Día 307

15 El Pueblo del Reino

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1 Corintios 13

El camino del amor

1Co 13:1

El amor

Ahora les voy a mostrar un camino más excelente. Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.

1Co 13:2 Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.

1Co 13:3 Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas,[a] pero no tengo amor, nada gano con eso.

1Co 13:4 El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.

1Co 13:5 No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.

1Co 13:6 El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.

1Co 13:7 Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

1Co 13:8 El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá.

1Co 13:9 Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta;

1Co 13:10 pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá.

1Co 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.

1Co 13:12 Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido.

1Co 13:13 Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.

1 Corintios 14

Dones de profecía y lenguas

1Co 14:1

El don de lenguas y el de profecía

Empéñense en seguir el amor y ambicionen los dones espirituales, sobre todo el de profecía.

1Co 14:2 Porque el que habla en lenguas no habla a los demás sino a Dios. En realidad, nadie le entiende lo que dice, pues habla misterios por el Espíritu.[a]

1Co 14:3 En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos.

1Co 14:4 El que habla en lenguas se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza edifica a la iglesia.

1Co 14:5 Yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero mucho más que profetizaran. El que profetiza aventaja al que habla en lenguas, a menos que éste también interprete, para que la iglesia reciba edificación.

1Co 14:6 Hermanos, si ahora fuera a visitarlos y les hablara en lenguas, ¿de qué les serviría, a menos que les presentara alguna revelación, conocimiento, profecía o enseñanza?

1Co 14:7 Aun en el caso de los instrumentos musicales, tales como la flauta o el arpa, ¿cómo se reconocerá lo que tocan si no dan distintamente sus sonidos?

1Co 14:8 Y si la trompeta no da un toque claro, ¿quién se va a preparar para la batalla?

1Co 14:9 Así sucede con ustedes. A menos que su lengua pronuncie palabras comprensibles, ¿cómo se sabrá lo que dicen? Será como si hablaran al aire.

1Co 14:10 ¡Quién sabe cuántos idiomas hay en el mundo, y ninguno carece de sentido!

1Co 14:11 Pero si no capto el sentido de lo que alguien dice, seré como un extranjero para el que me habla, y él lo será para mí.

1Co 14:12 Por eso ustedes, ya que tanto ambicionan dones espirituales, procuren que éstos abunden para la edificación de la iglesia.

1Co 14:13 Por esta razón, el que habla en lenguas pida en oración el don de interpretar lo que diga.

1Co 14:14 Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento no se beneficia en nada.

1Co 14:15 ¿Qué debo hacer entonces? Pues orar con el espíritu, pero también con el entendimiento; cantar con el espíritu, pero también con el entendimiento.

1Co 14:16 De otra manera, si alabas a Dios con el espíritu, ¿cómo puede quien no es instruido[b] decir «amén» a tu acción de gracias, puesto que no entiende lo que dices?

1Co 14:17 En ese caso tu acción de gracias es admirable, pero no edifica al otro.

1Co 14:18 Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos ustedes.

1Co 14:19 Sin embargo, en la iglesia prefiero emplear cinco palabras comprensibles y que me sirvan para instruir a los demás, que diez mil palabras en lenguas.

1Co 14:20 Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar.

1Co 14:21 En la ley está escrito: «Por medio de gente de lengua extraña y por boca de extranjeros hablaré a este pueblo, pero ni aun así me escucharán»,[c] dice el Señor.

1Co 14:22 De modo que el hablar en lenguas es una señal, no para los creyentes sino para los incrédulos; en cambio, la profecía no es señal para los incrédulos sino para los creyentes.

1Co 14:23 Así que, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos que no entienden o no creen, ¿no dirán que ustedes están locos?

1Co 14:24 Pero si uno que no cree o uno que no entiende entra cuando todos están profetizando, se sentirá reprendido y juzgado por todos,

1Co 14:25 y los secretos de su corazón quedarán al descubierto. Así que se postrará ante Dios y lo adorará, exclamando: «¡Realmente Dios está entre ustedes!»

La adoración ordenada

1Co 14:26

Orden en los cultos

¿Qué concluimos, hermanos? Que cuando se reúnan, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas, o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia.

1Co 14:27 Si se habla en lenguas, que hablen dos —o cuando mucho tres—, cada uno por turno; y que alguien interprete.

1Co 14:28 Si no hay intérprete, que guarden silencio en la iglesia y cada uno hable para sí mismo y para Dios.

1Co 14:29 En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los demás examinen con cuidado lo dicho.

1Co 14:30 Si alguien que está sentado recibe una revelación, el que esté hablando ceda la palabra.

1Co 14:31 Así todos pueden profetizar por turno, para que todos reciban instrucción y aliento.

1Co 14:32 El don de profecía está[d] bajo el control de los profetas,

1Co 14:33 porque Dios no es un Dios de desorden sino de paz. Como es costumbre en las congregaciones de los creyentes,

1Co 14:34 guarden las mujeres silencio en la iglesia, pues no les está permitido hablar. Que estén sumisas, como lo establece la ley.

1Co 14:35 Si quieren saber algo, que se lo pregunten en casa a sus esposos; porque no está bien visto que una mujer hable en la iglesia.

1Co 14:36 ¿Acaso la palabra de Dios procedió de ustedes? ¿O son ustedes los únicos que la han recibido?

1Co 14:37 Si alguno se cree profeta o espiritual, reconozca que esto que les escribo es mandato del Señor.

1Co 14:38 Si no lo reconoce, tampoco él será reconocido.[e]

1Co 14:39 Así que, hermanos míos, ambicionen el don de profetizar, y no prohíban que se hable en lenguas.

1Co 14:40 Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden.

Salmo 147

Él sana a los quebrantados de corazón

Sal 147:1

¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! ¡Cuán bueno es cantar salmos a nuestro Dios, cuán agradable y justo es alabarlo!

Sal 147:2 El SEÑOR reconstruye a Jerusalén y reúne a los exiliados de Israel;

Sal 147:3 restaura a los abatidos[a] y cubre con vendas sus heridas.

Sal 147:4 Él determina el número de las estrellas y a todas ellas les pone nombre.

Sal 147:5 Excelso es nuestro Señor, y grande su poder; su entendimiento es infinito;

Sal 147:6 El SEÑOR sostiene a los pobres, pero hace morder el polvo a los impíos.

Sal 147:7 Canten al SEÑOR con gratitud; canten salmos a nuestro Dios al son del arpa.

Sal 147:8 Él cubre de nubes el cielo, envía la lluvia sobre la tierra y hace crecer la hierba en los montes.

Sal 147:9 Él alimenta a los ganados y a las crías de los cuervos cuando graznan.

Sal 147:10 El SEÑOR no se deleita en los bríos del caballo, ni se complace en la agilidad[b] del hombre,

Sal 147:11 sino que se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor.

Sal 147:12 Alaba al SEÑOR, Jerusalén; alaba a tu Dios, oh Sión.

Sal 147:13 Él refuerza los cerrojos de tus puertas y bendice a los que en ti habitan.

Sal 147:14 Él trae la paz a tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo.

Sal 147:15 Envía su palabra a la tierra; su palabra corre a toda prisa.

Sal 147:16 Extiende la nieve cual blanco manto,[c] esparce la escarcha cual ceniza.

Sal 147:17 Deja caer el granizo como grava; ¿quién puede resistir sus ventiscas?

Sal 147:18 Pero envía su palabra y lo derrite; hace que el viento sople, y las aguas fluyen.

Sal 147:19 A Jacob le ha revelado su palabra; sus leyes y decretos a Israel.

Sal 147:20 Esto no lo ha hecho con ninguna otra nación; jamás han conocido ellas sus decretos. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!