Día 31

04 El Pacto en el Monte Sinaí

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Sacrificio y Propiciación

Dios tiene la misión de eliminar el mal de su mundo bueno, junto con todos sus efectos corrosivos. Sin embargo, Él quiere hacerlo de una manera que no requiera la eliminación de los humanos. En este video, trazamos el tema del "cubrimiento" que Dios hace del mal humano a través de sacrificios de animales, quienes finalmente apuntan a Jesús y a su muerte y resurrección.

Levítico 5

Lev 5:1

El sacrificio expiatorio por diversos pecados

»Si alguien peca por negarse a declarar bajo juramento lo que vio o escuchó, sufrirá las consecuencias de su pecado.

Lev 5:2 »Si alguien sin darse cuenta toca alguna cosa ritualmente impura, tal como el cadáver de un animal impuro, sea o no doméstico, o el cadáver de un reptil impuro, se vuelve impuro él mismo y es culpable.

Lev 5:3 »Si alguien sin darse cuenta toca alguna impureza humana, cualquiera que ésta sea, se vuelve impuro él mismo. Pero al darse cuenta, será culpable.

Lev 5:4 »Si alguien hace uno de esos juramentos que se acostumbra hacer a la ligera, y sin saberlo jura hacer bien o mal, ha pecado. Pero al darse cuenta, será culpable de haber hecho ese juramento.

Lev 5:5 »Si alguien resulta culpable de alguna de estas cosas, deberá reconocer que ha pecado

Lev 5:6 y llevarle al SEÑOR en sacrificio expiatorio por la culpa del pecado cometido, una hembra del rebaño, que podrá ser una oveja o una cabra. Así el sacerdote hará expiación por ese pecado.

Lev 5:7

El caso del pobre

»Si a alguien no le alcanza para comprar ganado menor, entonces le llevará al SEÑOR, como sacrificio por la culpa del pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones de paloma, una de las aves como sacrificio por el pecado y la otra como holocausto.

Lev 5:8 Se las llevará al sacerdote, quien primero ofrecerá el ave para el sacrificio expiatorio. Para esto, le retorcerá el cuello, pero sin desprenderle del todo la cabeza.

Lev 5:9 Luego rociará un poco de la sangre del sacrificio expiatorio en un costado del altar, y al pie del altar exprimirá el resto de la sangre. Es un sacrificio expiatorio.

Lev 5:10 Con la segunda ave hará un holocausto, como ya ha sido prescrito. Así el sacerdote hará expiación por el pecado cometido, y ese pecado le será perdonado.

Lev 5:11 »Si a esa persona tampoco le alcanza para comprar dos tórtolas o dos pichones, presentará entonces en sacrificio expiatorio, como ofrenda por el pecado cometido, dos litros[a] de flor de harina. Como se trata de un sacrificio expiatorio, no se le pondrá aceite ni incienso.

Lev 5:12 Llevará este sacrificio al sacerdote, quien tomará un puñado de la ofrenda memorial y lo quemará en el altar junto con los sacrificios presentados por fuego al SEÑOR. Es un sacrificio expiatorio.

Lev 5:13 Así el sacerdote hará expiación por el pecado cometido en alguna de estas cosas, y ese pecado le será perdonado. El resto de la ofrenda será para el sacerdote, como sucede con la ofrenda de cereal.»

Leyes sobre ofrendas por el pecado

Lev 5:14

El sacrificio por la culpa

El SEÑOR le dijo a Moisés:

Lev 5:15 «Si alguien comete una falta y peca inadvertidamente contra lo que ha sido consagrado al SEÑOR, le llevará al SEÑOR un carnero sin defecto como sacrificio por la culpa. Su precio será tasado en plata, según la tasación oficial del santuario. Es un sacrificio por la culpa.

Lev 5:16 Además, el culpable hará restitución por haber pecado contra lo consagrado, añadiendo la quinta parte, la cual entregará al sacerdote. Así el sacerdote hará expiación por él mediante el carnero del sacrificio por la culpa, y ese pecado le será perdonado.

Lev 5:17 »Si alguien peca inadvertidamente e incurre en algo que los mandamientos del SEÑOR prohíben, es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado.

Lev 5:18 Le llevará al sacerdote un carnero sin defecto, cuyo precio será fijado como sacrificio por la culpa. Así el sacerdote hará expiación por el pecado que esa persona cometió inadvertidamente, y ese pecado le será perdonado.

Lev 5:19 Es un sacrificio por la culpa, de la que se hizo acreedor por pecar contra el SEÑOR.»

Levítico 6

Lev 6:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:

Lev 6:2 «Si alguien comete una falta y peca contra el SEÑOR al defraudar a su prójimo en algo que se dejó a su cuidado, o si roba u oprime a su prójimo despojándolo de lo que es suyo,

Lev 6:3 o si encuentra algo que se perdió y niega tenerlo, o si comete perjurio en alguna de las cosas en que se acostumbra pecar,

Lev 6:4 será culpable y deberá devolver lo que haya robado, o quitado, o lo que se le haya dado a guardar, o el objeto perdido que niega tener,

Lev 6:5 o cualquier otra cosa por la que haya cometido perjurio. Así que deberá restituirlo íntegramente y añadir la quinta parte de su valor. Todo esto lo entregará a su dueño el día que presente su sacrificio por la culpa.

Lev 6:6 Le llevará al SEÑOR un carnero sin defecto, cuyo precio será fijado como sacrificio por la culpa. Lo presentará al sacerdote,

Lev 6:7 quien hará expiación ante el SEÑOR por esa persona, y cualquier cosa por la que se haya hecho culpable le será perdonada.»

Los sacerdotes y las ofrendas

Lev 6:8

El holocausto

El SEÑOR le dijo a Moisés

Lev 6:9 que les ordenara a Aarón y a sus hijos: «Ésta es la ley respecto al holocausto: El holocausto se dejará arder sobre el altar toda la noche hasta el amanecer, y el fuego del altar se mantendrá encendido.

Lev 6:10 El sacerdote, vestido con su túnica de lino y su ropa interior de lino, removerá las cenizas del holocausto consumido por el fuego sobre el altar, y las echará a un lado del altar.

Lev 6:11 Luego se cambiará de ropa y sacará del campamento las cenizas, llevándolas a un lugar ritualmente puro.

Lev 6:12 Mientras tanto, el fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote pondrá más leña sobre el altar, y encima de éste colocará el holocausto para quemar en él la grasa del sacrificio de comunión.

Lev 6:13 El fuego sobre el altar no deberá apagarse nunca; siempre deberá estar encendido.

Lev 6:14

La ofrenda de cereal

»Ésta es la ley respecto a la ofrenda de cereal: Los hijos de Aarón la presentarán ante el SEÑOR, delante del altar.

Lev 6:15 El sacerdote tomará de la ofrenda un puñado de flor de harina con aceite, así como todo el incienso que está sobre la ofrenda de cereal. Todo esto lo quemará en el altar, como ofrenda memorial de aroma grato al SEÑOR.

Lev 6:16 Aarón y sus hijos se comerán el resto de la ofrenda, pero sin levadura y en un lugar santo, que podrá ser el atrio de la Tienda de reunión.

Lev 6:17 No se cocerá con levadura, porque esa es la porción que les doy de mis sacrificios presentados por fuego. Es una porción sumamente sagrada, como lo son el sacrificio expiatorio y el sacrificio por la culpa.

Lev 6:18 Todos los hijos varones de Aarón podrán comer de ella. Es un estatuto[a] perpetuo para los descendientes de ustedes, respecto a los sacrificios presentados por fuego al SEÑOR. Cualquier cosa que toque los sacrificios quedará consagrada.»

Lev 6:19

La ofrenda de los sacerdotes

El SEÑOR le dijo a Moisés:

Lev 6:20 «Ésta es la ofrenda que Aarón y sus hijos deben presentar al SEÑOR el día en que sean ungidos: dos kilos[b] de flor de harina, como ofrenda regular de cereal. Una mitad de la ofrenda se presentará por la mañana, y la otra mitad por la tarde.

Lev 6:21 Se preparará con aceite en una sartén, y se llevará amasada y se presentará en porciones, como una ofrenda de cereal de aroma grato al SEÑOR.

Lev 6:22 La preparará el hijo de Aarón que lo suceda como sacerdote ungido. Éste es el estatuto perpetuo del SEÑOR: La ofrenda se quemará completamente.

Lev 6:23 No se comerá ninguna de las ofrendas que presenten los sacerdotes; todas deberán quemarse por completo.»

Lev 6:24

El sacrificio expiatorio

El SEÑOR le ordenó a Moisés

Lev 6:25 que les dijera a Aarón y a sus hijos: «Ésta es la ley respecto al sacrificio expiatorio: La víctima deberá ser degollada ante el SEÑOR, en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. Es algo sumamente sagrado.

Lev 6:26 El mismo sacerdote que ofrezca el sacrificio expiatorio deberá comérselo. Se lo comerá en un lugar santo, que podrá ser el atrio de la Tienda de reunión.

Lev 6:27 Cualquier cosa que toque la carne del sacrificio quedará consagrada. Si su sangre llega a salpicar algún vestido, éste deberá lavarse en un lugar santo.

Lev 6:28 Además, deberá romperse la vasija de barro en que se haya cocido el sacrificio; pero si se cuece en una vasija de bronce, ésta se restregará y se enjuagará con agua.

Lev 6:29 Todo varón entre los sacerdotes podrá comer del sacrificio. Es algo sumamente sagrado.

Lev 6:30 Pero no se comerá ningún sacrificio expiatorio cuya sangre haya sido llevada a la Tienda de reunión para hacer propiciación en el santuario; este sacrificio se consumirá en el fuego.

Levítico 7

Lev 7:1

El sacrificio por la culpa

ȃsta es la ley respecto al sacrificio por la culpa, el cual es sumamente sagrado:

Lev 7:2 La víctima deberá ser degollada en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto, y su sangre será derramada alrededor del altar.

Lev 7:3 Luego se ofrecerá toda su grasa: la cola, la grasa que recubre los intestinos,

Lev 7:4 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones.

Lev 7:5 El sacerdote quemará todo esto en el altar como ofrenda presentada por fuego al SEÑOR. Es un sacrificio por la culpa.

Lev 7:6 Todo varón entre los sacerdotes podrá comer del sacrificio, pero deberá comerlo en un lugar santo. Es algo sumamente sagrado.

Lev 7:7

Derechos de los sacerdotes

»La misma ley se aplica tanto al sacrificio expiatorio como al sacrificio por la culpa: El animal pertenecerá al sacerdote que haga propiciación con él.

Lev 7:8 La piel de la víctima del holocausto también será para el sacerdote que la ofrezca.

Lev 7:9 Así mismo, toda ofrenda de cereal cocida al horno, a la olla o a la sartén, será del sacerdote que la ofrezca.

Lev 7:10 Toda ofrenda de cereal, ya sea seca o amasada con aceite, pertenecerá a todos los hijos de Aarón, por partes iguales.

Lev 7:11

Diversos sacrificios de comunión

»Ésta es la ley respecto al sacrificio de comunión que se ofrece al SEÑOR:

Lev 7:12 Si se ofrece en acción de gracias, entonces se ofrecerán también panes sin levadura amasados con aceite, obleas sin levadura untadas con aceite, o panes de flor de harina amasados con aceite.

Lev 7:13 Junto con el sacrificio de comunión en acción de gracias, se deberá presentar una ofrenda de pan con levadura.

Lev 7:14 De toda ofrenda deberá presentarse una parte como contribución al SEÑOR, y se destinará al sacerdote a quien le corresponda derramar la sangre del sacrificio de comunión.

Lev 7:15 La carne de este sacrificio deberá comerse el día en que se ofrezca, sin dejar nada para el día siguiente.

Lev 7:16 »Si el sacrificio tiene que ver con un voto, o si se trata de una ofrenda voluntaria, no sólo se comerá en el día que se ofrezca el sacrificio, sino que podrá comerse el resto al día siguiente.

Lev 7:17 Pero toda la carne que quede hasta el tercer día se quemará en el fuego.

Lev 7:18 »Si alguna carne del sacrificio de comunión llega a comerse al tercer día, tal sacrificio no será válido ni se tomará en cuenta, porque la carne ya está descompuesta. El que la coma sufrirá las consecuencias de su pecado.

Lev 7:19 »No deberá comerse la carne que haya tocado alguna cosa ritualmente impura, sino que se quemará en el fuego. En cuanto a otra carne, toda persona pura podrá comerla.

Lev 7:20 »Si una persona impura come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminada de su pueblo.

Lev 7:21 »Si alguien toca cualquier clase de impureza humana, o de animal o de algo detestable, y luego come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminado de su pueblo.»

Lev 7:22

Prohibiciones acerca de la grasa y de la sangre

El SEÑOR le ordenó a Moisés

Lev 7:23 que les dijera a los israelitas: «Ustedes no comerán grasa de ganado vacuno, ovino o cabrío.

Lev 7:24 La grasa de un animal muerto o destrozado podrá usarse con cualquier otro fin, menos para comerla.

Lev 7:25 Todo el que coma grasa de animales presentados como ofrenda por fuego al SEÑOR, será eliminado de su pueblo.

Lev 7:26 Vivan donde vivan, ustedes no comerán grasa ni sangre alguna, sea de ave o de otro animal.

Lev 7:27 Todo el que coma cualquier clase de sangre, será eliminado de su pueblo.»

Lev 7:28

La porción de los sacerdotes

El SEÑOR le ordenó a Moisés

Lev 7:29 que les dijera a los israelitas: «El que ofrezca al SEÑOR un sacrificio de comunión deberá presentar al SEÑOR parte de ese sacrificio,

Lev 7:30 y presentarle también una ofrenda por fuego. Llevará la grasa y el pecho, y mecerá ante el SEÑOR el pecho de la víctima como ofrenda mecida.

Lev 7:31 El sacerdote quemará la grasa en el altar, pero el pecho será para Aarón y sus hijos.

Lev 7:32 Al sacerdote se le dará, como contribución, el muslo derecho del sacrificio de comunión.

Lev 7:33 El muslo derecho será la porción del sacerdote[a] a quien le toque ofrecer la sangre y la grasa del sacrificio.

Lev 7:34 Porque de los sacrificios de comunión que ofrecen los israelitas, yo he tomado el pecho mecido y el muslo para dárselos, como contribución, al sacerdote Aarón y a sus hijos. Éste será un estatuto[b] perpetuo entre los israelitas.»

Lev 7:35 De las ofrendas presentadas por fuego al SEÑOR, ésa es la porción consagrada para Aarón y sus hijos desde el día en que Moisés se los presentó al SEÑOR como sacerdotes.

Lev 7:36 El día en que fueron ungidos, el SEÑOR ordenó a los israelitas darles esa porción. Es un estatuto perpetuo para sus descendientes.

Lev 7:37 Ésta es la ley respecto a los holocaustos, las ofrendas de cereales, los sacrificios expiatorios, los sacrificios por la culpa, los sacrificios de ordenación y los sacrificios de comunión.

Lev 7:38 El SEÑOR se la dio a Moisés en el monte Sinaí el día en que mandó a los israelitas presentarle ofrendas en el desierto de Sinaí.

Salmo 31

En tu mano encomiendo mi espíritu

Sal 31:1

Al director musical. Salmo de David.

En ti, SEÑOR, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame

Sal 31:2 Inclina a mí tu oído, y acude pronto a socorrerme. Sé tú mi roca protectora, la fortaleza de mi salvación

Sal 31:3 Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre

Sal 31:4 Líbrame de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi refugio

Sal 31:5 En tus manos encomiendo mi espíritu; líbrame, SEÑOR, Dios de la verdad.

Sal 31:6 Odio a los que veneran ídolos vanos; yo, por mi parte, confío en ti, SEÑOR

Sal 31:7 Me alegro y me regocijo en tu amor, porque tú has visto mi aflicción y conoces las angustias de mi alma

Sal 31:8 No me entregaste al enemigo, sino que me pusiste en lugar espacioso.

Sal 31:9 Tenme compasión, SEÑOR, que estoy angustiado; el dolor está acabando con mis ojos, con mi alma, ¡con mi cuerpo!

Sal 31:10 La vida se me va en angustias, y los años en lamentos; la tristeza está acabando con mis fuerzas, y mis huesos se van debilitando

Sal 31:11 Por causa de todos mis enemigos, soy el hazmerreír de mis vecinos; soy un espanto para mis amigos; de mí huyen los que me encuentran en la calle

Sal 31:12 Me han olvidado, como si hubiera muerto; soy como una vasija hecha pedazos

Sal 31:13 Son muchos a los que oigo cuchichear: «Hay terror por todas partes.» Se han confabulado contra mí, y traman quitarme la vida.

Sal 31:14 Pero yo, SEÑOR, en ti confío, y digo: «Tú eres mi Dios.»

Sal 31:15 Mi vida entera está en tus manos; líbrame de mis enemigos y perseguidores

Sal 31:16 Que irradie tu faz sobre tu siervo; por tu gran amor, sálvame.

Sal 31:17 SEÑOR, no permitas que me avergüencen, porque a ti he clamado. Que sean avergonzados los malvados, y acallados en el sepulcro

Sal 31:18 Que sean silenciados sus labios mentirosos, porque hablan contra los justos con orgullo, desdén e insolencia.

Sal 31:19 Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la vista de la gente derramas sobre los que en ti se refugian

Sal 31:20 Al amparo de tu presencia los proteges de las intrigas humanas; en tu morada los resguardas de las lenguas contenciosas.

Sal 31:21 Bendito sea el SEÑOR, pues mostró su gran amor por mí cuando me hallaba en una ciudad sitiada

Sal 31:22 En mi confusión llegué a decir: «¡He sido arrojado de tu presencia!» Pero tú oíste mi voz suplicante cuando te pedí que me ayudaras.

Sal 31:23 Amen al SEÑOR, todos sus fieles; él protege a los dignos de confianza, pero a los orgullosos les da su merecido

Sal 31:24 Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el SEÑOR esperan.