Día 32
Panorama del Libro de Levítico
Dios invita a Israel a vivir muy cerca de su santa presencia. Lo cual parece increíble, pero en realidad es peligroso. Este libro explora cómo los rituales de sacrificio y las prácticas de pureza despejaron el camino para que los israelitas moralmente corruptos se convirtieran en participantes del pacto de Dios.
Levítico 8
Consagración de Aarón y sus hijos
Lev 8:1
La ordenación de Aarón y sus hijos
8:1-36—Éx 29:1-37
El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 8:2 «Toma a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras, el aceite de la unción, el novillo para el sacrificio expiatorio, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura,
Lev 8:3 y congrega a toda la comunidad a la entrada de la Tienda de reunión.»
Lev 8:4 Moisés llevó a cabo la orden del SEÑOR, y congregó a la comunidad a la entrada de la Tienda de reunión.
Lev 8:5 Allí Moisés les dijo: «Esto es lo que el SEÑOR nos ha ordenado hacer.»
Lev 8:6 Acto seguido, Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos, y los lavó con agua.
Lev 8:7 A Aarón le puso la túnica y se la ciñó con la faja; luego lo cubrió con el manto, y encima le puso el efod, ciñéndoselo con la cinta del mismo.
Lev 8:8 En seguida, le colocó el pectoral, y sobre éste puso el urimy eltumim.
Lev 8:9 Por último, le colocó la tiara en la cabeza, y en la parte delantera puso la placa de oro, símbolo de su consagración, tal como el SEÑOR se lo había mandado.
Lev 8:10 Después Moisés tomó el aceite de la unción, y ungió el santuario y todo lo que había en él, para consagrarlos.
Lev 8:11 Siete veces roció el aceite sobre el altar, para ungirlo y consagrarlo junto con el lavamanos y su base, y todos sus utensilios.
Lev 8:12 Luego, para consagrar a Aarón, lo ungió derramando sobre su cabeza el aceite de la unción.
Lev 8:13 Acto seguido, Moisés hizo que los hijos de Aarón se acercaran, y los vistió con las túnicas; se las ciñó con la faja, y les sujetó las mitras, tal como el SEÑOR se lo había mandado.
Lev 8:14 Luego hizo traer el novillo del sacrificio expiatorio, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del novillo.
Lev 8:15 Después Moisés lo degolló, y tomando un poco de sangre con el dedo, la untó en los cuernos alrededor del altar para purificarlo. El resto de la sangre la derramó al pie del altar, y así lo consagró e hizo propiciación por él.
Lev 8:16 Luego Moisés tomó toda la grasa que recubre los intestinos, el lóbulo del hígado, los dos riñones y su grasa, y los quemó en el altar.
Lev 8:17 Pero el resto del novillo, es decir, la piel, la carne y el excremento, lo quemó en el fuego, fuera del campamento, tal como el SEÑOR se lo había mandado.
Lev 8:18 Moisés mandó traer el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero.
Lev 8:19 Moisés lo degolló, y derramó la sangre alrededor del altar.
Lev 8:20 Cortó luego el carnero en trozos, y quemó la cabeza, los trozos y el sebo.
Lev 8:21 Lavó con agua los intestinos y las patas, y luego quemó todo el carnero en el altar como holocausto de aroma grato, como ofrenda presentada por fuego al SEÑOR, tal como el SEÑOR se lo había mandado.
Lev 8:22 Después Moisés mandó traer el otro carnero, el del sacrificio de ordenación, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero.
Lev 8:23 Moisés lo degolló, y tomando un poco de la sangre, se la untó a Aarón en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho.
Lev 8:24 Además, hizo que los hijos de Aarón se acercaran, y les untó sangre en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. Luego derramó la sangre alrededor del altar.
Lev 8:25 Tomó la grasa y la cola, y toda la grasa que recubre los intestinos, el lóbulo del hígado, los dos riñones y su grasa, y el muslo derecho,
Lev 8:26 y tomando del canastillo que estaba colocado ante el SEÑOR un pan sin levadura, una oblea y una torta de pan amasada con aceite, lo puso todo sobre la grasa y el muslo derecho.
Lev 8:27 Todo esto lo puso sobre las manos de Aarón y de sus hijos, y Aarón lo ofreció ante el SEÑOR como ofrenda mecida.
Lev 8:28 Después se lo entregaron a Moisés, quien lo quemó en el altar, junto con el holocausto, como un sacrificio de ordenación de aroma grato, como una ofrenda presentada por fuego al SEÑOR.
Lev 8:29 Luego, de la parte de la ofrenda que le pertenecía, Moisés tomó el pecho de la víctima y se lo presentó al SEÑOR como ofrenda mecida, tal como el SEÑOR se lo había mandado.
Lev 8:30 Moisés tomó un poco del aceite de la unción y de la sangre del altar, y roció a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras. Así consagró Moisés a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras.
Lev 8:31 Luego les dijo Moisés a Aarón y a sus hijos: «Cuezan la carne a la entrada de la Tienda de reunión, y cómanla allí junto con el pan del sacrificio de ordenación, tal como lo ordené cuando dije: “Aarón y sus hijos se lo comerán.”
Lev 8:32 Quemen después en el fuego el resto de la carne y del pan.
Lev 8:33 Quédense siete días a la entrada de la Tienda de reunión, hasta que se complete el rito de su ordenación, que dura siete días.
Lev 8:34 El SEÑOR mandó que se hiciera propiciación por ustedes, tal como se ha hecho hoy.
Lev 8:35 Así que siete días con sus noches se quedarán a la entrada de la Tienda de reunión, cumpliendo con lo que el SEÑOR ha prescrito, para que no mueran. Así me lo ha mandado el SEÑOR.»
Lev 8:36 Y Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el SEÑOR había mandado por medio de Moisés.
Levítico 9
El Señor acepta las ofrendas de Aarón
Lev 9:1
Los sacerdotes inician su ministerio
Al octavo día Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel.
Lev 9:2 A Aarón le dijo: «Toma un becerro para el sacrificio expiatorio y un carnero para el holocausto, ambos sin defecto, y preséntaselos al SEÑOR.
Lev 9:3 Diles después a los israelitas: “Traigan un macho cabrío para el sacrificio expiatorio, y un becerro y un cordero para el holocausto, ambos de un año y sin defecto.
Lev 9:4 Traigan también un toro y un carnero para ofrecérselos al SEÑOR como sacrificio de comunión; y traigan una ofrenda de cereal amasada con aceite. El SEÑOR se manifestará hoy ante ustedes.” »
Lev 9:5 Los israelitas llevaron hasta la Tienda de reunión lo que Moisés había mandado; y toda la comunidad se acercó y se quedó de pie ante el SEÑOR.
Lev 9:6 Y Moisés les dijo: «Esto es lo que el Señor les manda hacer, para que la gloria del SEÑOR se manifieste ante ustedes.»
Lev 9:7 Después Moisés le dijo a Aarón: «Acércate al altar, y ofrece tu sacrificio expiatorio y tu holocausto. Haz propiciación por ti y por el pueblo. Presenta la ofrenda por el pueblo y haz propiciación por ellos, tal como el SEÑOR lo ha mandado.»
Lev 9:8 Aarón se acercó al altar y degolló el becerro como sacrificio expiatorio por sí mismo.
Lev 9:9 Sus hijos le llevaron la sangre, y él mojó el dedo en la sangre y la untó en los cuernos del altar, derramando luego la sangre al pie del altar.
Lev 9:10 Luego quemó en el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado del animal sacrificado, tal como el SEÑOR se lo había mandado a Moisés.
Lev 9:11 La carne y la piel las quemó fuera del campamento.
Lev 9:12 Después Aarón degolló la víctima del holocausto. Sus hijos le llevaron la sangre, y él la derramó alrededor del altar.
Lev 9:13 También le fueron pasando los trozos del animal y la cabeza, y él lo quemó todo en el altar.
Lev 9:14 Lavó los intestinos y las patas, y luego quemó todo esto en el altar, junto con el holocausto.
Lev 9:15 Entonces Aarón presentó la ofrenda del pueblo, es decir, el macho cabrío del sacrificio expiatorio. Lo tomó y lo degolló, ofreciéndolo como sacrificio expiatorio, como hizo con el primero.
Lev 9:16 Luego presentó la víctima del holocausto, la cual sacrificó en la forma prescrita.
Lev 9:17 También presentó la ofrenda de cereal, y tomando un puñado lo quemó en el altar, además del holocausto de la mañana.
Lev 9:18 Después degolló el toro y el carnero como sacrificio de comunión por el pueblo. Sus hijos le llevaron la sangre, y él la derramó alrededor del altar.
Lev 9:19 Pero tomó la grasa del toro y del carnero, es decir, la cola, el sebo que recubre los intestinos, los riñones y el lóbulo del hígado,
Lev 9:20 y lo puso todo sobre el pecho de las víctimas para quemarlo en el altar.
Lev 9:21 Aarón meció ante el SEÑOR el pecho y el muslo derecho de las víctimas. Fue una ofrenda mecida, tal como Moisés se lo había mandado.
Lev 9:22 Aarón levantó las manos hacia el pueblo, y los bendijo. Una vez que terminó de ofrecer el sacrificio expiatorio, el holocausto y el sacrificio de comunión, se retiró del altar.
Lev 9:23 Moisés y Aarón entraron en la Tienda de reunión. Al salir, bendijeron al pueblo, y la gloria del SEÑOR se manifestó a todo el pueblo.
Lev 9:24 De la presencia del SEÑOR salió un fuego, que consumió el holocausto y la grasa que estaban sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.
Levítico 10
La muerte de Nadab y Abiú
Lev 10:1
Muerte de Nadab y Abiú
Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario y, poniendo en ellos fuego e incienso, ofrecieron ante el SEÑOR un fuego que no tenían por qué ofrecer, pues él no se lo había mandado.
Lev 10:2 Entonces salió de la presencia del SEÑOR un fuego que los consumió, y murieron ante él.
Lev 10:3 Moisés le dijo a Aarón: «De esto hablaba el SEÑOR cuando dijo: »“Entre los que se acercan a mí manifestaré mi santidad, y ante todo el pueblo manifestaré mi gloria.” » Y Aarón guardó silencio.
Lev 10:4 Moisés mandó llamar a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo: «Vengan acá y retiren del santuario a sus hermanos. ¡Sáquenlos del campamento!»
Lev 10:5 Ellos se acercaron y, tomándolos por las túnicas, se los llevaron fuera del campamento, tal como Moisés lo había ordenado.
Lev 10:6
Ley sobre el duelo sacerdotal
Luego Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: «No anden ustedes con el pelo despeinado, ni se rasguen los vestidos. Así no morirán ustedes ni se irritará el SEÑOR contra toda la comunidad. Sus hermanos israelitas harán duelo por el incendio que produjo el SEÑOR,
Lev 10:7 pero ustedes no vayan a salir de la Tienda de reunión, no sea que mueran, porque el aceite de la unción del SEÑOR está sobre ustedes.» Y ellos hicieron lo que Moisés les dijo.
Lev 10:8
Ley sobre el culto y el licor
El SEÑOR le dijo a Aarón:
Lev 10:9 «Ni tú ni tus hijos deben beber vino ni licor cuando entren en la Tienda de reunión, pues de lo contrario morirán. Éste es un estatuto perpetuo para tus descendientes,
Lev 10:10 para que puedan distinguir entre lo santo y lo profano, y entre lo puro y lo impuro,
Lev 10:11 y puedan también enseñar a los israelitas todos los estatutos que el SEÑOR les ha dado a conocer por medio de Moisés.»
Lev 10:12
La porción de los sacerdotes
Moisés le dijo a Aarón, y también a Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón: «Tomen el resto de la ofrenda de cereal presentada al SEÑOR, y cómanla sin levadura, junto al altar, porque es sumamente sagrada.
Lev 10:13 Cómanla en un lugar santo, porque así se me ha mandado. Es un estatuto[a] para ti y para tus hijos con respecto a la ofrenda presentada por fuego al SEÑOR.
Lev 10:14 »Tú y tus hijos e hijas podrán comer también, en un lugar puro, el pecho que es ofrenda mecida y el muslo dado como contribución. Ambos son parte de los sacrificios de comunión de los israelitas, y a ti y a tus hijos se les han dado como estatuto.
Lev 10:15 Tanto el muslo como el pecho serán presentados junto con la ofrenda de la grasa, para ofrecérselos al SEÑOR como ofrenda mecida. Será un estatuto perpetuo para ti y para tus hijos, tal como lo ha mandado el SEÑOR.»
Lev 10:16
Un caso especial
Moisés pidió con insistencia el macho cabrío del sacrificio expiatorio, pero éste ya había sido quemado en el fuego. Irritado con Eleazar e Itamar, los hijos sobrevivientes de Aarón, les preguntó:
Lev 10:17 —¿Por qué no comieron el sacrificio expiatorio dentro del santuario? Es un sacrificio sumamente sagrado; se les dio para quitar la culpa de la comunidad y hacer propiciación por ellos ante el SEÑOR.
Lev 10:18 Si no se introdujo en el Lugar Santo la sangre del macho cabrío, ustedes debieron haberse comido el animal en el área del santuario, tal como se lo mandé.
Lev 10:19 Entonces Aarón le respondió a Moisés: —Hoy mis hijos ofrecieron ante el SEÑOR su sacrificio expiatorio y su holocausto, ¡y es cuando tenía que sucederme semejante desgracia! Si hoy hubiera yo comido del sacrificio expiatorio, ¿le habría parecido correcto al SEÑOR?
Lev 10:20 Al oír esto, Moisés quedó satisfecho con la respuesta.
Salmo 32
Bienaventurados los perdonados
Sal 32:1
Salmo de David. Masquil.
Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados
Sal 32:2 Dichoso aquel a quien el SEÑOR no toma en cuenta su maldad y en cuyo espíritu no hay engaño
Sal 32:3 Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día
Sal 32:4 Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí. Selah
Sal 32:5 Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al SEÑOR», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Selah
Sal 32:6 Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia;[a] caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán
Sal 32:7 Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. Selah
Sal 32:8 El SEÑOR dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti
Sal 32:9 No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento, y cuyo brío hay que domar con brida y freno, para acercarlos a ti.»
Sal 32:10 Muchas son las calamidades de los malvados, pero el gran amor del SEÑOR envuelve a los que en él confían.
Sal 32:11 ¡Alégrense, ustedes los justos; regocíjense en el SEÑOR! ¡canten todos ustedes, los rectos de corazón!