Día 335
15 El Pueblo del Reino
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Lee la Biblia: Hebreos
Mira nuestro video Lee la Biblia sobre el libro de Hebreos, que desglosa el diseño literario del libro y su línea de pensamiento. En Hebreos, el autor muestra cómo Jesús es la revelación definitiva del amor y la gracia de Dios, y que Él es digno de nuestra devoción.
Hebreos 1
La supremacía del Hijo de Dios
Heb 1:1
El Hijo, superior a los ángeles
Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas,
Heb 1:2 en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A éste lo designó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo.
Heb 1:3 El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
Heb 1:4 Así llegó a ser superior a los ángeles en la misma medida en que el nombre que ha heredado supera en excelencia al de ellos.
Heb 1:5 Porque, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: «Tú eres mi hijo; hoy mismo te he engendrado»;[a] y en otro pasaje: «Yo seré su padre, y él será mi hijo»?[b]
Heb 1:6 Además, al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios.»[c]
Heb 1:7 En cuanto a los ángeles dice: «Él hace de los vientos sus ángeles, y de las llamas de fuego sus servidores.»[d]
Heb 1:8 Pero con respecto al Hijo dice: «Tu trono, oh Dios, permanece por los siglos de los siglos, y el cetro de tu reino es un cetro de justicia.
Heb 1:9 Has amado la justicia y odiado la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con aceite de alegría, exaltándote por encima de tus compañeros.»[e]
Heb 1:10 También dice: «En el principio, oh Señor, tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos.
Heb 1:11 Ellos perecerán, pero tú permaneces para siempre. Todos ellos se desgastarán como un vestido.
Heb 1:12 Los doblarás como un manto, y cambiarán como ropa que se muda; pero tú eres siempre el mismo, y tus años no tienen fin.»[f]
Heb 1:13 ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: «Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies»?[g]
Heb 1:14 ¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?
Hebreos 2
Advertencia del peligro de desatender la salvación
Heb 2:1
Advertencia a prestar atención
Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo.
Heb 2:2 Porque si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez, y toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo,
Heb 2:3 ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron.
Heb 2:4 A la vez, Dios ratificó su testimonio acerca de ella con señales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo según su voluntad.
El autor de la salvación
Heb 2:5
Jesús, hecho igual a sus hermanos
Dios no puso bajo el dominio de los ángeles el mundo venidero del que estamos hablando.
Heb 2:6 Como alguien ha atestiguado en algún lugar: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano,[a] para que lo tomes en cuenta?
Heb 2:7 Lo hiciste un poco[b] menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra;
Heb 2:8 ¡todo lo sometiste a su dominio!»[c] Si Dios puso bajo él todas las cosas, entonces no hay nada que no le esté sujeto. Ahora bien, es cierto que todavía no vemos que todo le esté sujeto.
Heb 2:9 Sin embargo, vemos a Jesús, que fue hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos.
Heb 2:10 En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos.
Heb 2:11 Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen, por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos,
Heb 2:12 cuando dice: «Proclamaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.»[d]
Heb 2:13 En otra parte dice: «Yo confiaré en él.»[e] Y añade: «Aquí me tienen, con los hijos que Dios me ha dado.»[f]
Heb 2:14 Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso,[g] él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—,
Heb 2:15 y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida.
Heb 2:16 Pues, ciertamente, no vino en auxilio de los ángeles sino de los descendientes de Abraham.
Heb 2:17 Por eso era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiar[h] los pecados del pueblo.
Heb 2:18 Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.
Salmo 25
Enséñame tus sendas
Salmo de David.
Álef
A ti, SEÑOR, elevo mi alma;
Sal 25:2
Bet
mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí.
Sal 25:3
Guímel
Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado; pero quedarán en vergüenza los que traicionan sin razón.
Sal 25:4
Dálet
SEÑOR, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas.
Sal 25:5
He
Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador;
Vav
¡en ti pongo mi esperanza todo el día!
Sal 25:6
Zayin
Acuérdate, SEÑOR, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado;
Sal 25:7
Jet
olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, SEÑOR, eres bueno.
Sal 25:8
Tet
Bueno y justo es el SEÑOR; por eso les muestra a los pecadores el camino.
Sal 25:9
Yod
Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino.
Sal 25:10
Caf
Todas las sendas del SEÑOR son amor y verdad para quienes cumplen los preceptos de su pacto.
Sal 25:11
Lámed
Por amor a tu nombre, SEÑOR, perdona mi gran iniquidad.
Sal 25:12
Mem
¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? Será instruido en el mejor de los caminos.
Sal 25:13
Nun
Tendrá una vida placentera, y sus descendientes heredarán la tierra.
Sal 25:14
Sámej
El SEÑOR brinda su amistad a quienes le honran, y les da a conocer su pacto.
Sal 25:15
Ayin
Mis ojos están puestos siempre en el SEÑOR, pues sólo él puede sacarme de la trampa.
Sal 25:16
Pe
Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión, pues me encuentro solo y afligido.
Sal 25:17
Tsade
Crecen las angustias de mi corazón; líbrame de mis tribulaciones
Sal 25:18 Fíjate en mi aflicción y en mis penurias, y borra todos mis pecados.
Sal 25:19
Resh
¡Mira cómo se han multiplicado mis enemigos, y cuán violento es el odio que me tienen!
Sal 25:20
Shin
Protege mi vida, rescátame; no permitas que sea avergonzado, porque en ti busco refugio.
Sal 25:21
Tav
Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza.
Sal 25:22 ¡Libra, oh Dios, a Israel de todas sus angustias!