Día 06

02 El Pacto con Abraham

Panorama del Libro de Génesis Parte 2

Dios hace una promesa de que bendecirá a todas las naciones a través de la familia de Abraham. Pero con maridos ancianos, matriarcas impacientes, hijos que roban bendiciones y hermanos celosos que siguen arruinando todo,¿cómo prevalecerá la promesa de Dios?

Génesis 19

Dios rescata a Lot

Gén 19:1

Destrucción de Sodoma y Gomorra

Caía la tarde cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad. Al verlos, se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra.

Gén 19:2 Les dijo: —Por favor, señores, les ruego que pasen la noche en la casa de este servidor suyo. Allí podrán lavarse los pies, y mañana al amanecer seguirán su camino. —No, gracias —respondieron ellos—. Pasaremos la noche en la plaza.

Gén 19:3 Pero tanto les insistió Lot que fueron con él y entraron en su casa. Allí Lot les preparó una buena comida y coció panes sin levadura, y ellos comieron.

Gén 19:4 Aún no se habían acostado cuando los hombres de la ciudad de Sodoma rodearon la casa. Todo el pueblo sin excepción, tanto jóvenes como ancianos, estaba allí presente.

Gén 19:5 Llamaron a Lot y le dijeron: —¿Dónde están los hombres que vinieron a pasar la noche en tu casa? ¡Échalos afuera! ¡Queremos acostarnos con ellos!

Gén 19:6 Lot salió a la puerta y, cerrándola detrás de sí,

Gén 19:7 les dijo: —Por favor, amigos míos, no cometan tal perversidad.

Gén 19:8 Tengo dos hijas que todavía son vírgenes; voy a traérselas para que hagan con ellas lo que les plazca, pero a estos hombres no les hagan nada, pues han venido a hospedarse bajo mi techo.

Gén 19:9 —¡Quítate de ahí! —le contestaron, y añadieron—: Éste ni siquiera es de aquí, y ahora nos quiere mandar. ¡Pues ahora te vamos a tratar peor que a ellos! Entonces se lanzaron contra Lot y se acercaron a la puerta con intenciones de derribarla.

Gén 19:10 Pero los dos hombres extendieron los brazos, metieron a Lot en la casa y cerraron la puerta.

Gén 19:11 Luego, a los jóvenes y ancianos que se agolparon contra la puerta de la casa los dejaron ciegos, de modo que ya no podían encontrar la puerta.

Gén 19:12 Luego le advirtieron a Lot: —¿Tienes otros familiares aquí? Saca de esta ciudad a tus yernos, hijos, hijas, y a todos los que te pertenezcan,

Gén 19:13 porque vamos a destruirla. El clamor contra esta gente ha llegado hasta el SEÑOR, y ya resulta insoportable. Por eso nos ha enviado a destruirla.

Gén 19:14 Lot salió para hablar con sus futuros yernos, es decir, con los prometidos de sus hijas. —¡Apúrense! —les dijo—. ¡Abandonen la ciudad, porque el SEÑOR está por destruirla! Pero ellos creían que Lot estaba bromeando,

Gén 19:15 así que al amanecer los ángeles insistieron con Lot. Exclamaron: —¡Apúrate! Llévate a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí, para que no perezcan cuando la ciudad sea castigada.

Gén 19:16 Como Lot titubeaba, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad, porque el SEÑOR les tuvo compasión.

Gén 19:17 Cuando ya los habían sacado de la ciudad, uno de los ángeles le dijo: —¡Escápate! No mires hacia atrás, ni te detengas en ninguna parte del valle. Huye hacia las montañas, no sea que perezcas.

Gén 19:18 —¡No, señor mío, por favor! —respondió Lot—.

Gén 19:19 Tú has visto con buenos ojos a este siervo tuyo, y tu lealtad ha sido grande al salvarme la vida. Pero yo no puedo escaparme a las montañas, no sea que la destrucción me alcance y pierda yo la vida.

Gén 19:20 Cerca de aquí hay una ciudad pequeña, en la que podría refugiarme. ¿Por qué no dejan que me escape hacia allá? Es una ciudad muy pequeña, y en ella me pondré a salvo.

Gén 19:21 —Está bien —le respondió—; también esta petición te la concederé. No destruiré la ciudad de que hablas.

Gén 19:22 Pero date prisa y huye de una vez, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allí. Por eso aquella ciudad recibió el nombre de Zoar.[a]

Dios destruye Sodoma

Gén 19:23 Lot llegó a Zoar cuando estaba amaneciendo.

Gén 19:24 Entonces el SEÑOR hizo que cayera del cielo una lluvia de fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra.

Gén 19:25 Así destruyó a esas ciudades y a todos sus habitantes, junto con toda la llanura y la vegetación del suelo.

Gén 19:26 Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y se quedó convertida en estatua de sal.

Gén 19:27 Al día siguiente Abraham madrugó y regresó al lugar donde se había encontrado con el SEÑOR.

Gén 19:28 Volvió la mirada hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que de la tierra subía humo, como de un horno.

Gén 19:29 Así arrasó Dios a las ciudades de la llanura, pero se acordó de Abraham y sacó a Lot de en medio de la catástrofe que destruyó a las ciudades en que había habitado.

Lot y sus hijas

Gén 19:30

Lot y sus hijas

Luego, por miedo a quedarse en Zoar, Lot se fue con sus dos hijas a vivir en la región montañosa. Allí vivió con ellas en una cueva.

Gén 19:31 Un día, la hija mayor le dijo a la menor: —Nuestro padre ya está viejo, y no quedan hombres en esta región para que se casen con nosotras, como es la costumbre de todo el mundo.

Gén 19:32 Ven, vamos a emborracharlo, y nos acostaremos con él; y así, por medio de él tendremos descendencia.

Gén 19:33 Esa misma noche emborracharon a su padre y, sin que éste se diera cuenta de nada, la hija mayor fue y se acostó con él.

Gén 19:34 A la mañana siguiente, la mayor le dijo a la menor: —Mira, anoche me acosté con mi padre. Vamos a emborracharlo de nuevo esta noche, y ahora tú te acostarás con él; y así, por medio de él tendremos descendencia.

Gén 19:35 Esa misma noche volvieron a emborrachar a su padre y, sin que éste se diera cuenta de nada, la hija menor fue y se acostó con él.

Gén 19:36 Así las dos hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre.

Gén 19:37 La mayor tuvo un hijo, a quien llamó Moab,[b] padre de los actuales moabitas.

Gén 19:38 La hija menor también tuvo un hijo, a quien llamó Ben Amí,[c] padre de los actuales amonitas.


Génesis 20

Abraham y Abimelec

Gén 20:1

Abraham y Abimélec

Abraham partió desde allí en dirección a la región del Néguev, y se quedó a vivir entre Cades y Sur. Mientras vivía en Guerar,

Gén 20:2 Abraham decía que Sara, su esposa, era su hermana. Entonces Abimélec, rey de Guerar, mandó llamar a Sara y la tomó por esposa.

Gén 20:3 Pero aquella noche Dios se le apareció a Abimélec en sueños y le dijo: —Puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, porque ella es casada.

Gén 20:4 Pero como Abimélec todavía no se había acostado con ella, le contestó: —Señor, ¿acaso vas a matar al inocente?[a]

Gén 20:5 Como Abraham me dijo que ella era su hermana, y ella me lo confirmó, yo hice todo esto de buena fe y sin mala intención.

Gén 20:6 —Sí, ya sé que has hecho todo esto de buena fe —le respondió Dios en el sueño—; por eso no te permití tocarla, para que no pecaras contra mí.

Gén 20:7 Pero ahora devuelve esa mujer a su esposo, porque él es profeta y va a interceder por ti para que vivas. Si no lo haces, ten por seguro que morirás junto con todos los tuyos.

Gén 20:8 En la madrugada del día siguiente, Abimélec se levantó y llamó a todos sus servidores para contarles en detalle lo que había ocurrido, y un gran temor se apoderó de ellos.

Gén 20:9 Entonces Abimélec llamó a Abraham y le reclamó: —¡Qué nos has hecho! ¿En qué te he ofendido, que has traído un pecado tan grande sobre mí y sobre mi reino? ¡Lo que me has hecho no tiene nombre!

Gén 20:10 ¿Qué pretendías conseguir con todo esto? Al reclamo de Abimélec,

Gén 20:11 Abraham contestó: —Yo pensé que en este lugar no había temor de Dios, y que por causa de mi esposa me matarían.

Gén 20:12 Pero en realidad ella es mi hermana, porque es hija de mi padre aunque no de mi madre; y además es mi esposa.

Gén 20:13 Cuando Dios me mandó dejar la casa de mi padre y andar errante, yo le dije a mi esposa: “Te pido que me hagas este favor: Dondequiera que vayamos, di siempre que soy tu hermano.”

Gén 20:14 Abimélec tomó entonces ovejas y vacas, esclavos y esclavas, y se los regaló a Abraham. Al mismo tiempo, le devolvió a Sara, su esposa,

Gén 20:15 y le dijo: —Mira, ahí está todo mi territorio; quédate a vivir donde mejor te parezca.

Gén 20:16 A Sara le dijo: —Le he dado a tu hermano mil monedas de plata, que servirán de compensación por todo lo que te ha pasado; así quedarás vindicada ante todos los que están contigo.[b]

Gén 20:17 Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimélec y permitió que su esposa y sus siervas volvieran a tener hijos,

Gén 20:18 porque a causa de lo ocurrido con Sara, la esposa de Abraham, el SEÑOR había hecho que todas las mujeres en la casa de Abimélec quedaran estériles.

Génesis 21

El nacimiento de Isaac

Gén 21:1

Nacimiento de Isaac

Tal como el SEÑOR lo había dicho, se ocupó de Sara y cumplió con la promesa que le había hecho.

Gén 21:2 Sara quedó embarazada y le dio un hijo a Abraham en su vejez. Esto sucedió en el tiempo anunciado por Dios.

Gén 21:3 Al hijo que Sara le dio, Abraham le puso por nombre Isaac.[a]

Gén 21:4 Cuando su hijo Isaac cumplió ocho días de nacido, Abraham lo circuncidó, tal como Dios se lo había ordenado.

Gén 21:5 Abraham tenía ya cien años cuando nació su hijo Isaac.

Gén 21:6 Sara dijo entonces: «Dios me ha hecho reír, y todos los que se enteren de que he tenido un hijo, se reirán conmigo.

Gén 21:7 ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría hijos? Sin embargo, le he dado un hijo en su vejez.»

Dios protege a Agar e Ismael

Gén 21:8

Expulsión de Agar e Ismael

El niño Isaac creció y fue destetado. Ese mismo día, Abraham hizo un gran banquete.

Gén 21:9 Pero Sara se dio cuenta de que el hijo que Agar la egipcia le había dado a Abraham se burlaba de su hijo Isaac.[b]

Gén 21:10 Por eso le dijo a Abraham: —¡Echa de aquí a esa esclava y a su hijo! El hijo de esa esclava jamás tendrá parte en la herencia con mi hijo Isaac.

Gén 21:11 Este asunto angustió mucho a Abraham porque se trataba de su propio hijo.

Gén 21:12 Pero Dios le dijo a Abraham: «No te angusties por el muchacho ni por la esclava. Hazle caso a Sara, porque tu descendencia se establecerá por medio de Isaac.

Gén 21:13 Pero también del hijo de la esclava haré una gran nación, porque es hijo tuyo.»

Gén 21:14 Al día siguiente, Abraham se levantó de madrugada, tomó un pan y un odre de agua, y se los dio a Agar, poniéndoselos sobre el hombro. Luego le entregó a su hijo y la despidió. Agar partió y anduvo errante por el desierto de Berseba.

Gén 21:15 Cuando se acabó el agua del odre, puso al niño debajo de un arbusto

Gén 21:16 y fue a sentarse sola a cierta distancia,[c] pues pensaba: «No quiero ver morir al niño.» En cuanto ella se sentó, comenzó a llorar desconsoladamente.

Gén 21:17 Cuando Dios oyó al niño sollozar, el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño.

Gén 21:18 Levántate y tómalo de la mano, que yo haré de él una gran nación.»

Gén 21:19 En ese momento Dios le abrió a Agar los ojos, y ella vio un pozo de agua. En seguida fue a llenar el odre y le dio de beber al niño.

Gén 21:20 Dios acompañó al niño, y éste fue creciendo; vivió en el desierto y se convirtió en un experto arquero;

Gén 21:21 habitó en el desierto de Parán y su madre lo casó con una egipcia.

Un pacto con Abimelec

Gén 21:22

Pacto entre Abraham y Abimélec

En aquel tiempo Abimélec, que estaba acompañado por Ficol, jefe de su ejército, le dijo a Abraham: —Dios está contigo en todo lo que haces.

Gén 21:23 Júrame ahora, por Dios mismo, que no me tratarás a mí con falsedad, ni tampoco a mis hijos ni a mis descendientes. Júrame que a mí y al país que te ha recibido como extranjero nos tratarás con la misma lealtad con que yo te he tratado.

Gén 21:24 —¡Lo juro! —respondió Abraham.

Gén 21:25 Luego Abraham se quejó ante Abimélec por causa de un pozo de agua del cual los siervos de Abimélec se habían apropiado.

Gén 21:26 Pero Abimélec dijo: —No sé quién pudo haberlo hecho. Me acabo de enterar, pues tú no me lo habías dicho.

Gén 21:27 Entonces Abraham llevó ovejas y vacas, y se las dio a Abimélec, y los dos hicieron un pacto.

Gén 21:28 Pero Abraham apartó siete corderas del rebaño,

Gén 21:29 por lo que Abimélec le preguntó: —¿Qué pasa? ¿Por qué has apartado estas siete corderas?

Gén 21:30 —Acepta estas siete corderas —le contestó Abraham—. Ellas servirán de prueba de que yo cavé este pozo.

Gén 21:31 Por eso a aquel lugar le dieron el nombre de Berseba,[d] porque allí los dos hicieron un juramento.

Gén 21:32 Después de haber hecho el pacto en Berseba, Abimélec y Ficol, el jefe de su ejército, volvieron al país de los filisteos.

Gén 21:33 Abraham plantó un tamarisco en Berseba, y en ese lugar invocó el nombre del SEÑOR, el Dios eterno.

Gén 21:34 Y se quedó en el país de los filisteos durante mucho tiempo.

Salmo 6

"Oh Señor, libra mi alma"

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Sobre la octava.[a] Salmo de David.

No me reprendas, SEÑOR, en tu ira; no me castigues en tu furor.

Sal 6:2 Tenme compasión, SEÑOR, porque desfallezco; sáname, SEÑOR, que un frío de muerte recorre mis huesos.

Sal 6:3 Angustiada está mi alma; ¿hasta cuándo, SEÑOR, hasta cuándo?

Sal 6:4 Vuélvete, SEÑOR, y sálvame la vida; por tu gran amor, ¡ponme a salvo!

Sal 6:5 En la muerte nadie te recuerda; en el sepulcro, ¿quién te alabará?

Sal 6:6 Cansado estoy de sollozar; toda la noche inundo de lágrimas mi cama, ¡mi lecho empapo con mi llanto!

Sal 6:7 Desfallecen mis ojos por causa del dolor; desfallecen por culpa de mis enemigos.

Sal 6:8 ¡Apártense de mí, todos los malhechores, que el SEÑOR ha escuchado mi llanto!

Sal 6:9 El SEÑOR ha escuchado mis ruegos; el SEÑOR ha tomado en cuenta mi oración.

Sal 6:10 Todos mis enemigos quedarán avergonzados y confundidos; ¡su repentina vergüenza los hará retroceder!