Día 128
Oseas 6
Israel y Judá no se arrepienten
Ose 6:1
Impenitencia de Israel
¡Vengan, volvámonos al SEÑOR! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará.
Ose 6:2 Después de dos días nos dará vida; al tercer día nos levantará, y así viviremos en su presencia.
Ose 6:3 Conozcamos al SEÑOR; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra.
Ose 6:4 «¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy a hacer contigo, Judá? El amor de ustedes es como nube matutina, como rocío que temprano se evapora.
Ose 6:5 Por eso los hice pedazos por medio de los profetas; los herí con las palabras de mi boca. ¡Mi sentencia los fulminará como un relámpago!
Ose 6:6 Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos.
Ose 6:7 Son como Adán: han quebrantado el pacto, ¡me han traicionado!
Ose 6:8 Galaad es una ciudad de malhechores; sus pisadas dejan huellas de sangre.
Ose 6:9 Una pandilla de sacerdotes está al acecho en el camino a Siquén, y como banda de salteadores, comete toda clase de infamias.
Ose 6:10 En el reino de Israel he visto algo horrible: Allí se prostituye Efraín y se mancilla Israel.
Ose 6:11 »¡A ti también, Judá, te espera la cosecha de tu maldad!
Oseas 7
Ose 7:1 »Cuando cambie yo la suerte de mi pueblo, cuando sane yo a Israel, la perversidad de Efraín y la maldad de Samaria quedarán al descubierto. Porque ellos cometen fraudes; mientras el ladrón se mete en las casas, una banda de salteadores roba en las calles.
Ose 7:2 No se ponen a pensar que yo tomo en cuenta todas sus maldades. Sus malas acciones los tienen cercados, y las tengo muy presentes.
Ose 7:3 »Con su maldad deleitan al rey; con sus mentiras, a las autoridades.
Ose 7:4 Parecen un horno encendido cuyo fuego no hace falta atizar desde que el panadero prepara la harina hasta que la masa fermenta. ¡Todos ellos son adúlteros!
Ose 7:5 En la fiesta del rey las autoridades se encienden bajo los efectos del vino, y el rey pierde su dignidad codeándose con la plebe.
Ose 7:6 Como el horno, se les prende el corazón, dispuesto para la intriga. Su ira se adormece por la noche, pero se reaviva por la mañana.
Ose 7:7 Todos ellos arden como un horno; devoran a sus gobernantes. Caen todos sus reyes, pero ninguno de ellos me invoca.
Ose 7:8 »Efraín se mezcla con las naciones; parece una torta cocida de un solo lado.
Ose 7:9 Los extranjeros le minan las fuerzas, pero él ni cuenta se da. Su pelo se ha encanecido, pero él ni cuenta se da.
Ose 7:10 La arrogancia de Israel testifica en su contra, pero él no se vuelve al SEÑOR su Dios; a pesar de todo esto, no lo busca.
Ose 7:11 »Efraín es como una paloma torpe y sin entendimiento, que unas veces pide ayuda a Egipto y otras, recurre a Asiria.
Ose 7:12 Pero tan pronto como lo hagan, lanzaré mi red sobre ellos; los derribaré como a las aves del cielo, ¡siete veces los castigaré por sus pecados![a]
Ose 7:13 ¡Ay de ellos, que de mí se alejaron! ¡Que sean destruidos por rebelarse contra mí! Yo bien podría redimirlos, pero ellos no me hablan con la verdad.
Ose 7:14 No me invocan de corazón, sino que se lamentan echados en sus camas. Para obtener grano y vino nuevo se laceran[b] y se ponen en mi contra.
Ose 7:15 Yo adiestré y fortalecí sus brazos, pero ellos maquinan maldades contra mí.
Ose 7:16 No se vuelven al Altísimo; son como un arco engañoso. Sus autoridades caerán a filo de espada por sus palabras insolentes, y en la tierra de Egipto se burlarán de ellos.
Oseas 8
Israel segará torbellinos
Ose 8:1
Siembran vientos y cosechan torbellinos
»¡Da el toque de trompeta! ¡Un águila se cierne sobre la casa del SEÑOR! Han quebrantado mi pacto y se han rebelado contra mi ley,
Ose 8:2 y ahora vienen a suplicarme: “¡Dios de Israel, te conocemos!”
Ose 8:3 Pero Israel ha rechazado el bien, así que un enemigo lo perseguirá.
Ose 8:4 Establecen reyes que yo no apruebo, y escogen autoridades que no conozco. Con su plata y con su oro se hacen imágenes para su propia destrucción.
Ose 8:5 Samaria, ¡arroja el becerro que tienes por ídolo! Contra ustedes se ha encendido mi ira. ¿Hasta cuándo estarán sin purificarse?
Ose 8:6 Oye, Israel: Ese becerro no es Dios; es obra de un escultor. Ese becerro de Samaria será hecho pedazos.
Ose 8:7 »Sembraron vientos y cosecharán tempestades. El tallo no tiene espiga y no producirá harina; si acaso llegara a producirla, se la tragarían los extranjeros.
Ose 8:8 Pues a Israel se lo han tragado, y hoy es de poca estima entre las naciones.
Ose 8:9 Los israelitas subieron a Asiria; se apartaron como terco asno salvaje, y Efraín se ha comprado amantes.
Ose 8:10 Pero aunque se los compre entre las naciones, de allí volveré a reunirlos; y comenzarán a retorcerse bajo la opresión de un rey poderoso.
Ose 8:11 »Efraín edificó muchos altares para expiar sus pecados, pero éstos se han convertido en altares para pecar.
Ose 8:12 Yo podría escribirles mi ley muchas veces, pero ellos la verían como algo extraño.
Ose 8:13 Me han ofrecido sacrificios y ofrendas, y se han comido la carne, pero eso a mí no me agrada. Voy ahora a tomar en cuenta sus perversidades, y castigaré sus pecados; ¡y tendrán que regresar a Egipto!
Ose 8:14 Israel se olvidó de su Hacedor y se edificó palacios; Judá multiplicó las ciudades amuralladas; pero yo lanzaré sobre sus ciudades y fortalezas un fuego que las consuma.»
Oseas 9
El Señor castigará a Israel
Ose 9:1
El castigo a Israel
No te alegres, Israel; no hagas fiesta como las naciones. Porque te has prostituido: ¡le has sido infiel a tu Dios! Prefieres la paga de prostituta que recibes en todos los trigales.[a]
Ose 9:2 Ni el trigo ni las uvas podrán alimentarlos; el vino nuevo no tendrá el gusto que esperaban.
Ose 9:3 No habitarán en la tierra del SEÑOR; Efraín regresará a Egipto y comerá inmundicias en Asiria.
Ose 9:4 No le ofrecerán al SEÑOR más libaciones de vino, ni le serán gratos sus sacrificios. Se les volverá pan de lágrimas; quienes lo coman quedarán impuros. Tal vez les sirva para matar el hambre, pero no tendrá cabida en la casa del SEÑOR.
Ose 9:5 ¿Qué harán ustedes en los días de fiesta, o en las peregrinaciones en honor del SEÑOR?
Ose 9:6 Aunque escapen de la destrucción, los recogerá Egipto y los enterrará Menfis. Sus tesoros de plata se llenarán de ortigas, y los espinos invadirán sus carpas.
Ose 9:7 Han llegado los días del castigo, han llegado los días de la retribución. ¡Que lo sepa Israel! Es tan grande tu maldad, y tan intensa tu hostilidad, que al profeta se le tiene por necio, y al hombre inspirado por loco.
Ose 9:8 El profeta, junto con Dios, es el centinela de Efraín,[b] pero enfrenta trampas en todos sus caminos, y hostilidad en la casa de su Dios.
Ose 9:9 Han llegado al colmo de la corrupción, como en los días de Guibeá; ¡pero Dios se acordará de sus perversidades y los castigará por sus pecados!
Ose 9:10 «Cuando encontré a Israel, fue como hallar uvas en el desierto; cuando vi a sus antepasados, fue como ver higos tiernos en la higuera. Pero ellos se fueron a Baal Peor y se entregaron a la vergüenza; ¡se volvieron tan detestables como el objeto de su amor!
Ose 9:11 El esplendor de Efraín saldrá volando, como un ave; no habrá más concepción ni embarazo ni nacimiento.
Ose 9:12 Y aun cuando vean crecer a sus hijos, yo los arrebataré de este mundo. ¡Ay de ellos cuando los abandone!
Ose 9:13 He visto a Efraín y a Tiro plantados en una pradera.[c] ¡Pero Efraín entregará sus hijos al verdugo!»
Ose 9:14 Dales, SEÑOR... ¿qué les darás? ¡Dales vientres que aborten y pechos resecos!
Ose 9:15 «Toda su maldad comenzó en Guilgal; allí comencé a aborrecerlos. Por causa de sus maldades, los expulsaré de mi casa. No volveré a amarlos, pues todas sus autoridades son rebeldes.
Ose 9:16 Efraín se ha marchitado: su raíz se secó y no produce fruto. Aunque llegue a tener hijos, mataré el precioso fruto de su vientre.»
Ose 9:17 Como no lo obedecieron, mi Dios los rechazará; ¡andarán errantes entre las naciones!
Oseas 10
Ose 10:1 Israel era una vid frondosa que daba fruto a su antojo. Pero cuanto más aumentaba su fruto, más altares se construía; cuanto más prosperaba su país, más hermosas hacía sus piedras sagradas.
Ose 10:2 Su corazón es escurridizo, pero tendrá que cargar con su culpa. El SEÑOR destrozará sus altares y devastará sus piedras sagradas.
Ose 10:3 Tal vez dirán: «No hemos temido al SEÑOR, y por eso no tenemos rey. Pero aun si lo tuviéramos, ¿qué podría hacer por nosotros?»
Ose 10:4 Hablan sólo por hablar; juran en falso y hacen tratos; ¡por eso florecen los pleitos como la mala yerba en el campo!
Ose 10:5 Temen los moradores de Samaria por el becerro que adoran en Bet Avén.[a] El pueblo del becerro hará duelo por él, lo mismo que sus sacerdotes idólatras. Harán lamentos por su esplendor, porque se lo llevarán al destierro.
Ose 10:6 El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey. Efraín quedará avergonzado; Israel se avergonzará de sus ídolos.[b]
Ose 10:7 Samaria y su rey desaparecerán como rama arrastrada por el agua.
Ose 10:8 Serán destruidos sus santuarios paganos, lugares de pecado de Israel. ¡Cardos y espinos crecerán sobre sus altares! Entonces dirán a las montañas: «¡Cúbrannos!», y a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!»
Ose 10:9 «Tú, Israel, has venido pecando desde los días de Guibeá, y allí te has mantenido. ¡En Guibeá la guerra tomará por sorpresa a los malvados!
Ose 10:10 Cuando yo quiera, los castigaré; entonces las naciones se juntarán contra ellos para aprisionarlos por su doble perversión.
Ose 10:11 Efraín es una novilla adiestrada a la que le gusta trillar, pero yo no quise ponerle el yugo. Pero ahora voy a uncir a Efraín, y Judá tendrá que arar, y Jacob emparejará la tierra.»
Ose 10:12 ¡Siembren para ustedes justicia! ¡Cosechen el fruto del amor, y pónganse a labrar el barbecho! ¡Ya es tiempo de buscar al SEÑOR!, hasta que él venga y les envíe lluvias de justicia.
Ose 10:13 Pero ustedes sembraron maldad, cosecharon crímenes y comieron el fruto de la mentira, porque confiaron en sus carros y en la multitud de sus guerreros.
Ose 10:14 Un estruendo de guerra se levantará contra su pueblo, y todas sus fortalezas serán devastadas, como devastó Salmán a Bet Arbel en el día de la batalla, cuando las madres fueron destrozadas junto con sus hijos.
Ose 10:15 Esto es lo que Betel les hizo a ustedes, a causa de su extrema maldad. ¡Pues el rey de Israel será destruido por completo en cuanto amanezca!
Salmo 123
Nuestros ojos miran al Señor Nuestro Dios
Sal 123:1
Cántico de los peregrinos.
Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo.
Sal 123:2 Como dirigen los esclavos la mirada hacia la mano de su amo, como dirige la esclava la mirada hacia la mano de su ama, así dirigimos la mirada al SEÑOR nuestro Dios, hasta que nos muestre compasión.
Sal 123:3 Compadécenos, SEÑOR, compadécenos, ¡ya estamos hartos de que nos desprecien!
Sal 123:4 Ya son muchas las burlas que hemos sufrido; muchos son los insultos de los altivos, y mucho el menosprecio de los orgullosos.