Tres cosas hay que me causan asombro, y una cuarta que no alcanzo a comprender:

Pro 30:19 el rastro del águila en el cielo, el rastro de la serpiente en la roca, el rastro del barco en alta mar, y el rastro del hombre en la mujer.

Pro 30:20 »Así procede la adúltera: come, se limpia la boca, y afirma: “Nada malo he cometido.”

Pro 30:21 »Tres cosas hacen temblar la tierra, y una cuarta la hace estremecer:

Pro 30:22 el siervo que llega a ser rey, el necio al que le sobra comida,

Pro 30:23 la mujer rechazada que llega a casarse, y la criada que suplanta a su señora.

Pro 30:24 »Cuatro cosas hay pequeñas en el mundo, pero que son más sabias que los sabios:

Pro 30:25 las hormigas, animalitos de escasas fuerzas, pero que almacenan su comida en el verano;

Pro 30:26 los tejones, animalitos de poca monta, pero que construyen su casa entre las rocas;

Pro 30:27 las langostas, que no tienen rey, pero que avanzan en formación perfecta;

Pro 30:28 las lagartijas, que se atrapan con la mano, pero que habitan hasta en los palacios.

Pro 30:29 »Tres cosas hay que caminan con garbo, y una cuarta de paso imponente:

Pro 30:30 el león, poderoso entre las bestias, que no retrocede ante nada;

Pro 30:31 el gallo engreído,[c] el macho cabrío, y el rey al frente de su ejército.[d]

Pro 30:32 »Si como un necio te has engreído, o si algo maquinas, ponte a pensar[e]

Pro 30:33 que batiendo la leche se obtiene mantequilla, que sonándose fuerte sangra la nariz, y que provocando la ira se acaba peleando.»

Proverbios 31

Las palabras del rey Lemuel

Pro 31:1

Dichos del rey Lemuel

Los dichos del rey Lemuel. Oráculo mediante el cual[a] su madre lo instruyó:

Pro 31:2 «¿Qué pasa, hijo mío? ¿Qué pasa, hijo de mis entrañas? ¿Qué pasa, fruto de mis votos[b] al SEÑOR?

Pro 31:3 No gastes tu vigor en las mujeres, ni tu fuerza[c] en las que arruinan a los reyes.

Pro 31:4 »No conviene que los reyes, oh Lemuel, no conviene que los reyes se den al vino, ni que los gobernantes se entreguen al licor,

Pro 31:5 no sea que al beber se olviden de lo que la ley ordena y priven de sus derechos a todos los oprimidos.

Pro 31:6 Dales licor a los que están por morir, y vino a los amargados;

Pro 31:7 ¡que beban y se olviden de su pobreza! ¡que no vuelvan a acordarse de sus penas!

Pro 31:8 »¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos!

Pro 31:9 ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!»

La mujer que teme al Señor

Pro 31:10

Epílogo: Acróstico a la mujer ejemplar[d]


Álef

Mujer ejemplar,[e] ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas!

Pro 31:11

Bet

Su esposo confía plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas.

Pro 31:12

Guímel

Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida.

Pro 31:13

Dálet

Anda en busca de lana y de lino, y gustosa trabaja con sus manos.

Pro 31:14

He

Es como los barcos mercantes, que traen de muy lejos su alimento.

Pro 31:15

Vav

Se levanta de madrugada, da de comer[f] a su familia y asigna tareas a sus criadas.

Pro 31:16

Zayin

Calcula el valor de un campo y lo compra; con sus ganancias[g] planta un viñedo.

Pro 31:17

Jet

Decidida se ciñe la cintura[h] y se apresta para el trabajo.

Pro 31:18

Tet

Se complace en la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche.

Pro 31:19

Yod

Con una mano sostiene el huso y con la otra tuerce el hilo.

Pro 31:20

Caf

Tiende la mano al pobre, y con ella sostiene al necesitado.

Pro 31:21

Lámed

Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia, pues todos están bien abrigados.

Pro 31:22

Mem

Las colchas las cose ella misma, y se viste de púrpura y lino fino.

Pro 31:23

Nun

Su esposo es respetado en la comunidad;[i] ocupa un puesto entre las autoridades del lugar.

Pro 31:24

Sámej

Confecciona ropa de lino y la vende; provee cinturones a los comerciantes.

Pro 31:25

Ayin

Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir.

Pro 31:26

Pe

Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor.

Pro 31:27

Tsade

Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio.

Pro 31:28

Qof

Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba:

Pro 31:29

Resh

«Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas.»

Pro 31:30

Shin

Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al SEÑOR es digna de alabanza.

Pro 31:31

Tav

¡Sean reconocidos[j] sus logros, y públicamente[k] alabadas sus obras!

Salmo 7

"Dios mío, en ti he confiado"

Sal 7:1

Sigaión de David, que elevó al SEÑOR acerca de Cus el benjaminita.

¡Sálvame, SEÑOR mi Dios, porque en ti busco refugio! ¡Líbrame de todos mis perseguidores!

Sal 7:2 De lo contrario, me devorarán como leones; me despedazarán, y no habrá quien me libre.

Sal 7:3 SEÑOR mi Dios, ¿qué es lo que he hecho? ¿qué mal he cometido?

Sal 7:4 Si le he hecho daño a mi amigo, si he despojado sin razón al que me oprime,

Sal 7:5 entonces que mi enemigo me persiga y me alcance; que me haga morder el polvo y arrastre mi honra por los suelos. Selah

Sal 7:6 ¡Levántate, SEÑOR, en tu ira; enfréntate al furor de mis enemigos! ¡Despierta, oh Dios, e imparte justicia!

Sal 7:7 Que en torno tuyo se reúnan los pueblos; reina[a] sobre ellos desde lo alto.

Sal 7:8 ¡El SEÑOR juzgará a los pueblos! Júzgame, SEÑOR, conforme a mi justicia; págame conforme a mi inocencia.

Sal 7:9 Dios justo, que examinas mente y corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo.

Sal 7:10 Mi escudo está en Dios, que salva a los de corazón recto.

Sal 7:11 Dios es un juez justo, un Dios que en todo tiempo manifiesta su enojo.

Sal 7:12 Si el malvado no se arrepiente, Dios afilará la espada y tensará el arco;

Sal 7:13 ya ha preparado sus mortíferas armas; ya tiene listas sus llameantes saetas.

Sal 7:14 Miren al preñado de maldad: Concibió iniquidad y parirá mentira.

Sal 7:15 Cavó una fosa y la ahondó, y en esa misma fosa caerá.

Sal 7:16 Su iniquidad se volverá contra él; su violencia recaerá sobre su cabeza.

Sal 7:17 ¡Alabaré al SEÑOR por su justicia! ¡Al nombre del SEÑOR altísimo cantaré salmos!