Día 216

12 Profetas Después del Exilio

210 - 211 - 212 - 213 - 214 - 215 - 216 - 217 - 218 - 219

Zacarías 5

Visión de un rollo que vuela

Zac 5:1

El rollo que volaba

Alcé otra vez la vista, ¡y vi ante mí un rollo que volaba!

Zac 5:2 El ángel me preguntó: «¿Qué es lo que ves?» Y yo respondí: «Veo un rollo que vuela, de diez metros de largo por cinco de ancho.»[a]

Zac 5:3 Entonces el ángel me dijo: «Ésta es la maldición que caerá sobre todo el país. Según lo escrito en el rollo, alcanzará tanto al ladrón como al perjuro.

Zac 5:4 Así que he desencadenado esta maldición para que entre en la casa del ladrón y en la del que jura en falso por mi nombre. Se alojará dentro de su casa y la destruirá, junto con sus vigas y sus piedras, afirma el SEÑOR Todopoderoso.»

Visión de una mujer en una cesta

Zac 5:5

La mujer en un recipiente

Entonces el ángel que hablaba conmigo salió y me dijo: «Alza la vista y fíjate en esto que ha aparecido.»

Zac 5:6 «¿Y qué es?», le pregunté. Y él me contestó: «Es una medida de veintidós litros.[b] Es la maldad de la gente de todo el país.»

Zac 5:7 Se levantó entonces la tapa de plomo, ¡y dentro de esa medida había una mujer sentada!

Zac 5:8 El ángel dijo: «Ésta es la maldad», e inmediatamente arrojó a la mujer dentro de la medida, la cual cubrió luego con la tapa de plomo.

Zac 5:9 Alcé la vista, ¡y vi ante mí dos mujeres que salían batiendo sus alas al viento! Tenían alas como de cigüeña, y elevaban la medida por los aires.

Zac 5:10 Yo le pregunté al ángel que hablaba conmigo: «¿A dónde se llevan la medida?»

Zac 5:11 Y él me respondió: «Se la llevan al país de Babilonia, para construirle un templo. Cuando el templo esté listo, colocarán la medida allí, sobre un pedestal.»

Zacarías 6

Visión de cuatro carros de guerra

Zac 6:1

Los cuatro carros

Alcé de nuevo la vista, ¡y vi ante mí cuatro carros de guerra que salían de entre dos montañas, las cuales eran de bronce!

Zac 6:2 El primer carro era tirado por caballos alazanes, el segundo por caballos negros,

Zac 6:3 el tercero por caballos blancos, y el cuarto por caballos pintos. Todos ellos eran caballos briosos.

Zac 6:4 Le pregunté al ángel que hablaba conmigo: «¿Qué significan estos carros, mi señor?»

Zac 6:5 El ángel me respondió: «Éstos son los cuatro espíritus[a] del cielo, que salen después de haberse presentado ante el Señor de toda la tierra.

Zac 6:6 El carro de los caballos negros va hacia el país del norte; el de los caballos blancos, hacia el occidente;[b] y el de los caballos pintos, hacia el país del sur.»

Zac 6:7 Esos briosos caballos estaban impacientes por recorrer toda la tierra. Y el ángel les dijo: «¡Vayan, recorran la tierra de uno a otro extremo!» Y así lo hicieron.

Zac 6:8 Entonces el ángel me llamó y me dijo: «Mira, los que van hacia el país del norte van a calmar mi enojo en ese país.»

La corona y el templo

Zac 6:9

La corona para Josué

La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo:

Zac 6:10 «Ve hoy mismo a la casa de Josías hijo de Sofonías, que es adonde han llegado de Babilonia los exiliados Jelday, Tobías y Jedaías. Recíbeles

Zac 6:11 la plata y el oro que traen consigo, y con ese oro y esa plata haz una corona, la cual pondrás en la cabeza del sumo sacerdote Josué hijo de Josadac.

Zac 6:12 Y le dirás a Josué de parte del SEÑOR Todopoderoso: »“Éste es aquel cuyo nombre es Renuevo, pues echará renuevos de sus raíces y reconstruirá el templo del SEÑOR.

Zac 6:13 Él reconstruirá el templo del SEÑOR, se revestirá de majestad y se sentará a gobernar en su trono. También un sacerdote se sentará en su propio trono, y entre ambos habrá armonía.”

Zac 6:14 »La corona permanecerá en el templo del SEÑOR como un recordatorio para Jelday,[c] Tobías, Jedaías y Hen[d] hijo de Sofonías.

Zac 6:15 Si ustedes se esmeran en obedecer al SEÑOR su Dios, los que están lejos vendrán para ayudar en la reconstrucción del templo del SEÑOR. Así sabrán que el SEÑOR Todopoderoso me ha enviado a ustedes.»

Zacarías 7

Exhortación a la justicia y la misericordia

Zac 7:1

Justicia y misericordia en lugar de ayuno

En el cuarto año del reinado del rey Darío, en el día cuatro del mes noveno, que es el mes de quisleu, la palabra del SEÑOR vino a Zacarías.

Zac 7:2 El pueblo de Betel había enviado a Sarézer y a Reguen Mélec, y a sus hombres, a buscar el favor del SEÑOR

Zac 7:3 y a preguntarles a los sacerdotes de la casa del SEÑOR Todopoderoso y a los profetas: «¿Debemos observar en el quinto mes un día de duelo y abstinencia, tal como lo hemos hecho todos estos años?»

Zac 7:4 Vino entonces a mí esta palabra de parte del SEÑOR Todopoderoso:

Zac 7:5 «Dile a todo el pueblo de la tierra, y también a los sacerdotes: “Cuando ustedes ayunaban y se lamentaban en los meses quinto y séptimo de los últimos setenta años, ¿realmente ayunaban por mí?

Zac 7:6 Y cuando ustedes comen y beben, ¿acaso no lo hacen para sí mismos?” »

Zac 7:7 ¿No son éstas las palabras que por medio de los antiguos profetas el SEÑOR mismo proclamó cuando Jerusalén y las ciudades cercanas estaban habitadas y tenían paz, cuando el Néguev y las llanuras del oeste también estaban habitadas?

Zac 7:8 La palabra del SEÑOR vino de nuevo a Zacarías. Le advirtió:

Zac 7:9 «Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Juzguen con verdadera justicia; muestren amor y compasión los unos por los otros.

Zac 7:10 No opriman a las viudas ni a los huérfanos, ni a los extranjeros ni a los pobres. No maquinen el mal en su corazón los unos contra los otros.”

Zac 7:11 »Pero ellos se negaron a hacer caso. Desafiantes volvieron la espalda, y se taparon los oídos.

Zac 7:12 Para no oír las instrucciones ni las palabras que por medio de los antiguos profetas el SEÑOR Todopoderoso había enviado con su Espíritu, endurecieron su corazón como el diamante. Por lo tanto, el SEÑOR Todopoderoso se llenó de ira.

Zac 7:13 “Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen —dice el SEÑOR Todopoderoso—.

Zac 7:14 Como con un torbellino, los dispersé entre todas las naciones que no conocían. La tierra que dejaron quedó tan desolada que nadie siquiera pasaba por ella. Fue así como convirtieron en desolación la tierra que antes era una delicia.” »

Zacarías 8

Futuras paz y prosperidad en Sion

Zac 8:1

El SEÑOR promete bendecir a Jerusalén

Otra vez vino a mí la palabra del SEÑOR Todopoderoso. Me hizo saber lo siguiente:

Zac 8:2 «Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Siento grandes celos por Sión. Son tantos mis celos por ella que me llenan de furia.”

Zac 8:3 »Así dice el SEÑOR: »“Regresaré a Sión, y habitaré en Jerusalén. Y Jerusalén será conocida como la Ciudad de la Verdad, y el monte del SEÑOR Todopoderoso como el Monte de la Santidad.”

Zac 8:4 »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Los ancianos y las ancianas volverán a sentarse en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano debido a su avanzada edad.

Zac 8:5 Los niños y las niñas volverán a jugar en las calles de la ciudad.”

Zac 8:6 »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Al remanente de este pueblo podrá parecerle imposible en aquellos días, ¿pero también a mí me parecerá imposible?, afirma el SEÑOR Todopoderoso.”

Zac 8:7 »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Salvaré a mi pueblo de los países de oriente y de occidente.

Zac 8:8 Los haré volver para que vivan en Jerusalén; ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, en la verdad y en la justicia.”

Zac 8:9 »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“¡Cobren ánimo, ustedes, los que en estos días han escuchado las palabras de los profetas, mientras se echan los cimientos para la reconstrucción del templo del SEÑOR Todopoderoso!

Zac 8:10 Porque antes de estos días ni los hombres recibían su jornal ni los animales su alimento. Por culpa del enemigo tampoco los viajeros tenían seguridad, pues yo puse a la humanidad entera en contra de sus semejantes.

Zac 8:11 Pero ya no trataré al remanente de este pueblo como lo hice en el pasado —afirma el SEÑOR Todopoderoso—.

Zac 8:12 Habrá paz cuando se siembre, y las vides darán su fruto; la tierra producirá sus cosechas y el cielo enviará su rocío. Todo esto se lo daré como herencia al remanente de este pueblo.

Zac 8:13 Judá e Israel, ¡no teman, sino cobren ánimo! Ustedes han sido entre las naciones objeto de maldición, pero yo los salvaré, y serán una bendición.”

Zac 8:14 »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Cuando sus antepasados me hicieron enojar, yo decidí destruirlos sin ninguna compasión —afirma el SEÑOR Todopoderoso—.

Zac 8:15 Pero ahora he decidido hacerles bien a Jerusalén y a Judá. ¡Así que no tengan miedo!

Zac 8:16 » ” Lo que ustedes deben hacer es decirse la verdad, y juzgar en sus tribunales con la verdad y la justicia. ¡Eso trae la paz!

Zac 8:17 No maquinen el mal contra su prójimo, ni sean dados al falso testimonio, porque yo aborrezco todo eso, afirma el SEÑOR.” »

Zac 8:18 Vino a mí la palabra del SEÑOR Todopoderoso, y me declaró:

Zac 8:19 «Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Para Judá, los ayunos de los meses cuarto, quinto, séptimo y décimo, serán motivo de gozo y de alegría, y de animadas festividades. Amen, pues, la verdad y la paz.”

Zac 8:20 »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Todavía vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades,

Zac 8:21 que irán de una ciudad a otra diciendo a los que allí vivan: ‘¡Vayamos al SEÑOR para buscar su bendición! ¡Busquemos al SEÑOR Todopoderoso! ¡Yo también voy a buscarlo!’

Zac 8:22 Y muchos pueblos y potentes naciones vendrán a Jerusalén en busca del SEÑOR Todopoderoso y de su bendición.”

Zac 8:23 »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: “En aquellos días habrá mucha gente, de todo idioma y de toda nación, que tomará a un judío por el borde de su capa y le dirá: ¡Déjanos acompañarte! ¡Hemos sabido que Dios está con ustedes!” »

Salmo 61

Llévame a la roca

Sal 61:1

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. De David.

Oh Dios, escucha mi clamor y atiende a mi oración.

Sal 61:2 Desde los confines de la tierra te invoco, pues mi corazón desfallece; llévame a una roca donde esté yo a salvo.

Sal 61:3 Porque tú eres mi refugio, mi baluarte contra el enemigo.

Sal 61:4 Anhelo habitar en tu casa para siempre y refugiarme debajo de tus alas. Selah

Sal 61:5 Tú, oh Dios, has aceptado mis votos y me has dado la heredad de quienes te honran.

Sal 61:6 Concédele al rey más años de vida; que sean sus días una eternidad.

Sal 61:7 Que reine siempre en tu presencia, y que tu amor y tu verdad lo protejan.

Sal 61:8 Así cantaré siempre salmos a tu nombre y cumpliré mis votos día tras día.