Día 324

15 El Pueblo del Reino

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Colosenses 3

Revestíos del nuevo hombre

Col 3:1

Normas para una vida santa

Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.

Col 3:2 Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra,

Col 3:3 pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.

Col 3:4 Cuando Cristo, que es la vida de ustedes,[a] se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria.

Col 3:5 Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.

Col 3:6 Por estas cosas viene el castigo de Dios.[b]

Col 3:7 Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas.

Col 3:8 Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno.

Col 3:9 Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios,

Col 3:10 y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador.

Col 3:11 En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto,[c] esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.

Col 3:12 Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia,

Col 3:13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

Col 3:14 Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.

Col 3:15 Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.

Col 3:16 Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón.

Col 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.

Reglas para hogares cristianos

Col 3:18

Normas para la familia cristiana

Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.

Col 3:19 Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas.

Col 3:20 Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor.

Col 3:21 Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen.

Col 3:22 Esclavos, obedezcan en todo a sus amos terrenales, no sólo cuando ellos los estén mirando, como si ustedes quisieran ganarse el favor humano, sino con integridad de corazón y por respeto al Señor.

Col 3:23 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo,

Col 3:24 conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.

Col 3:25 El que hace el mal pagará por su propia maldad, y en esto no hay favoritismos.

Colosenses 4

Col 4:1 Amos, proporcionen a sus esclavos lo que es justo y equitativo, conscientes de que ustedes también tienen un Amo en el cielo.

Instrucciones adicionales

Col 4:2

Instrucciones adicionales

Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento

Col 4:3 y, al mismo tiempo, intercedan por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra, el misterio de Cristo por el cual estoy preso.

Col 4:4 Oren para que yo lo anuncie con claridad, como debo hacerlo.

Col 4:5 Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo,[a] aprovechando al máximo cada momento oportuno.

Col 4:6 Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.

Saludos finales

Col 4:7

Saludos finales

Nuestro querido hermano Tíquico, fiel servidor y colaborador[b] en el Señor, les contará en detalle cómo me va.

Col 4:8 Lo envío a ustedes precisamente para que tengan noticias de nosotros, y así cobren ánimo.[c]

Col 4:9 Va con Onésimo, querido y fiel hermano, que es uno de ustedes. Ellos los pondrán al tanto de todo lo que sucede aquí.

Col 4:10 Aristarco, mi compañero de cárcel, les manda saludos, como también Marcos, el primo de Bernabé. En cuanto a Marcos, ustedes ya han recibido instrucciones; si va a visitarlos, recíbanlo bien.

Col 4:11 También los saluda Jesús, llamado el Justo. Éstos son los únicos judíos que colaboran conmigo en pro del reino de Dios, y me han sido de mucho consuelo.

Col 4:12 Les manda saludos Epafras, que es uno de ustedes. Este siervo de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por ustedes, para que, plenamente convencidos,[d] se mantengan firmes, cumpliendo en todo la voluntad de Dios.

Col 4:13 A mí me consta que él se preocupa mucho por ustedes y por los que están en Laodicea y en Hierápolis.

Col 4:14 Los saludan Lucas, el querido médico, y Demas.

Col 4:15 Saluden a los hermanos que están en Laodicea, como también a Ninfas y a la iglesia que se reúne en su casa.

Col 4:16 Una vez que se les haya leído a ustedes esta carta, que se lea también en la iglesia de Laodicea, y ustedes lean la carta dirigida a esa iglesia.

Col 4:17 Díganle a Arquipo que se ocupe de la tarea que recibió en el Señor, y que la lleve a cabo.

Col 4:18 Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra. Recuerden que estoy preso. Que la gracia sea con ustedes.

Salmo 14

El necio dice: No hay Dios

Sal 14:1

Al director musical. Salmo de David.

Dice el necio en su corazón: «No hay Dios.» Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!

Sal 14:2 Desde el cielo el SEÑOR contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios.

Sal 14:3 Pero todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!

Sal 14:4 ¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan al SEÑOR!

Sal 14:5 Allí los tienen, sobrecogidos de miedo, pero Dios está con los que son justos.

Sal 14:6 Ustedes frustran los planes de los pobres, pero el SEÑOR los protege.

Sal 14:7 ¡Quiera Dios que de Sión venga la salvación de Israel! Cuando el SEÑOR restaure a su pueblo,[a] ¡Jacob se regocijará, Israel se alegrará!