Día 154

Proverbios 4

La instrucción sabia de un padre

Pro 4:1

La sabiduría es lo máximo

Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia.

Pro 4:2 Yo les brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción.

Pro 4:3 Cuando yo era pequeño y vivía con mi padre, cuando era el niño consentido de mi madre,

Pro 4:4 mi padre me instruyó de esta manera: «Aférrate de corazón a mis palabras; obedece mis mandamientos, y vivirás.

Pro 4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas.

Pro 4:6 No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá; ámala, y ella te cuidará.

Pro 4:7 La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento.

Pro 4:8 Estima a la sabiduría, y ella te exaltará; abrázala, y ella te honrará;

Pro 4:9 te pondrá en la cabeza una hermosa diadema; te obsequiará una bella corona.»

Pro 4:10 Escucha, hijo mío; acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán.

Pro 4:11 Yo te guío por el camino de la sabiduría, te dirijo por sendas de rectitud.

Pro 4:12 Cuando camines, no encontrarás obstáculos; cuando corras, no tropezarás.

Pro 4:13 Aférrate a la instrucción, no la dejes escapar; cuídala bien, que ella es tu vida.

Pro 4:14 No sigas la senda de los perversos ni vayas por el camino de los malvados.

Pro 4:15 ¡Evita ese camino! ¡No pases por él! ¡Aléjate de allí, y sigue de largo!

Pro 4:16 Los malvados no duermen si no hacen lo malo; pierden el sueño si no hacen que alguien caiga.

Pro 4:17 Su pan es la maldad; su vino, la violencia.

Pro 4:18 La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud.

Pro 4:19 Pero el camino de los malvados es como la más densa oscuridad; ¡ni siquiera saben con qué tropiezan!

Pro 4:20 Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo.

Pro 4:21 No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón.

Pro 4:22 Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo.

Pro 4:23 Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.

Pro 4:24 Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas.

Pro 4:25 Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti.

Pro 4:26 Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos.

Pro 4:27 No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad.

Proverbios 5

Advertencia contra el adulterio

Pro 5:1

Advertencia contra el adulterio

Hijo mío, pon atención a mi sabiduría y presta oído a mi buen juicio,

Pro 5:2 para que al hablar mantengas la discreción y retengas el conocimiento.

Pro 5:3 De los labios de la adúltera fluye miel; su lengua es más suave que el aceite.

Pro 5:4 Pero al fin resulta más amarga que la hiel y más cortante que una espada de dos filos.

Pro 5:5 Sus pies descienden hasta la muerte; sus pasos van derecho al sepulcro.

Pro 5:6 No toma ella en cuenta el camino de la vida;[a] sus sendas son torcidas, y ella no lo reconoce.[b]

Pro 5:7 Pues bien, hijo mío, préstame atención y no te apartes de mis palabras.

Pro 5:8 Aléjate de la adúltera; no te acerques a la puerta de su casa,

Pro 5:9 para que no entregues a otros tu vigor, ni tus años a gente cruel;

Pro 5:10 para que no sacies con tu fuerza a gente extraña, ni vayan a dar en casa ajena tus esfuerzos.

Pro 5:11 Porque al final acabarás por llorar, cuando todo tu ser[c] se haya consumido.

Pro 5:12 Y dirás: «¡Cómo pude aborrecer la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón despreciar la disciplina!

Pro 5:13 No atendí a la voz de mis maestros, ni presté oído a mis instructores.

Pro 5:14 Ahora estoy al borde de la ruina, en medio de toda la comunidad.»

Pro 5:15 Bebe el agua de tu propio pozo, el agua que fluye de tu propio manantial.

Pro 5:16 ¿Habrán de derramarse tus fuentes por las calles y tus corrientes de aguas por las plazas públicas?

Pro 5:17 Son tuyas, solamente tuyas, y no para que las compartas con extraños.

Pro 5:18 ¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza con la esposa de tu juventud!

Pro 5:19 Es una gacela amorosa, es una cervatilla encantadora. ¡Que sus pechos te satisfagan siempre! ¡Que su amor te cautive todo el tiempo!

Pro 5:20 ¿Por qué, hijo mío, dejarte cautivar por una adúltera? ¿Por qué abrazarte al pecho de la mujer ajena?

Pro 5:21 Nuestros caminos están a la vista del SEÑOR; él examina todas nuestras sendas.

Pro 5:22 Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan.

Pro 5:23 Morirá por su falta de disciplina; perecerá por su gran insensatez.

Proverbios 6

Advertencias prácticas

Pro 6:1

Advertencia contra la insensatez

Hijo mío, si has salido fiador de tu vecino, si has hecho tratos para responder por otro,

Pro 6:2 si verbalmente te has comprometido, enredándote con tus propias palabras,

Pro 6:3 entonces has caído en manos de tu prójimo. Si quieres librarte, hijo mío, éste es el camino: Ve corriendo y humíllate ante él; procura deshacer tu compromiso.

Pro 6:4 No permitas que se duerman tus ojos; no dejes que tus párpados se cierren.

Pro 6:5 Líbrate, como se libra del cazador[a] la gacela, como se libra de la trampa[b] el ave.

Pro 6:6 ¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría!

Pro 6:7 No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne;

Pro 6:8 con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos.

Pro 6:9 Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño?

Pro 6:10 Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos...

Pro 6:11 ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez como un hombre armado![c]

Pro 6:12 El bribón y sinvergüenza, el vagabundo de boca corrupta,

Pro 6:13 hace guiños con los ojos, y señas con los pies y con los dedos.

Pro 6:14 El malvado trama el mal en su mente, y siempre anda provocando disensiones.

Pro 6:15 Por eso le sobrevendrá la ruina; ¡de repente será destruido, y no podrá evitarlo!

Pro 6:16 Hay seis cosas que el SEÑOR aborrece, y siete que le son detestables:

Pro 6:17 los ojos que se enaltecen, la lengua que miente, las manos que derraman sangre inocente,

Pro 6:18 el corazón que hace planes perversos, los pies que corren a hacer lo malo,

Pro 6:19 el falso testigo que esparce mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.

Advertencia contra el adulterio

Pro 6:20

Advertencia contra el adulterio

Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.

Pro 6:21 Grábatelos en el corazón; cuélgatelos al cuello.

Pro 6:22 Cuando camines, te servirán de guía; cuando duermas, vigilarán tu sueño; cuando despiertes, hablarán contigo.

Pro 6:23 El mandamiento es una lámpara, la enseñanza es una luz y la disciplina es el camino a la vida.

Pro 6:24 Te protegerán de la mujer malvada, de la mujer ajena y de su lengua seductora.

Pro 6:25 No abrigues en tu corazón deseos por su belleza, ni te dejes cautivar por sus ojos,

Pro 6:26 pues la ramera va tras un pedazo de pan, pero la adúltera va tras el hombre que vale.[d]

Pro 6:27 ¿Puede alguien echarse brasas en el pecho sin quemarse la ropa?

Pro 6:28 ¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies?

Pro 6:29 Pues tampoco quien se acuesta con la mujer ajena puede tocarla y quedar impune.

Pro 6:30 No se desprecia al ladrón que roba para mitigar su hambre;

Pro 6:31 pero si lo atrapan, deberá devolver siete tantos lo robado, aun cuando eso le cueste todas sus posesiones.

Pro 6:32 Pero al que comete adulterio le faltan sesos; el que así actúa se destruye a sí mismo.

Pro 6:33 No sacará más que golpes y vergüenzas, y no podrá borrar su oprobio.

Pro 6:34 Porque los celos desatan la furia del esposo, y éste no perdonará en el día de la venganza.

Pro 6:35 No aceptará nada en desagravio, ni se contentará con muchos regalos.

Salmo 149

Cantad al Señor cántico nuevo

Sal 149:1

¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! Canten al SEÑOR un cántico nuevo, alábenlo en la comunidad de los fieles.

Sal 149:2 Que se alegre Israel por su creador; que se regocijen los hijos de Sión por su rey.

Sal 149:3 Que alaben su nombre con danzas; que le canten salmos al son de la lira y el pandero.

Sal 149:4 Porque el SEÑOR se complace en su pueblo; a los humildes concede el honor de la victoria.

Sal 149:5 Que se alegren los fieles por su triunfo;[a] que aun en sus camas griten de júbilo.

Sal 149:6 Que broten de su garganta alabanzas a Dios, y haya en sus manos una espada de dos filos

Sal 149:7 para que tomen venganza de las naciones y castiguen a los pueblos;

Sal 149:8 para que sujeten a sus reyes con cadenas, a sus nobles con grilletes de hierro;

Sal 149:9 para que se cumpla en ellos la sentencia escrita. ¡Ésta será la gloria de todos sus fieles! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!